La obra del cineasta iraní Mohammad Rasoulof, de 52 años, ha resultado muy incómoda para el gobierno de su país, por lo cual ha sido arrestado varias veces, le han confiscado su pasaporte y ha pasado varios periodos en prisión.
A pesar de las adversidades, sus películas The Twilight (2002), Iron Island (2005), Goodbye (2011), Manuscripts Don’t Burn (2013), A Man of Integrity (2017), There Is No Evil (2020) han sido premiadas y selecionadas en los más prestigiosos festivales de cine como el de Berlín, Cannes y Venecia, entre otros.
En mayo del año pasado, se anunció que su película The Seed of the Sacred Fig (La semilla del fruto sagrado) fue seleccionada para la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Cannes de 2024, razón por la cual la República Islámica sentenció a Mohammad Rasoulof a ocho años de prisión, 20 azotes y una multa económica, así que decidió huir a través del desierto con rumbo a Alemania.
Estreno hoy en México
El realizador narra en exclusiva para La Jornada el trayecto y significado de su película La semilla del fruto sagrado que se estrena hoy en México y que el viernes pasado fue seleccionada por Alemania para representarla en la competencia de los premios Oscar, en la categoría de Mejor Cinta de habla no inglesa.
En entrevista, Rasoulof, declaró: “el futuro de Irán tendrá que ver indudablemente con el movimiento de las mujeres, la última etapa en el Irán contemporáneo tiene que ver con el movimiento Mujeres Vida y Libertad, el cual es la inspiración de La semilla del fruto sagrado y ha cambiado de modo significativo la relación entre el poder y el pueblo iraní”.
Mencionó que se dio cuenta de que tenía una película como La semilla del fruto sagrado, porque “desde hace 15 años he tenido todo tipo de confrontaciones con representantes del servicio secreto del gobierno de Irán: juicios, interrogatorios y demás tipos de enfrentamientos. Cuando observaba a estas personas me preguntaba la diferencia entre ellos y yo. Me cuestionaba cuál era su esencia para que ellos estuvieran entregados totalmente a un sistema totalitario y ser únicamente máquinas de represión del sistema. Esto para mí ha sido una pregunta y un tema de reflexión durante muchos años.
Luego, en 2022, cuando surge el movimiento Mujer Vida y Libertad, estando en la cárcel me enteré de un hombre al cual sus hijos le reprochaban por qué participaba a favor del gobierno iraní. De ahí me vino la idea de hacer una cinta de la fractura de pensamiento entre estas dos generaciones. Salí de la cárcel por un indulto general y vi todos los videos de las protestas y el valor de la nueva generación del movimiento esas dos cosas me inspiraron a contar esta historia
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Protestas masivas
Las protestas masivas que refiere el director son las que estallaron en Irán tras la muerte Mahsa Amini, una joven de 22 años detenida en 2022 por no llevar puesta de manera correcta su hijab, y que posteriormente murió estando bajo custodia policial.
Cuando salió, Rasoulof escribió el guion, pero le resultaba imposible hacer una película en las condiciones que tenía, al final hablando con mis colaboradores me animaron y nos lanzamos hacer esta película. Aunque las condiciones fueron muy difíciles, todo lo hicimos en secreto, tanto las escenas de interiores como las exteriores. Las realizamos bajo tres principios: equipo muy reducido como si fuera una película de estudiantes; que yo nunca estaría en las locaciones ni en el set y la dirigiría en línea; la edición y el montaje se encontraban en Alemania, afortunadamente la pudimos acabar en estas condiciones
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La sumisión es obediencia
El cineasta explicó que en la primera parte de la película la madre tiene el objetivo único de mantener a su familia unida porque le da un sentimiento de seguridad. Al mismo tiempo, recibe toda su información de una fuente única la propaganda manipulada del estado, siempre sentada viendo la televisión. Mientras que sus hijas tienen otros deseos y se informan mediante las redes sociales y es así, por la apertura de ellas, que la madre también se abre un poco a la realidad de lo que está pasando
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“La sumisión es obediencia incondicional, por otro lado, el amor celebrado en la literatura iraní regularmente es otra forma de rendición. Este proceso de sumisión se extiende a nuestra política, que es lo único que quiere, en este caso el poder supremo iraní se basa en que todos obedezcan de forma incondicional. Una lealtad total y completa. La semilla del fruto sagrado se opone a esta idea.”
Respecto a que si descubrió algo nuevo en el proceso de edición, Rasoulof refirió: como siempre, tuve que hacer unos cambios en el montaje, sobre todo que hicimos el rodaje con muchas restricciones. Descubrí varias aspectos que no habíamos previsto. Tuvimos que acostumbrarnos a las restricciones de cada día. A veces nos faltaba algún plano o cosas que no pudimos rodar, tuvimos que acabar la película que había previsto de la forma más cercana posible con el montaje. Al final fue un proceso bastante regular
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Feminista y derechos humanos
Mohammad Rasoulof piensa que la situación político-social de Irán en el futuro será del resultado del Movimiento Mujeres Vida y Libertad y de la persistencia de la sociedad iraní. Tengo que decir además que a este movimiento feminista se le han unido por los de derechos humanos, y muchos hombres también se han agregado
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Sobre la candidatura de su cinta a los Oscar, el realizador iraní comentó que los premios “tienen un impacto importante en la visibilidad de las películas, que sea recibida por los públicos mundiales, por eso tiene cierta importancia y también tiene un impacto sobre el futuro profesional de los directores y de las personas que trabajan en la cintas postuladas al premio. Una cosa relevante es que en Irán una parte importante de la población sigue la ceremonia de los Oscar,y el reconocimiento internacional a las películas iraníes y esto crea este aspecto de visibilidad y su relación con el mundo entero. Así que estoy emocionado por mi nominación, es una noticia maravillosa y esa noche mis pensamientos estarán con mis colegas y coterráneos de Irán.
“Aunque La semilla del fruto sagrado representa a Alemania, sigo siendo iraní y por tanto la película también. Además asistiré con pasaporte alemán a los Oscar, desearía que la cinta hubiera representado a Irán, siempre estaré agradecido de que Alemania me haya cobijado, porque lo más importante es que el mensaje de La semilla del fruto sagrado sea escuchado en todo el mundo.”