Hermosillo. El endurecimiento de las políticas migratorias de Estados Unidos, tras la llegada de Donald Trump a la presidencia ha generado inquietudes en ambos lados de la frontera, así lo señalaron especialistas en un encuentro organizado por el Colegio de Sonora, donde analizaron las consecuencias de las nuevas directrices migratorias, destacando que la problemática va más allá de un solo gobierno y requiere la acción coordinada de múltiples actores y sectores involucrados.
El evento, titulado “Trump y sus galimatías: impacto de la política migratoria y sus consecuencias para las familias de estatus migratorio mixto en EU”, reunió a académicos del Colegio de Sonora, la Universidad de Sonora y el Colegio de la Frontera Norte, entre otros.
Los especialistas señalaron que la cancelación de la aplicación CBP One, utilizada para gestionar citas de ingreso legal a Estados Unidos, podría agravar la crisis en los municipios fronterizos. Esto no solo afectará la seguridad y bienestar de los migrantes, sino también la capacidad de respuesta de las comunidades que se encuentran en la línea divisoria en Sonora.
Melissa Vértiz Hernández, del Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria, alertó sobre medidas como el despliegue de tropas en la frontera sur de Estados Unidos, la cancelación de la aplicación CBP One y el endurecimiento de las redadas. “Estas acciones representan un discurso meritocrático y excluyente que afecta a niñas, adolescentes, familias y ciertas nacionalidades de manera diferenciada”, señaló.
Vértiz también instó al gobierno mexicano a asumir un rol activo como gestor de derechos fundamentales para los migrantes. “No es solo cuestión de cobijar a una nacionalidad. Es crucial fortalecer los sistemas de asilo, salud, educación y trabajo para todos los migrantes, sin importar su origen”, enfatizó.
Gloria Ciria Valdez Gardea, investigadora del Colegio de Sonora, destacó el impacto directo que las políticas restrictivas de Trump tienen en Sonora, donde el 88 por ciento de los deportados llegan desde Arizona. “Necesitamos metodologías que faciliten el retorno, la estadía segura y la integración de los migrantes en las comunidades locales”, subrayó.
Valdez también alertó sobre las fracturas familiares causadas por las deportaciones, que han llevado a que familias en México envíen remesas hacia Estados Unidos para sostener a hijos mayores que permanecen allá estudiando. “La separación familiar es una de las consecuencias más dramáticas de esta crisis, y sin políticas inclusivas, estas situaciones se agravarán”, afirmó.
Los especialistas coincidieron en que, aunque las políticas de Trump han intensificado los retos migratorios, la situación no es nueva. “La frontera es altamente porosa; por más que se intente sellar, siempre se encontrará una forma de cruzar. Esto refleja que la migración es un fenómeno global que no puede resolverse con medidas temporales o unilaterales”, indicó José Guadalupe Rodríguez, académico de la Universidad de Sonora.
Desde una perspectiva integral, los expertos destacaron que la migración no es un problema exclusivo de Estados Unidos o México, sino un desafío global que requiere la colaboración de múltiples gobiernos y organismos internacionales.
“El reto no es solo atender a los migrantes que cruzan nuestras fronteras, sino construir políticas públicas que garanticen justicia, humanidad e inclusión para todas las personas, independientemente de su nacionalidad”, concluyó Melissa Vértiz Hernández.
El encuentro reafirmó la necesidad de adoptar políticas migratorias transversales que incluyan a todos los sectores y fortalezcan los sistemas de asilo y protección en México.