Antes de que Patrick Mahomes, Travis Kelce y los Jefes de Kansas City enfrenten a Jalen Hurts, Saquon Barkley y los Eagles de Filadelfia el domingo tuvieron que enfrentar repetidamente a los medios de comunicación.
La frenética semana arrancó hoy por la noche en el Superdome, un acto estrafalario que podría abrumar a los equipos que no están acostumbrados a un ambiente circense.
Barkley no estaba aquí hace dos años cuando los Eagles perdieron 38-35 ante los Chiefs. Dejó a los rivales Gigantes de Nueva York para unirse a un equipo ganador y contribuyó con una temporada histórica.
“Por eso mi familia y yo tomamos la decisión de venir a Filadelfia, para tener la oportunidad de jugar en el Super Bowl. Y aquí estamos”, dijo Barkley.
Pero los Jefes han estado presentes cinco veces en los últimos seis años y las Águilas regresan después de casi vencer a Kansas City en 2023.
Ambos equipos tienen muchos jugadores nuevos, pero los Eagles no se dejaron perturbar por las preguntas extrañas o solicitudes inusuales, algo común en este espectáculo mediático.
A los jugadores les preguntaron sobre sus comidas favoritas, colores, canciones de Kendrick Lamar y más. Un reportero de televisión de México le entregó a Sirianni un montón de cartas de fanáticos. Sirianni también recibió un beso en la cabeza de Johnson, la antigua estrella de los Bengals.
El usualmente estoico Hurts soltó una carcajada cuando alguien le lanzó una galleta — fue un lanzamiento erróneo. El pasador de los Browns, Jameis Winston, trabajando para una red de televisión, hizo preguntas a Darius Slay antes de decirle que saliera a ganar.
Los Eagles fueron los primeros y pasaron una hora hablando con miles de reporteros de todo el mundo. Los Jefes llegaron más tarde.
El día de los medios ha evolucionado de un evento diurno que se realizaba el martes a un espectáculo en horario estelar en vivo, al que pueden asistir los aficionados y se transmite por televisión nacional. Más de 6 mil miembros de medios procedentes de 26 países fueron acreditados para cubrir el primer Super Bowl en Las Vegas el año pasado.
Las tácticas y estrategias del fútbol pasan a un segundo plano durante esta primera noche.
Se trata del onceavo Supertazón en Nueva Orleans y el primero desde que los Cuervos de Baltimore vencieron a los 49ers de San Francisco en el Harbaugh Brothers Bowl en febrero de 2013.
Los Jefes quieren hacer historia, con el objetivo de convertirse en el primer equipo de la NFL en consagrarse tres veces consecutivas en la era del Super Bowl. Los Eagles buscan el segundo trofeo Vince Lombardi de la franquicia.
“Estamos obsesionados con ganar”, dijo el propietario Jeffrey Lurie.
Ambos equipos llegaron el domingo y cada jugador y entrenador estuvo disponible para los medios durante una hora el lunes por la noche. Un grupo selecto de jugadores, incluidos los entrenadores en jefe y los mariscales de campo, también tendrán sesiones con los medios el martes, miércoles y jueves.
Debido al apretado calendario, la mayor parte de la preparación se completó la semana pasada. Los planes de juego ya quedaron esbozados y ambos equipos tendrán sus entrenamientos normales porque esta semana no será rutinaria.
“La mayor parte de ese trabajo se realiza esta semana”, dijo el entrenador de los Chiefs Andy Reid la semana pasada. “Sé que es un período de dos semanas antes del juego, pero una vez que llegas a Nueva Orleans es un poco caótico, así que quieres asegurarte de ocuparte de los asuntos ahora”.
El entrenador Sirianni dijo que ha hecho algunas modificaciones en el plan de trabajo después de su primer viaje al Supertazón, pero no entró en detalles.
“Tenemos notas que estamos revisando y que hemos estado revisando”, indicó. “Unos cuantos ajustes con cosas que haremos de manera diferente, y un par de cosas que permanecerán igual. Por supuesto, cada vez que pasas por cualquier situación así, tomas notas de eso y tratas de mejorar de cada circunstancia por la que pasas”.