Parras, Coah. La disputa por el agua en Parras, Coahuila escaló de nuevo. Casa Madero denunció que ejidatarios, en particular del ejido San Lorenzo, tomaron más agua de la que les correspondía, sin respetar los acuerdos firmados con el gobierno federal en 2022. La empresa aseguró que esta situación afectó su producción vitivinícola y secó parte de sus viñedos.
“No nos quedamos con una gota que no nos correspondiera. Queremos que se haga una distribución justa”, declaró Nelson Reina, responsable de seguridad de la empresa.
Según Casa Madero, el problema comenzó cuando el manto freático redujo su caudal de mil a 400 litros por segundo, lo que obligó a disminuir las asignaciones de agua para todos los usuarios. “Los ejidatarios quisieron seguir recibiendo su misma dotación, como cuando había mil litros, y eso ya no fue posible”, explicó Reina.
Leticia Garza, gerente de Tierras y Aguas de Casa Madero, explicó que los ejidatarios de San Lorenzo riegan por inundación, o desbordamiento, un método que provoca el desperdicio significativo del agua.
“Se les ofreció implementar sistemas automatizados de riego para mejorar el uso del agua, pero ellos no aceptaron”, aseguró.
El conflicto afectó directamente a la empresa. “Nosotros dejamos de regar varias hectáreas de viñedo que murieron. De 400 hectáreas, se secaron 60”, dijo Reina.
Sobre las denuncias de ejidatarios respecto a guardias armados en Casa Madero, la empresa confirmó que cuenta con seguridad privada y armada, con permisos legales. “Sí, tenemos seguridad, pero está constituida ante la ley, tiene todos los permisos de porte de arma y es exclusivamente para protección, no para agredir”, aclaró Reina.
También negó que hayan impedido el acceso a los ejidatarios para revisar las acequias. “Nunca les negamos el acceso; se les permitió entrar para revisar, aunque esa acequia no les pertenecía”, aseguró. No obstante, acusó que rompieron cercas y tomaron el agua sin derecho legal.
Casa Madero advirtió que el conflicto se reactivó sin motivo aparente, lo que despertó las sospechas sobre ingerencia de actores externos. “A veces había paz y de repente todo se encendía. No supimos si alguien se aprovechó de la necesidad de la gente”, comentó Reina.
Por esta razón, la empresa solicitó investigar el manejo del agua en la región, pues aseguró que el recurso se desvía antes de llegar a su zona, aguas abajo. “Queremos saber qué pasó con tanta agua que no llega. ¿Quién se la lleva?”, cuestionó Garza.
La empresa pidió a las autoridades garantizar el respeto a los acuerdos y detener las prácticas que generaron tensiones en la región. “Nosotros vivimos de hacer vino y trabajamos para mantener este negocio. Tomamos decisiones difíciles y no quisimos que esto afectara más a la comunidad ni al turismo”, concluyeron.