MUY SEGURAMENTE NO hubo, ni hay, sorpresa en las acciones y los dichos de Trump, el presidente convicto, pero sí sorprende que esta vez México tenga respuesta para remediar, de inicio, el problema que representa la expulsión de trabajadores mexicanos de Estados Unidos.
Y DECIMOS QUE la respuesta es de México porque esta vez no sólo es el gobierno el que responde a las agresiones del agente naranja, también los empresarios mexicanos, desde la constructora Quiero Casa, hasta la poderosa Femsa, han acordado ir al rescate de la mano de obra expulsada con una bolsa de trabajo amplia y segura.
PARECE QUE SE toman decisiones a botepronto, pero no es así. Durante muchas semanas la presidenta Sheinbaum y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, se empeñaron en ir trazando un plan de contingencia para aprovechar a los desplazados de la guerra que declaró Trump en la frontera con México, siempre que las amenazas se convirtieran en algo tangible.
HOY YA SE puede asegurar que habrá una acción decidida en contra de los migrantes, y sabemos también que los trabajos para recibir a los migrantes nacionales en el tamaño que se requiera están prácticamente listos.
ENTRE LAS MUCHAS reflexiones en torno al problema, una de las que más pesaron fue la calificación que obtienen los trabajadores empleados más allá de nuestras fronteras, calificación que puede y debe ser usada por las empresas mexicanas, pero además, según nos cuentan, más que una negociación entre las partes, los empresarios estuvieron de acuerdo en sumarse a una idea para el bien común y acudieron a la convocatoria del gobierno para aterrizar el plan que se tuvo en secreto hasta no conocer los alcances de las amenazas de Trump.
PERO NO SÓLO es el asunto de las deportaciones. Este acuerdo, que va más allá de la foto, tiene también otro sentido porque desde el inicio del gobierno circularon versiones que auguraban un choque de trenes, ahora sí, entre el gobierno y la iniciativa privada, colisión que no se dio y que deshizo otra de las falacias con las que se trató del golpear a este gobierno.
SÍ, HAY UN acuerdo entre el gobierno y una parte muy importante de los hombres y mujeres de negocios en el país, y esto augura, sin duda alguna, un momento importante para el país, así que tal vez, si las cosas salen bien y no cambian las condiciones del acuerdo, el mal que pretende Trump podría convertirse en algo beneficioso.
SEGURAMENTE MUY PRONTO podremos saber del plan de ayuda a los repatriados para asegurarnos que ahora el gobierno fue más allá de la foto y se empezará a sentir un ambiente de mejor y más justo trabajo en todo el país, pero además habrá de consolidar el liderazgo de Claudia Sheinbaum en el país, más allá de las encuestas. Muy pronto sabremos hasta dónde puede caminar esa verdad. De pasadita
Y YA QUE hablamos de empresarios, habrá que ponerle lupa a uno que busca ser hasta el muñequito de la rosca. Ya le dieron una buena parte del proyecto del Tren Interoceánico, pero quiere estar en todas.
TAL VEZ NO sea mala su intervención en algunos de los proyectos del gobierno, y eso está muy bien, pero lo que parece desmesurado es su afán por estar en todas y ser la estrella. Adivine de quién se trata.
POR LO PRONTO, y hay que decirlo bien claro, es muy probable que se esté en el umbral de una relación gobierno-IP. La transformación, entonces, sigue su camino. Así es.