Chemnitz es la cuarta ciudad germana que ostenta el título de Capital Europea de la Cultura y la primera de la ex República Democrática Alemana o Alemania del Este. En 1988, fue el entonces Berlín Occidental, en 1999 Weimar y en 2010 Essen. En este 2025, Chemnitz comparte el título con Eslovenia.
Distinguir a una urbe europea con el título también llamado de capitalidad, que resalta las manifestaciones culturales no sólo de la ciudad, sino de una región, es un título conferido por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, cuyo objetivo es lograr un acercamiento entre las ciudades del continente.
Ya institucionalizado en la Unión Europea, tuvo sus orígenes en 1985 como proyecto impulsado por la actriz Melina Mercouri, ícono del cine. Su talento también la llevó a ser cantante de éxito y su activismo político a ser nombrada en 1981 como la primera mujer ministra de Cultura, cargo que ostentó hasta 1989, para repetirlo entre 1993 y 1994.
Con amplia visión europeísta, Mercouri lanzó el proyecto de capital de cultura en el continente, y la capital griega fue la primera nombrada, en 1985. La herencia que dejó Melina Mercouri como figura cultural, política y del espectáculo del siglo XX es notable. Incluso Freddie Mercury, inolvidable e incomparable miembro de Queen, tomaría su apellido como nombre artístico, pues el real de origen persa era Farrokh Bulsara.
Espectacular fue el escenario que se montó alrededor del enorme busto de Karl Marx, donde se presentaron diversos espectáculos. La escultura de más de siete metros de altura y 40 toneladas de peso se encuentra sobre una base de cuatro metros y medio de granito, proveniente de Ucrania, y fue realizada en la antigua Leningrado, hoy San Petersburgo. La efigie fue inaugurada en 1971. La localidad ostentaba el nombre de Ciudad Karl Marx, y después de la caída del muro de Berlín recuperó su antiguo nombre, Chemnitz. Este busto es distintivo de la ciudad y domina el paisaje en una de las amplias avenidas. De hecho, está registrado como el monumento más grande de Europa. En 1990 se discutió la posibilidad de destruirlo sin encontrar consenso mayoritario.
Chemnitz tira la casa por la ventana en 2025 y sus pobladores mostraron entusiasmo al borde de la euforia el pasado 18 de enero, día de la inauguración, a la que asistieron alrededor de 70 mil personas. Durante el año se llevarán cabo unos mil actos y se presentarán más de 200 proyectos culturales en esta ciudad de 250 mil habitantes. Las inversiones para todo el año cultural ascienden a 100 millones de euros, que proceden del gobierno federal, el estado federado de Sajonia y las 38 cabeceras municipales de esta urbe.
Chemnitz se encuentra al noreste de Alemania y pertenece al estado de Sajonia, en lo que era parte de la República Democrática Alemana, en cercanías de la frontera con Polonia y la República Checa. La imagen de esta ciudad se ha asociado a las manifestaciones de extrema derecha y ataques neonazis.
En la gran cantidad de actos organizados, una línea común es la defensa de la democracia, espacios ideados para manifestaciones culturales tomando en cuenta la diversidad y la lucha contra el extremismo de derecha. Se intenta crear una nueva imagen, que vaya más allá de la gris ciudad industrial del pasado; reinventarse con nuevas ideas y sobre todo mostrar al mundo que Chemnitz va más allá de los preconceptos con que había sido definida.