pausade los aranceles, la presidenta Sheinbaum obtuvo un nada despreciable triunfo diplomático, pero hay que tomarlo con calma, porque ello no quiere decir que todo se solucionó. Cierto es: da un respiro de 30 días, pero sólo en uno de los tantos frentes abiertos por el salvaje Donald Trump (
deportación masivade paisanos, “ narcogobierno”,
cárteles terroristas,
militarización de la fronteray tantas otras sandeces del verborreico magnate).
También es cierto que aquél un día dice una cosa y al siguiente se desdice (por ejemplo: nada pueden hacer México y Canadá para evitar los aranceles
, y 24 horas después aceptó la pausa
; amenaza con construir el muro
, cuando solo refuerza
algunos tramos existentes con vallas más altas). Ello, mientras permanentemente culpa a terceras naciones de todo los males estadunidenses. Trump condicionó la pausa
: México y Canadá deben contener
el trasiego de drogas, especialmente de fentanilo, pero su gobierno no mueve un dedo para combatir las adicciones en su territorio, incautar los enervantes que se introducen en su país ni detener a las bandas internas que los distribuyen, con lo que, utilizando su léxico, el verdadero “ narcogobierno” es el gringo, sea por omisión o comisión.
Alrededor de 100 mil muertes anuales de estadunidenses por sobredosis y las calles de las principales ciudades estadunidenses atiborradas de zombis drogadictos, y la Casa Blanca no ha hecho absolutamente nada para remediar esta trágica situación. Se limita a culpar a otros
, a sabiendas que los principales introductores y vendedores de estupefacientes son gringos. ¿Será que lo permite, porque este mortal negocio
genera cientos de miles de millones de dólares, los cuales, cómodamente, se lavan en el sistema financiero de ese país? Pero otros
son los responsables, según dice.
Además, el gobierno estadunidense se niega a tocar a uno de los sectores que mayores aportaciones económicas hace a las campañas políticas en aquel país: el de los fabricantes y expendedores de armas de fuego, los mismos que venden todo tipo de armamento a los hoy declarados cárteles terroristas
. De acuerdo con información del propio Departamento de Estado, 74 por ciento de las armas aseguradas a esos mismos cárteles provienen de aquel país. Pero otros
son los responsables.
Sobre esto último, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, aseguró que habrá seguimiento a los acuerdos con el gobierno de Donald Trump, sobre todo en lo que se refiere al tráfico ilegal de armas que ingresan al país por la frontera norte. Se ha dicho aquí y ante autoridades estadunidenses y de otras naciones que parte de la inseguridad que se vive en México tiene su origen en el consumo de drogas que se registra en el mundo, y que en nuestro país genera una espiral de violencia, combinada con el tráfico ilícito de las armas que se elaboran en el país del norte
.
Y no se trata de algo nuevo: desde agosto de 2021, en el gobierno de López Obrador, México presentó una demanda civil en contra de empresas estadunidenses fabricantes y distribuidoras de armas, pues facilitan el tráfico de sus productos a nuestro país
(y terminan en manos de los cárteles). Sin embargo, pareciera que el aparato de impartición de justicia
en Estados Unidos es controlado por la impresentable Norma Piña y su mafia de togados, porque a capa y espada defiende a esos delincuentes disfrazados de empresarios y dan largas y más largas.
Ayer, la presidenta Sheinbaum advirtió: ¿Qué pasa en Estados Unidos con los fabricantes de armas que abastecen a estos grupos (a los cárteles) de manera ilegal? Todos estamos combatiendo a los grupos de la delincuencia organizada, de eso no puede quedar duda. ¿Cómo es posible que en México haya lanzagranadas que se han incautado a los grupos delictivos, cuando este tipo de armas de alto poder sólo es de uso exclusivo del Ejército en Estados Unidos? Entonces, tiene que haber una investigación y una colaboración para que disminuya el tráfico de armas, y al mismo tiempo, nosotros colaborar para que ello suceda
.
Pero otros son los responsables
, insiste la Casa Blanca; sin embargo, desde que en 1971 Richard Nixon declaró guerra
contra las drogas”, el gobierno estadunidense no ha hecho mayor cosa, mientras en aquel país el número de adictos crece como la espuma.
Las rebanadas del pastel
Salvajada tras salvajada, ahora Trump quiere apropiarse
la franja de Gaza y reubicar
a sus dueños, los palestinos, en otros lugares
. Y a su lado, el genocida Benjamin Netanyahu frotándose las manos. Ignominioso.
X: @cafevega