°C -
|

La Jornada

Últimas noticias
Anuncio
Anuncio

En Juárez, migrantes acuden a las últimas citas antes del fin del CBP One

19 de enero de 2025 07:46

Ciudad Juárez, Chih., Un grito espabila a una muchedumbre alineada en fila al pie del puente fronterizo Paso del Norte: ¡En 15 minutos pasan! Es la voz de un agente de seguridad que exalta a las decenas de personas migrantes que esta madrugada esperan para presentar su solicitud de asilo a Estados Unidos.

Son unos 300, tal vez de los últimos que entren mediante la aplicación conocida como CBP One, lanzada hace exactamente dos años por la administración de Joe Biden para agilizar las peticiones de asilo en el vecino del norte, y que el gobierno de Donald Trump –que asume mañana– planea cancelar.

El escuchar que están por pasar al cruce fronterizo, un par de jóvenes procedentes de Honduras se funden en un abrazo. Sus sonrisas son espontáneas, muestran su felicidad, pronostican que los meses de peligro y desasosiego que enfrentaron en la ruta migratoria quedarán en el pasado.

Forman parte de los ocho integrantes de la familia Castillo que desde hace varios meses metieron su vida en una maleta, dejaron todo atrás y salieron de Honduras rumbo al norte.

Tras varios intentos fallidos en la aplicación de CBP One, el 31 de diciembre pasado finalmente se les autorizó la cita para el 18 de enero. Fue un regalo de año nuevo, comenta Cristina, una de las mujeres de esta familia que cada día se siente más cerca del sueño americano.

“Estamos emocionados, nerviosos; queremos reír, llorar. Ni comimos de la emoción… ya casi pasamos”, dice sin saber que aún les espera un largo proceso migratorio para acreditar ante una corte si cumplen con los requerimientos para recibir el asilo. De ser así, podrán ingresar de manera regular a Estados Unidos, pero si la respuesta es negativa, se les deportará.

La aplicación CBP One inició operaciones el 18 de enero de 2023. Cifras oficiales indican que hasta octubre pasado más de 800 mil migrantes habían programado con éxito sus respectivas citas. Aunque el número es insuficiente comparado con los millones de solicitantes.

El intenso frío no impide que esta gente viva un efímero sentimiento de dicha. A las 5:30 de la madrugada les dan la indicación de avanzar. Al entrar al puente fronterizo algunos se persignan, otros sonríen y unos más voltean atrás, tal vez a manera de recapitular el camino andado desde que decidieron dejar su lugar de origen.

Cuando micrófonos o cámaras aparecen, prefieren callar, cero declaraciones, no vayan a usarse en nuestra contra. Pero en corto cuentan todo.

Caminan unos 300 metros hasta llegar a la línea divisoria. De un lado, se erigen un par de banderas de México, al otro, se ven dos de Estados Unidos.

Una nueva voz se alza: “Van a pasar a las 6.30. Hagan una fila y tengan a la mano sus documentos, pasaporte, cédula y comprobante de cita… ¡No se estresen!”

El llamado no viene de una autoridad, es de una vendedora de dulces callejera, quien se toma la licencia de organizar a los migrantes, convirtiéndose involuntariamente en un apoyo para las agentes de migración (mujeres) estadunidenses, que están a unos pasos.

El surrealismo nacional al que, por la dinámica fronteriza, se suman los vecinos del norte.

Visiblemente cansados, encorvados por el frío y el agotamiento, los migrantes se vuelven a alinear respetando los sitios en la fila.

Muestras de júbilo en la fila de la garita de Paso del Norte para ingresar a Estados Unidos. Foto Marco Peláez

Hacia una nueva vida luego de una larga travesía

Hace unos meses, Alison, de 24 años de edad, huyó de su natal Holguín, en el oriente de Cuba, en busca de oportunidades en Estados Unidos. Dejó mucho allá, incluso a su pequeña hija de dos años.

Su destino es Miami, donde ya la esperan unos primos, quienes han sido los mecenas de su travesía, que se inició el 10 de octubre, cuando salió con permiso de turista de su país rumbo a Nicaragua, siguió por tierra hasta Tapachula, Chiapas, y tras conseguir la cita del CBP One viajó vía aérea hace tres días a Ciudad Juárez.

Su sueño era ser sobrecargo, pero el destino la llevó a una carrera relacionada con construcciones civiles. Sin empleo y sin opciones, decidió migrar. Ha viajado sola en toda la ruta.

–¿Qué te imaginas que harás cuando estés en Estados Unidos? –se le pregunta.

–¡Ser millonaria! –bromea–. Quiero ser modelo de maquillaje –dice orgullosa, mostrando una sonrisa enmarcada en un rostro detalladamente maquillado.

Pese a la temprana hora, se dio tiempo de acicalarse y cuidó cada detalle en su figura y vestimenta, incluso luce unas cuidadas uñas. ¡Y las traía más largas!, presume.

Susto de última hora

Para ser el primero de la fila, Jabber –originario de Colombia– y su compañera venezolana –se enamoraron en la ruta– llegaron hasta el Paso del Norte antes de las 3 de la madrugada.

Antes de enfrentar el primer filtro del lado estadunidense –la revisión de sus documentos–, vivieron un nuevo momento de tensión: pese a que él tenía todos sus documentos listos, ella no encontraba su cédula y, sin ésta, corría el riesgo de perder la cita.

Desesperados, deshicieron las maletas. La vendedora de dulces intentó calmarlos: Calma, de todos modos van a pasar. Lanzaron todo fuera de la maleta, casi al borde del llanto, la joven halló su documento y, sin esperar a su compañero, se levantó y corrió para tratar de recuperar los lugares perdidos en la fila, incluso dejó su maleta. Jabber recuperó el equipaje y se dirigió hacia donde estaban los agentes para pasar un par de personas después que ella.

Así, uno a uno, los migrantes llegaron a la primera barrera de migración estadunidense. Cumplido este paso, los esperaban un encuentro con otros agentes, quienes profundizarían en conocer sus motivos para solicitar asilo.

En contrasentido geográfico, Ciudad Juárez ya se prepara para recibir a los connacionales que pudieran ser repatriados ante el inminente endurecimiento de las políticas migratorias de Washington con la llegada al poder de Trump y la posibilidad de deportaciones masivas.

En esta urbe fronteriza se instalarán tres campamentos con capacidad para 2 mil 500 personas cada uno. Habrá otros dos en Ojinaga.

Aun cuando no hay certezas de las estrategias que seguirá la Casa Blanca, las autoridades locales calculan que en febrero podrían ser repatriados 2 mil 500 mexicanos. Las cámaras empresariales aseguran que hay plazas para emplear a todos.



Designan a sustituto de Ortiz Pinchetti en la fiscalía electoral

Santillán Julián fue asesor de la presidencia del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJ-CDMX), y también se desempeñó como coordinador B en la coordinación general de investigación estratégica de la Fiscalía capitalina.

Retira Semar casi 500 cámaras no autorizadas en 6 estados

Los sistemas de videovigilancia no autorizados cuentan con cámaras instaladas en infraestructura pública en zonas de comercio y/o cercanas a instalaciones de gobierno, refirieron las fuentes entrevistadas.

Trabajadores llevan 18 años esperando indemnización

El empresario Francisco Ballesteros Hornelas se niega a pagar y recibe la protección de jueces y magistrados.
Anuncio