Ya me ganaron. Ahora, cóbrenme, si pueden, les dijo a más de 50 trabajadores en huelga, el empresario Manuel Francisco Ballesteros Hornelas, propietario de Grujalva Asesoría y Servicios, SA de CV y Compañía Galvanizadora Nacional y otros con domicilio en Tlalnepan-tla de Baz, Estado de México.

Así llevan 18 años intentando cobrarle al patrón, sufriendo las consecuencias de la corrupción del Poder Judicial de la Federación: Cuando le ganamos el pleito se rio de nosotros, diciendo que no íbamos a poder cobrarle aunque le hubiéramos ganado. Por eso estamos aquí, aferrados para demostrarle que sí vamos a poder cobrarle, dice la trabajadora Juana Navarro Rangel de 62 años, quien se desempeñó durante ocho años como lijadora de acabados.

En entrevista con La Jornada, un grupo de trabajadores denunció las ilegalidades cometidas en su contra por parte del sistema de justicia federal y laboral, desde que iniciaron su lucha en 2007 ante la junta especial número 2 local de Conciliación y Arbitraje del Valle Cuautitlán-Texcoco, bajo el expediente 4/65/2007.

A pesar de haber ganado el juicio en cada una de sus etapas, y obtener un laudo condenatorio de fecha 7 de junio de 2008, que le exige el pago de salarios caídos y prestaciones, y también de conseguir el embargo del terreno del patrón, único bien, con domicilio en la calle Gustavo Baz 292-B, en la colonia La Loma de Tlanepantla, estado de México, Ballesteros Hornelas se negó a pagar.

Y ante la falta de pago del laudo, se procedió al remate del inmueble embargado a la patronal en 2012, pero Marín García Morena, juez primero de distrito en el estado de México, ante quien se ventila el concurso mercantil, bajo el expediente 34/2008, ordenó a la junta laboral que suspendiera el remate del inmueble, propiedad de la quebrada Compañía Galvanizadora Nacional, favoreciendo al empresario.

El juez, por corrupción, emitió una orden abiertamente contraria a la Constitución, a la Ley Federal del Trabajo y en contra de la propia ley de concursos mercantiles que establece que en estos casos no procede ninguna suspensión, porque se trata de trabajadores. Esa decisión carece de sustento legal. Y nos han hecho la vida imposible, el juez está en total contubernio con el patrón, dijo en entrevista el abogado laboralista del caso, Roberto Ramírez Tenorio.

Añadió: Los trabajadores se nos han ido muriendo sin cobrar sus laudos, la mayoría son personas vulnerables de la tercera edad. No hay justicia, con un simple oficio suspendieron el remate. A pesar de que los laudos ya están firmes desde hace muchos años, la corrupción de las autoridades ha provocado que se pongan del lado del empresario.

Un largo camino

El trabajador José Gamaliel Peregrino Ovando, de 65 años, laboró durante décadas en la empresa: “Nos dejaron de pagar primero nuestras prestaciones y después nuestros salarios. Nos tuvieron chambeando y nos daban la mitad del sueldo y nos decían: Ya te deposité y no había nada en el banco”.

Recuerda que los trabajadores se organizaron y se atrincheraron en la empresa exigiendo el pago de meses de adeudos: Nos mandaron unos perros y policías, pero no pudieron sacarnos. Algunos de nuestros compañeros ya se murieron y otros tontamente agarraron lo que el patrón les dio, pero nosotros seguimos en pie de lucha, aunque estemos viejitos.

Recuerda que al principio, el patrón los dejaba sin trabajo varios días a la semana, pero reconoce que seguían creyendo en las promesas del empresario Ballesteros Hornelas: Estuvimos atrincherados más de tres años.

José Gamaliel era fogonero, encargado de fundir a una temperatura de 450 grados el producto para galvanizar:

A veces hacía explosión la paila y nosotros no traíamos ni protección ni equipo especial para trabajar, no teníamos ninguna seguridad, pero la necesidad nos hacía estar en ese trabajo.

Esposas que abandonan

Con cuatro hijos, algunos estudiando la preparatoria, sufrió las consecuencias del desempleo: Gracias a Dios los saqué adelante, pero todos sufrimos mucho en lo personal. Hubo esposas que dejaron a algunos compañeros, porque no había economía para sustentar el gasto diario. Hubo divorcios, otros se dejaron. Afortunadamente a mí no me dejó la mía, será porque soy guapo (risas).

Agregó: Nos dieron en la torre porque las autoridades judiciales se vendieron. Y nosotros le creímos a Ballesteros Hornelas, nos decía que ya íbamos a ver la luz en el túnel, pero nunca la vimos, nunca nos pagó. Hasta que a los tres años nos sacaron a la fuerza, fue la corrupta autoridad de Naucalpan, que hizo sus tropelías en contubernio con los abogados del patrón.

Recuerda que durante años, el empresario los engañó: “Luego que nos sacaron, nos llevaron a la Junta de Conciliación diciendo que el patrón iba a venir a pagarnos, pero nunca llegó.

Puras mentiras, las pinches autoridades burlándose, corrompiéndose. Si yo los viera de frente, con perdón de usted, les mentaría la madre. Dimos parte de nuestra vida a la empresa y nos salen con que sea el juzgado el que decida, pero no hace nada, jueces corruptos. Queremos nuestro dinero.

Segundo juicio

Los trabajadores decidieron entonces interponer un segundo expediente laboral, el 475/2007 contra la Compañía Galvanizadora Nacional, SA de CV por el despido injustificado en la misma junta especial número 2 de la local de conciliación y arbitraje del Valle Cuautitlán-Texcoco.

Y obtuvieron un laudo a favor, pero fue recurrido por la parte demandada el 10 de octubre de 2011 mediante amparo directo número D-T-587/2012, sin embargo, el primer tribunal colegiado en materia de trabajo del segundo circuito resolvió el 21 de febrero 2013 negar el amparo quejoso, por lo cual el laudo quedó firme.

Sin embargo, el juzgado décimo primero de distrito en el estado de México, con el expediente de concurso mercantil número 34/2008 a petición del síndico Federico Gabriel Lucio Decanini ordenó que se suspenda el acto de ejecución del remate del terreno: El síndico se vendió con el patrón. Lo denunciamos ante el Ifecom y lo retiraron del concurso por actos de corrupción, dijo el abogado Ramírez Tenorio.

Comenta que el nuevo síndico es Eugenio Aurelio Alvírez Orozco y también favoreció al patrón: También es un corrupto vendido. Propuso un convenio ilegal en el concurso a favor del dueño y de otros acreedores en perjuicio de los trabajadores.

Dice que el juez está a punto de resolver respecto de este convenio que propone el síndico a favor del patrón:

Es un convenio leonino y fraudulento en contra de los trabajadores y a todas luces a favor de Ballesteros para tratar de recuperar o salvar el terreno. El síndico antes decía que era imperativo venderlo, pero como ya se vendió, ahora propone un convenio fraudulento para rentar el inmueble y así hacer que el empresario pueda salvarlo.

Valor del terreno: 40 mdp

El terreno mide 13 mil metros y está ubicado en una zona estratégica de Tlalnepantla, por lo cual está valuado en más de 150 millones de pesos, de los cuales 40 millones deberían ser para pagarles a los 28 trabajadores que quedan en pie de lucha.

El asunto ya no es legal, estos asuntos están ganados desde hace muchos años, ya hemos hecho todo lo posible por solucionarlo, ya nomás nos queda la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero para llegar ahí hay muchos candados, aunque se han cometido muchas ilegalidades, pero no entran al fondo del asunto, siempre han protegido al juez. Las propias autoridades judiciales impiden que se haga justicia, dice el abogado.

Recuerda que ya tenían el remate para vender el terreno y pagarle a los trabajadores, pero dijo que quienes están para velar por las leyes y se cumpla la Constitución, han protegido al patrón, incluidos los magistrados que le dan la razón a los jueces, aunque legalmente el asunto es muy sencillo.

Pedimos a gritos una reforma judicial. Lo grave es que el Poder Judicial Federal y los jueces están en contubernio para proteger al dueño del inmueble. Nos amparamos y nos dieron la razón, pero el juzgado de distrito nos pone trabas. Aquí administran justicia a favor del que tiene dinero, expuso.

Que ya nos paguen

Juana Navarro Rangel recuerda que el patrón les decía que pidieran dinero prestado para sobrevivir y que después nos pagaría: Muchos compañeros se endrogaron y uno de ellos soy yo. Son tantos años dedicados a trabajar para que ahora nos salgan con estas jaladas.

Expresó que estoy en la resistencia. Y sigo estando aquí hasta que me pague. Él decía que tenía hasta para pagarnos la risa, pues que nos pague, se burla de nosotros. Los jueces y el Poder Judicial le están haciendo segunda y le dan más la razón a él que a nosotros.

Comenta que tiene una hija, y que le tocaba los turnos de noche para cuidar la empresa: Nos sacaron como si fuéramos delincuentes, con metralleta en mano y a punto de disparar. Me mandaron a una celda, sin tener culpa, sólo por pelear por nuestros derechos. Eso no se me olvida, por eso tengo mucho coraje, estoy muy enojada. Ya no quiero estar esperando más años para que nos paguen, son casi 20 años de angustia. No es justo.

María del Pilar Alvarado Flores, de 52 años, comenta que trabajó dos años en el área de limpieza: De la noche a la mañana quedarte sin trabajo afecta demasiado. Estamos pidiendo justicia y también para los abogados que han estado en la lucha con nosotros. Y que nos paguen lo justo. No estamos pidiendo limosna, sino lo que en realidad nos merecemos por aguantar tanto tiempo, mientras él siempre se burló de nosotros.