La Secretaría de Bienestar inició la construcción de un megalbergue en Nuevo Laredo, Tamaulipas, para recibir a los connacionales que sean deportados de Estados Unidos. Mientras, en Mexicali, Baja California, elementos de la Marina empezaron a levantar las carpas que servirán de refugio a los repatriados y en Nogales, Sonora se habilita para este fin la unidad deportiva Estrellas Nogalenses.

Heriberto Cantú Deándar, director regional de Bienestar Social federal, dio a conocer que el espacio en la ciudad tamaulipeca tiene como finalidad atender con dignidad y humanidad a quienes regresen al país.

Aquí, los repatriados tendrán acceso a servicios básicos como camas, alimentos, sanitarios y atención médica. El mensaje es claro: México está preparado para recibirlos con los brazos abiertos porque esta es su patria, expuso.

Con capacidad para más de 3 mil indocumentados, en este sitio se ofrecerá un apoyo económico inicial de 2 mil pesos por persona, que se les entregará a cada uno mediante una tarjeta al presentar su carta de repatriación.

Ellos decidirán si regresan a sus lugares de origen o permanecen temporalmente en el albergue. Estamos trabajando para que tengan las mejores condiciones, incluso con módulos de atención sicológica y humana, ya que muchos llegan en circunstancias difíciles, destacó Cantú Deándar, quien añadió que este esfuerzo también se extiende a Reynosa y Matamoros.

En esta última ciudad, un refugio acondicionado por el gobierno de Tamaulipas en el viejo hospital de la colonia Lucero acogió a los venezolanos cuyas citas de asilo humanitario fueron canceladas.

Familias enteras narraron la desesperación que generó en ellas esta decisión. Mi entrevista era el 25 de enero pero ya no tenemos nada qué hacer ahí, contó Jorge Casas, de 32 años, quien viaja con su esposa y sus hijos de 19 meses y 6 años.

En Mexicali, Baja California, se comenzaron a colocar seis carpas en el estacionamiento del Centro de Ferias, Eventos y Exposiciones, donde serán alojados los migrantes deportados; en Tijuana comenzará a funcionar mañana un espacio similar en el salón Flamingos.

Altagracia Tamayo, directora de la organización civil Cobina, que opera dos refugios en la capital del estado, consideró que el aumento de las repatriaciones comenzará a notarse en una o dos semanas; aunque estimó que Mexicali será uno de los puntos por donde habrá menos, pues la Patrulla Fronteriza carece de agentes suficientes.

El primer expulsado por esta urbe, luego de que asumió Trump, fue un hombre originario de Durango, que vivió 32 años en tierras estadunidenses; lo detuvieron cuando manejaba su camioneta en el norte de California.

Además, en Tijuana, un grupo de aproximadamente 100 migrantes, varios de ellos detectados durante redadas efectuadas en campos agrícolas de Denver, Colorado, regresaron la noche del martes por el paso fronterizo de El Chaparral.

Sin embargo, el secretario de gobierno estatal, Alfredo Álvarez, explicó que este grupo de trabajadores fue detenido días antes de que Donald Trump comenzara su segundo mandato.

Antes del pasado lunes Tijuana ya recibía en promedio 200 expulsados diariamente por El Chaparral, según datos del ex director municipal de atención al migrante, José Luis Pérez Canchola.

En este contexto, el cónsul general de México en Nogales, Arizona, Marcos Moreno Báez, aseguró que hasta el momento no se ha registrado un aumento en el número de deportaciones de indocumentados desde Estados Unidos.

(Con información de Carlos Figueroa, Martín Sánchez, Julia Le Duc, Mireya Cuéllar, Antonio Heras y Cristina Gómez)