Las Vegas., El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culminó una frenética primera semana de vuelta al cargo con una parada en Las Vegas el sábado para hablar sobre la reducción de impuestos a las propinas, una promesa de campaña de 2024 que hizo en el centro del juego y el entretenimiento.
Trump subió al escenario ante sus seguidores en el Circa Resort and Casino, frente a una gran pancarta en la que se leía No Tax on Tips
(No a los impuestos sobre las propinas
) y dijo que la confianza económica se está disparando en Estados Unidos.
El declive de Estados Unidos ha terminado
, dijo al comienzo de su intervención, haciéndose eco de los asuntos tratados en su discurso de investidura a principios de semana.
Desde que asumió el cargo el lunes, el líder republicano ha dado marcha atrás en un sinfín de políticas puestas en marcha por su predecesor demócrata Joe Biden y ha cumplido su promesa de rehacer y reducir la burocracia federal.
En visitas el viernes a zonas de desastre en Carolina del Norte y California, Trump prometió ayuda federal para que los estados se recuperen del huracán y de los incendios forestales, después de plantear la idea de cerrar la Agencia Federal de Gestión de Emergencias.
En Las Vegas, Trump volvió a insistir en una propuesta menos controvertida: su promesa de acabar con la tributación de los ingresos procedentes de las propinas, una propuesta que hizo por primera vez en junio mientras cortejaba a los trabajadores del sector servicios en Nevada, el estado con mayor oscilación presidencial.
Agregaría deuda por 7.5 bdd
El sector de la hostelería, muy dependiente de las propinas, representa más de una quinta parte de todos los puestos de trabajo del estado.
Sus propinas serán cien por ciento suyas
, dijo Trump, bromeando con que perseguirá a los mismos trabajadores por no haber declarado sus ingresos por propinas en los últimos 10 años.
Trump dijo que una joven y hermosa camarera
le había dado la idea para la propuesta política y bromeó diciendo que ese era el alcance de su investigación.
Las propuestas de Trump –desde ampliar sus recortes de impuestos de 2017 hasta abolir el impuesto sobre las propinas, las horas extraordinarias y las prestaciones de la Seguridad Social– podrían añadir 7.5 billones de dólares a la deuda del país en la próxima década, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, una organización no partidista.