La educación es un derecho fundamental que permite a las personas desarrollarse de manera integral, salir de la pobreza, enfrentar riesgos y participar de las decisiones que les conciernen. Por ello, la ONU reiteró la prioridad del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4: “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todos, durante toda la vida”.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que México tiene las condiciones para que, en su periodo de gobierno que coincide con el cierre de la Agenda 2030, se avance en garantizar que todos ejerzan el derecho a la educación, y en el Día Internacional de la Educación, desde la UNESCO abonamos algunas ideas a la construcción del Plan Sectorial de Educación 2025-2030 y de políticas públicas educativas integrales a nivel federal, estatal y municipal.
En el documento “Transformar la educación para lograr el desarrollo sostenible y un futuro de paz, justicia y prosperidad Visión y propuestas para México 2024 – 2030” señalamos aspectos del sistema educativo que deben priorizarse: educación inicial, permanencia escolar; recuperación de aprendizajes; vincular las becas con la movilidad social, la empleabilidad y el empleo; empoderar a las niñas y las jóvenes, en especial quienes viven en condiciones de desventaja, como la población indígena, migrante y con discapacidad; integrar las tecnologías, la educación para la paz y el desarrollo sostenible, el apoyo a docentes y el financiamiento de la educación.
México registra niveles aceptables de cobertura en primaria y secundaria, pero aún hay niños, niñas y jóvenes fuera de la escuela y otros que no han recuperado aprendizajes básicos perdidos en la pandemia. En la primera infancia (0-3 años) la cobertura fue de 3.6%, de acuerdo con el Informe de Labores de 2024 de la Secretaría de Educación Pública, siendo que el nivel inicial es obligatorio y fundamental para el desarrollo futuro de las personas. Se requiere de apoyo.
La SEP también identificó el abandono escolar que en secundaria fue de 3.2% en el ciclo 2022-2023 y de más del 11% en media superior en el de 2023-2024. Esto puede abatirse con mayor oferta educativa en zonas rurales, indígenas y urbanas marginadas y con opciones técnicas y duales en bachillerato. Las becas contribuyen a la asistencia y permanencia escolar, pero deben ligarse al empleo y la movilidad social de juventudes para un desarrollo equitativo.
Necesitamos fortalecer la educación para niñas, niños adolescentes y jóvenes indígenas y afromexicanos, con materiales en sus lenguas maternas y programas para que accedan cada vez más a la educación superior. Lo mismo para las personas migrantes y con discapacidad. Es clave impulsar su potencial y su empoderamiento para el desarrollo inclusivo del país, y no sólo ver su condición de vulneración.
Las niñas y mujeres, como ha señalado la presidenta Sheinbaum, deben ser también prioridad, brindarles espacios educativos libres de violencia y acceso igualitario a todas las carreras, incluidas las de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Las tecnologías pueden aumentar la competitividad del país y los aprendizajes, sólo al ser aprovechadas de forma ética, inclusiva y regulada. El Día Internacional de la Educación 2025 destaca los desafíos de la inteligencia artificial para los sistemas educativos, pues todas las personas deben contar con habilidades digitales y una alfabetización mediática e informacional para navegar dentro y fuera de línea sin riesgos ni sesgos discriminatorios.
Dado el crecimiento de la violencia escolar, incluida la de género, y el consumo problemático de sustancias ilegales a nivel global, hay que fomentar una educación para la paz y la Educación Integral de la Sexualidad, contrarrestar los discursos de odio y promover que cada escuela sea un entorno saludable, seguro y pacífico. Además, las emergencias por cambio climático demandan que en todos los niveles educativos se integre la Educación para el Desarrollo Sostenible y se forme para cuidar al planeta.
Desde luego, nada será posible sin el financiamiento adecuado y suficientes docentes con apoyo para su preparación, motivación y reconocimiento social para atender la diversidad y los cambios curriculares que se avecinan.
México tiene fortalezas como una gran historia educativa, una masa crítica de docentes, la fuerza y creatividad de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, una riqueza cultural excepcional, una economía creciente y una profunda vocación de transformación con justicia.
Desde la UNESCO hacemos un llamado en el Día Internacional de la Educación y ponemos a disposición la Coalición Mundial de la Educación para que el gobierno federal y los estatales y todas las comunidades educativas sigan transformando la educación para un México pacífico, sostenible y próspero donde nadie quede fuera y nadie quede atrás.