Las condiciones operativas de los bancos de América Latina podrían enfrentar una desaceleración si se materializan los riesgos geopolíticos y aumenta la incertidumbre política y económica interna, concluyó Moody`s.
En su reporte Factores crediticios clave 2025 para los bancos en América Latina y el Caribe, la calificadora expuso que los bancos atraviesan un escenario favorable gracias a la expansión de la economía mexicana.
Sin embargo, los obstáculos específicos que enfrenta cada país en la región, como son las tasas de interés altas, el bajo nivel de confianza de personas y empresas y la incertidumbres política, harán que el crecimiento del crédito sea modesto.
La liquidez, por su parte, seguirá siendo amplia, respaldada por los depósitos de clientes. A su vez, la capitalización se mantendrá muy estable.
Moody´s destacó que el riesgo crediticio probablemente se normalizará en los próximos 12 meses, gracias a los esfuerzos de los bancos por reducir la morosidad y generar nuevas y sólidas cosechas de crédito, respaldadas por el enfoque hacia clientes de largo plazo y de alto poder adquisitivo.
“Los bancos se han enfocado en identificar y analizar minuciosamente los riesgos crediticios en los últimos 18 meses, pero cambios repentinos en la inflación, el empleo y el crecimiento provocados por enfrentamientos comerciales y geopolíticos imprevistos podrían conducir a un aumento de la morosidad”, admitió la firma.
Expuso que los índices de cartera vencida se mantendrán prácticamente estables o disminuirán lentamente, a medida que los estándares de originación lleven al crecimiento de la cartera de crédito a niveles superiores a los reportados en el 2024.
“Para mitigar el riesgo crediticio, los bancos mantendrán reservas considerables para pérdidas crediticias y utilizarán la tecnología para analizar mejor el comportamiento de los clientes y las estructuras de colateral”, declaró Moody’s.
En cuanto a la rentabilidad, la institución financiera señaló que se mantendrá prácticamente estable, con menores gastos de provisión.
La rentabilidad promedio de los bancos latinoamericanos será superior a la de sus pares en economías avanzadas, respaldada por sólidos márgenes de interés neto (NIM, por sus siglas en inglés).