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Trabajadores latinos en Estados Unidos aportan casi 10 por ciento del PIB. Foto Ap
24 de enero de 2025 08:34
Alguien debería recomendar al megalómano Donald Trump que renueve su lista de amenazas, porque las que ahora lanza a diestra y siniestra, en su segunda estancia en la Casa Blanca, son prácticamente las mismas que (la mayoría incumplidas) en su primer periodo presidencial. Entonces, si el magnate goza su papel de ogro, de malvado de la película, pues que invente otras, porque de cualquier suerte no las llevará a la práctica, al menos en la dimensión originalmente anunciada.

Una de ellas –antes y ahora– es la deportación masiva de mexicanos que laboran en Estados Unidos (al igual que a trabajadores de otros países latinoamericanos) con lo que no sólo se afectaría el nivel de bienestar de las familias receptoras, sino que impactaría de forma negativa a la economía nacional. Trump lo advirtió en su campaña electoral y a lo largo de su primera estancia en la Casa Blanca, pero la realidad fue otra.

De acuerdo con información oficial, el magnate naranja fue quien menos deportaciones realizó en el periodo 2017-2021, siempre en comparación con los mandatarios estadunidenses precedentes, sobre todo con Barack Obama, quien hasta ahora ocupa la primera posición en este renglón.

Las remesas, amenazadas, pero, en los hechos, en ese periodo el envío de dinero por parte de los paisanos registró un incremento de 80 por ciento, al pasar de cerca de 29 mil millones de dólares en 2017, primer año de este impresentable personaje en la Casa Blanca, a casi 52 mil millones en 2021, el último.

Según la apocalíptica versión de Donald Trump, sus decisiones llevarían a la ruina a la economía mexicana y al nivel de bienestar de las familias receptoras de remesas, pero, como se documenta, en los hechos sucedió lo contrario, además de que no sólo creció el volumen de envíos de divisas, sino que la presencia de trabajadores mexicanos en la economía estadunidense aumentó, lo que fortaleció, aún más, el peso económico de los llamados latinos en aquel país, con nuestros paisanos a la cabeza.

En la mañanera de ayer, Ana Teresa Ramírez Rodríguez, directora general de Latino Donor Collaborative, se refirió a la fortaleza de la economía latina en Estados Unidos, y el consecuente disparó en el pie que para aquel país representaría si Trump cumple la referida amenaza. Dijo que el producto interno bruto (PIB) de ese grupo de trabajadores, mayoritariamente mexicanos, suma 3.6 billones de dólares (de esa cantidad, alrededor de 60 por ciento corresponde sólo a los mexicanos), de tal suerte que si ese grupo de trabajadores constituyera un país aparte estaríamos hablando de la quinta economía más grande del mundo, sólo por debajo de Estados Unidos, China, Japón y Alemania.

Por cierto, otra mediciones la ubicarían en el escalón número siete, pero de cualquier forma el producto interno bruto de los latinos en Estados Unidos da cuenta de la importancia y fortaleza económica de ese grupo (insisto, con los mexicanos en primerísimo lugar). Entonces, si Trump insiste en su deportación masiva, el efecto negativo para la economía estadunidense será muy fuerte, porque de cuajo se llevaría entre las patas poco más de 10 por ciento de su PIB.

Algo más comentó Ramírez Rodríguez: los latinos en Estados Unidos están produciendo más que países como Rusia, Francia, Inglaterra, desde luego, Brasil, todos estos países que son tan impresionantes. Además, si los latinos en Estados Unidos fueran una economía, esta sería la tercera de más rápido crecimiento de todas las economías más importantes. Nada más las de China e India estarían creciendo más rápido. Siendo la quinta economía más grande del mundo, estamos produciendo más que India, país habitado por mil 400 millones de personas; los latinos en Estados Unidos somos 63 millones, o sea, con un 5 por ciento de población en Estados Unidos producimos más que India; además, la mayoría de nuestra comunidad ni siquiera ha entrado a la fuerza de trabajo, y ya tenemos un poder de consumo tremendo.

Esta economía, dijo, no es producida nada más por los inmigrantes que apenas llegaron y que trabajan en el campo, sino por hijos de inmigrantes; de acuerdo con el Departamento estadunidense de Trabajo, 78 por ciento de la nueva fuerza de trabajo en los siguientes 10 años va a venir de nosotros, la comunidad latina.

Las rebanadas del pastel

Al más puro estilo de Vicente Fox (en 15 minutos pacificó Chiapas), Trump prometió que en 24 horas solucionaba la guerra en Ucrania. Transcurridas casi 96 de ellas, ni siquiera ha hablado con Vladimir Putin, con todo y que el líder ruso se muestra abierto al diálogo.

X: @cafevega

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