Naucalpan. Méx. El arribo de decenas de migrantes extranjeros colapsa el servicio en la sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ubicada en la avenida Los Remedios, colonia Luis Tlatilco, donde familias pernoctan en calles agrestes e inseguras y en su desesperación por lograr ser atendidas en el lugar deriva en conatos de bronca.
Afuera del edificio de la Comar -ubicada en lo que fue una nave industrial, ahora habilitada como oficinas-, los indocumentados procedentes de Haití, Venezuela, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, entre otros, hacen largas filas para ser realizar su registro para obtener refugio en México.
Un trabajador de la Comar con bocina en mano intenta poner orden afuera del inmueble, pero es rebasado por el gran número de extranjeros; algunos de los cuáles optan por crear sus propias filas y ello deriva en conatos de bronca.
"Aquí afuera todo es desorden, no hay autoridad que ponga orden, requerimos de la presencia de las autoridades que nos den seguridad y ayuda Humanitaria; adentro de la Comar hay atención y asistencia, pero en la calle todo es inseguridad", expone Julio, originario de Venezuela.
Enmedio de calles faltas de alumbrado público, sin pavimentar, basura acumulada, y a un costado de casuchas del asentamiento irregular de Ferrocarril Acámbaro, a un costado de las vías del tren en desuso, se ubica de la Comar.
Aquí, a decir de los migrantes entrevistados en el lugar, el personal de la Comisión atiende en promedio a 300 personas que realizan su primer trámite de registro para lograr su refugio en territorio nacional, pero desde este mes, la llegada de decenas de extranjeros rebasa la capacidad de respuesta.
En promedio cada día llegan en promedio mil 500 indocumentados, y el servicio del personal de la Comar se ve rebasado, insisten.
Los migrantes extranjeros plantean que con el cierre de la frontera de México con Estados Unidos, triplicó la presencia de solicitantes de refugio y debido a ello, el servicio de la Comar está rebasado, "colapsó", agregan.
Familias pernoctan sobre cartones y tarimas que habilitan como camas sobre las banquetas, así enmedio del terrerío de calles de pavimentos desgastados, pasan los días en espera de iniciar su trámite de refugio.
A la zona llegan algunos vendedores ambulantes que ofrecen agua y alimentos.
Este día llegó una patrulla de seguridad pública municipal de Naucalpan, pero los elementos refieren que iban pasando pero no están asignados a la vigilancia afuera de la Comar.