Es demasiado pronto para conclusiones categóricas, en la jornada tres del torneo Clausura 2025 cualquier resultado es aparente. Aun así, América tuvo un despliegue que parece la estela triunfadora que le dio el tricampeonato, al golear 4-1 al Santos que no logra entrar a la competencia y luce sin esperanza.
Los de Coapa tardaron en hacerse notar, pero pasada la media hora Víctor Dávila abrió la compuerta con el primer tanto y al final del primer tiempo Erick Sánchez puso el segundo. En el complemento Alejandro Zendejas brilló con luz propia y marcó un doblete (61 y 70), pero siempre con la amenaza de crecer aún más la ventaja americanista.
Santos parecía totalmente desvalido. La banca con la cara sin expresión y empinando las botellas de agua como para hacer cualquier cosa, disimular para no ver la tragedia que estaba ofreciendo su club que además era el local. El único gol de los Guerreros fue por un penal gratuito.
A estas alturas los aficionados se preguntan si será posible para el América mantener este ímpetu para lograr un tetracampeonato. Es demasiado pronto y el rival en turno demasiado débil. Las Águilas llegan siete puntos y sube posiciones, mientras que el local Santos se hunde en la tragedia de tres derrotas consecutivas y cero puntos que los deja en el fondo de la tabla.
En otro partido, dos errores de portería se convirtieron en un gol para cada equipo que dejó el empate (1-1) entre Chivas y Tigres en el estadio Akron.
El primero fue un regalo envuelto del argentino Nahuel Guzmán, quien salió a achicar, con éxito, a Dylan Cowell, pero la pelota quedó a la deriva y sin dudarlo Teun Wilke la prendió para dejar desmadejado y sin opciones al Patón con el 1-0 para los rijiblancos apenas al minuto 4.
Chivas mantuvo la pelota pegada a los zapatos. La iniciativa y el hambre de su lado ante unos Tigres que parecían confundidos desde que recibieron el primer tanto. A pesar del ímpetu los locales no lograron sumar a su cuenta.
En el pasmo que les dejó ir en desventaja, los de la UANL no ofrecían alguna salida para igualar el marcador. El primer tiempo se agotó y cuando estaban a punto de irse al descanso, surgió el estallido de Tigres que consiguió el empate y rescribir la historia que iba hasta ese momento.
Sólo se necesitaron tres toques desde el cobro de una falta. El balón llegó al extremo izquierdo y de ahí a los pies de Juan Brunetta para mandarlo raso y sin obstáculos hasta el fondo de la portería. El trayecto se fue de forma penosa entre las piernas del arquero tapatío Raúl Rangel, una de las peores maneras de ser vencido bajó el arco.
Como suele decirse, la segunda parte fue un juego nuevo. Reanimados con ese par de goles y el empate, ambos tuvieron oportunidades de romper la igualdad, pero ahora los arqueros fueron protagonistas para salvar a sus cuadros. El marcador se quedó inmóvil.