Cuernavaca, Mor. Pintores y artesanos protestaron porque el ayuntamiento de Cuernavaca que preside José Luis Urióstegui, autorizaron la construcción de armazón de un local comercial en la vía pública, ubicada en la calle Hidalgo, exactamente frente a la entrada de la catedral de Cuernavaca.
Las artesanas y pintores, encabezados por el abogado, Juan Juaréz Rivas, aseguraron que ya llevan más de un año denunciando esto ante el ayuntamiento de extracción panista, sin que este les haga caso alguno, por eso hoy se dieron cita para manifestar su rechazo contra esta ampliación del restaurante mexicano-italiano Marco Polo.
“Esta protesta se hizo, porque el señor presidente municipal (José Luis Urióstegui), y sus secuaces, están autorizando o están consintiendo la construcción de un local comercial en la vía pública; y la vía pública es un bien de uso común, el único que puede autorizar es el Congreso local, siempre y cuando haya un interés público y social; pero aquí fueron desplazados los pintores y los artesanos; el ayuntamiento desprecia la culturas populares y prefiere que un rico se expanda, porque tiene el recurso económico y el poder político a su servicio; y la gente pobre la corren (de este lugar)”, dijo el abogado Juárez Rivas.
Explicó que llevan más de un año con este problema, ya que antes en esta parte de vía pública, ubicada exactamente en la entrada de la catedral, varios pintores locales iban a exponer sus pinturas y venderlas, y también varios comerciantes de pueblos pequeños de Morelos vendían aquí sus artesanías.
“Esto comenzó el año pasado, cuando según estaban otros funcionarios que se dicen recibieron dinero”, lo que según el abogado le permitió a los propietarios del restaurante Marco Polo construir una base metálica, como para terracita, y atender en esta parte de banqueta y calle a sus clientes que quieran comer en esta extensión del restaurante.
Pero, esto ha inconformado a los artesanos y pintores, porque era su espacio desde hace más de 26 años, sobre todo los domingos y sábados, cuando los turistas o visitantes acuden a La Catedral de Cuernavaca.
El restaurante mencionado, según el litigante, tiene su espacio para atender a sus clientes dentro de sus instalaciones; pero parece que han seguido el ejemplo de otros tres negocios al menos en esta vía, como la cafetería La Alondra, el restaurante El Motivo y otro pequeño negocio que vende jugos y café, pero que al parecer han tenido el apoyo de las autoridades municipales en turno para extenderse sobre la banqueta y calle Hidalgo, sin que autoridad alguna las obligue a limitarse a su espacio.
La única diferencia entre los otros tres negocios, y el que quiere hacer en la vía pública el Marco Polo, según el abogado Juárez, es que ese espacio (el que delimitó ya el restaurante) estaba destinado para los artesanos y pintores locales.
“Tienen su espacio arriba (el Marco Polo), pero quieren más, y como insisto tiene el poder político a su servicio, y tienen dinero, pues los pobres que se vayan mucho por donde llegaron.
“No criticamos que se venda (que hagan sus negocios); criticamos y no aceptamos que el rico le dé una patada a los pobres pintores, artesanos; y el rico se posesione porque tiene a su servicio el poder público, como es el caso del ayuntamiento (de Cuernavaca)”, concluyó.