La duración de los aranceles de 25 por ciento a productos fabricados en México que importe Estados Unidos tendrá una corta duración, de acuerdo con un análisis de BBVA.
Analistas de la institución bancaria señalaron que es probable que se trate de tasas selectivas, es decir, no a todos los productos.
“La razón fundamental por la que estimamos que la probabilidad de que se impongan aranceles por un tiempo prolongado del 25 por ciento es baja es porque ello se traduciría en un incremento importante en la inflación (sobre todo en productos agropecuarios pues del total de importaciones que Estados Unidos realiza en este rubro, más de 40 por ciento provienen de México)”, indicaron.
Destacaron que la Unión Americana está en riesgo de perder competitividad global, dado que las importaciones mexicanas disminuyen el costo de producción de muchas exportaciones. “En muchas de las industrias exportadoras de México se demandan hasta 30 por ciento de exportaciones de Estados Unidos en términos de valor agregado”, detallaron.
Consideraron que la decisión busca negociar medidas sobre migración y flujos de drogas, por lo que podría cancelarse si México y Canadá toman acciones en estos temas.
“Hasta el momento el gobierno mexicano ha enviado señales contundentes de querer cooperar en materia de migración y tráfico de drogas”, señalaron.
Resaltaron que los aranceles del 25 por ciento tendrían un impacto muy negativo en la inversión y competitividad de México.
Estimaron que esta medida hace “imposible sostener el tratado actual. No se puede hablar de libre comercio cuando se imponen aranceles de 25 por ciento a los países miembros”.
Alertaron que el tipo de cambio se puede ir hasta 24 pesos por dólar, para después corregir el nivel en 23 pesos al cierre de 2025.
“Si este escenario se mantiene, el Banco de México se mantendría temporalmente al margen antes de reanudar los recortes de tasas a finales del tercer trimestre”, señalaron.
Estimaron que el efecto de un arancel fijo a todas las exportaciones mexicanas a la Unión Americana tendrían un efecto diferenciado dependiendo de cuáles industrias están más integradas con la producción manufacturera en Estados Unidos y las que no. “Los sectores de mayor peso, como la industria automotriz tendrían el mayor impacto”, indicaron.
Consideraron que la oportunidad de relocalización para México “sigue viva, y que incluso puede fortalecerse”. Señalaron que a pesar de la decisión, las condiciones comerciales siguen favoreciendo a México.
“Aún es más rentable producir en México y exportar a la Unión Americana desde este país que desde otros, y especialmente desde China, donde todos pagarían un arancel del 25 por ciento o incluso más. Además, el nuevo gobierno mexicano es más abierto a la inversión privada”, indicaron.
También estimaron que con todo y medida, el territorio mexicanos seguirá siendo atractivo para recibir más inversión extranjera directa (IED).