Ciudad Juárez, Chih., Donald Trump cumplió sus advertencias: cerró la frontera con México y con ello truncó –momentáneamente– la esperanza de millones de migrantes que esperaban ingresar para solicitar asilo a través de la herramienta CBP One.
GALERÍA: EU cierra su frontera sur y truncan sueños de miles de migrantes
Una treintena de personas migrantes –entre ellas varios niños–, la mañana de ayer, esperaban al pie del puente fronterizo internacional Paso del Norte –que conecta esta urbe con la estadunidense El Paso– para presentar a la una de la tarde su trámite con la aplicación CBP One; sin embargo, eso no ocurrió.
Cancelaron todas las citas hasta nuevo aviso
, fue la frase de un elemento de seguridad del lado mexicano que sintetizó la primera orden de Trump: el endurecimiento de las medidas antinmigrantes, con la declaración de emergencia nacional
en la frontera sur de la nación vecina y cerrar el paso a cualquier persona sin documentos.
De nada les valió esperar meses una cita obtenida a través de la aplicación CBP One –cancelada en los primeros minutos de la administración del magnate–. Decenas que esperaron desde la madrugada de ayer en la garita para aplicar por asilo en Estados Unidos vieron frustradas sus esperanzas.
La noticia dinamitó las ilusiones de los migrantes que aguardaban para cumplir su cita.
La hora y el día que les correspondió no fueron fortuitos: coincidieron con la fecha del juramento de Trump y en un horario posterior a su toma de posesión.
Horas antes, un grupo de migrantes había pasado con cita para la mañana de ayer. Ingresaron a territorio estadunidense a las cinco de la mañana. Fueron los últimos a quienes se respetó la medida, lanzada en enero de 2023 por la administración de Joe Biden y que hasta octubre del año pasado había tramitado más de 800 mil entradas.
Al escuchar que los nuevos lineamientos de Trump borraban de un plumazo sus citas para pedir asilo, los semblantes de los migrantes pasaron de la preocupación –pues ya esperaban la desgracia– a la tristeza.
Varias horas después, ya un poco repuestos de ese primer golpe, varios comenzaron a reorganizarse. Hagan lo que hagan, así refuercen el muro o llenen de militares la frontera, tarde o temprano pasaremos, no hemos llegado hasta aquí en vano
, exclamó un cubano que estaba entre los más activos.
En su reagrupamiento comenzaron a analizar una circunstancia que los dejará en la indefensión y propensos a que sean vulnerados sus derechos humanos.
La venezolana Yalideth explicó esa nueva preocupación para miles que contaban con citas para ayer y los próximos días: este documento (del CBP One) nos permitía el tránsito libre por México, si ahora ya no es válido, ¿cuál será nuestra situación migratoria aquí?
La Jornada buscó la posición del Instituto Nacional de Migración, que hasta el cierre de la edición no expresó alguna respuesta.
Una fuente con conocimiento del tema remarcó que estas personas quedarán en la indefensión y sin argumentos de tránsito por México; mientras un funcionario federal que prefirió no revelar su identidad resaltó sobre todo que lo fundamental será visibilizar las necesidades de las personas en movilidad que están en México.
La venezolana Magdaleyne no pudo contener el llanto, pues tras meses de gastos, esperas, sacrificios, agresiones y existir al borde, entre la vida y la muerte, fue informada de que Donald Trump, sin más, decidió cancelar lo que era quizá su ultima esperanza. Foto Marco Peláez
Frente a decenas de cámaras y reporteros que documentaban las reacciones de quienes perdieron sus citas, justo al pie del puente fronterizo Paso del Norte –convertido en epicentro de la jornada de ayer–, un molesto Johnny, originario de Venezuela y que salió de su país hace más de siete meses, consideró injustas las medidas del magnate.
Mostrando el documento de la cita en el CBP One enfatizó: que tenga un poquito de conciencia con nosotros, no sabemos qué vamos a hacer ahorita, dónde vamos a dormir, qué vamos a comer, porque realmente no tenemos otra salida que ingresar a Estados Unidos con esta cita aprobada. No estamos falsificando este documento que nos están cancelando injustamente. Necesitamos una respuesta positiva, no me voy a mover de la frontera hasta que nos la den. La cita nos la dio el sistema y hoy nos rechazan como si no hubiera pasado nada. Merecemos una oportunidad como migrantes
.
Para Adel, cubano que dejó la isla hace siete meses y se adentró en la travesía de la riesgosa ruta migratoria, había esperanza que al tomar posesión como jefe de la Casa Blanca, Trump valorara el esfuerzo que miles hicieron para cumplir con la legalidad
del proceso de asilo.
Hemos pasado tantas cosas y por fin teníamos la cita y que no nos dejen pasar, es muy frustrante. Le pido al presidente Trump que me deje trabajar, no somos delincuentes.
Confundido, aún no tiene idea de qué sigue para él, aunque no desea permanecer en Ciudad Juárez. Ahora mismo no puedo tomar una decisión, quisiera irme a un lugar tranquilo, aquí es peligroso y caro
.
Aferrada a un peluche de un personaje de anime japonés, que salió con ella desde Cuba en octubre pasado, Yaimé recibió con desconsuelo la decisión del nuevo gobierno de Estados Unidos de cerrar la frontera.
Acompañada de otras dos isleñas, la chica, de 29 años de edad, permaneció sentada, distraída, con la mirada perdida tras unos lentes oscuros que, aunque poco, dejaban ver sus ojos: estaban llenos de lágrimas.
Estuvo inmóvil por un largo rato, parecía no darse cuenta que decenas de fotógrafos se congregaron a escasos centímetros de ella en busca de la mejor captura de la simbólica imagen.
Horas después, con la cabeza fría, vía WhatsApp confirmó a La Jornada sus nuevos planes: me voy a la Ciudad de México a trabajar y a esperar a que suceda algo. Quizás aplique a otra medida
.
Al otro lado de la frontera, en El Paso, a lo largo de la mañana –como ha sucedido en días recientes– la policía fronteriza realizó nuevos cierres intermitentes
del cruce por el puente fronterizo Paso del Norte, que en territorio estadunidense es llamado Santa Fe, como medida para prepararse ante intentos de ingresos masivos irregulares.
Esto provocó que el habitual tránsito binacional –vehicular y a pie– se viera detenido por largos periodos en el transcurso del día.
Había la exigencia a quienes trataban de transitar por la zona de no pasar, pues se amenazó con detenciones y hasta la posibilidad del uso de la fuerza.
Para estas acciones, los agentes estadunidenses de la Patrulla Fronteriza mantuvieron una posición defensiva, tras enormes y poderosos escudos, formando una valla humana que cerraba totalmente el paso.
Por la mañana, antes de la toma de protesta de Trump, activistas de grupos pro migrantes se manifestaron cerca de la Corte de El Paso en contra del magnate y sus políticas, no sólo las relacionadas con la movilidad humana forzada, sino también en torno a derechos humanos y de las mujeres, cambio climático, entre otras.
Por la tarde se reportó el arribo de autobuses de la Patrulla Fronteriza a las inmediaciones, junto al puente Santa Fe, que se prevé sean usados para las deportaciones masivas del régimen de Trump.