Kansas City., Los Jefes de Kansas City están desbocados por volverse épicos. Van encaminados con la mirada fija y la meta obsesiva en convertirse en los primeros tricampeones y todo parece posible para alcanzar su tercer Supertazón consecutivo. Con otro paso firme hacia esa tierra prometida, vencieron ayer 23-14 a los Texanos de Houston para avanzar al juego de campeonato de la Conferencia Americana por séptima temporada al hilo.
Patrick Mahomes registró 177 yardas por aire y una anotación, gracias a la mancuerna efectiva con su mejor amigo Travis Kelce. Mientras en una suite del estadio Arrowhead, la multimillonaria estrella pop Taylor Swift apoyaba a su novio, el ala cerrada robaba cámara y subía los bonos de la NFL en una tarde muy productiva para los locales.
Kelce mientras tanto, se lucía y logró siete recepciones para 117 yardas y una anotación, ayudando a los Jefes (16-2) a mantener vivo el sueño de ganar un tercer títu-lo de Supertazón consecutivo, una marca sin precedentes.
Los Jefes son el cuarto equipo en la historia de la NFL que logra dos trofeos Lombardi seguidos y avanza al partido por el título de la conferencia; los tres anteriores perdieron en su intento. De modo que Kansas City enfila a una prueba que puede ser histórica para cambiar esa tendencia en el Arrowhead Stadium el próximo fin de semana contra los Bills o los Cuervos, que juegan hoy en Búfalo para intentar destronar a los campeones defensores.
Mahomes, impecable e implacable
Mahomes fue impecable e implacable, mejoró su récord de 16-3 en playoffs, empatando a Joe Montana en el segundo puesto con más victorias en la historia de la NFL, detrás de Tom Brady, y tiene marca de 7-0 en la ronda divisional. También ayudó a Andy Reid para que se convierta en el cuarto entrenador con 300 victorias en su carrera.
Lo que hace Mahomes es asombroso y avanza a pasos de gigante para entrar en el Olimpo de los mariscales legendarios. Reacciona rápido, otea el campo y tiene receptores seguros a quienes enviar el balón. Todo sale como si fuera diseñado en un pizarrón, o mejor aún, en un laboratorio.
En la imagen, el receptor Travis Kelce (87) logró siete recepciones para 117 yardas y una anotación, ayudando a los Jefes a mantener vivo el sueño de ganar un tercer título de Supertazón consecutivo. Foto Ap
Incluso en la anotación en el último cuarto y que puso frialdad a un juego que se mantuvo apretado. Los Jefes apenas llevaban una ligera ventaja de 13-12, cuando la combinación mágica Mahomes-Kelce ofreció una anotación majestuosa. El mariscal estrella de Kansas fue derribado, pero mientras caía alcanzó a enviar el balón a lo largo de 11 yardas para dar exacto en el blanco, las manos de Kelce, quien confirmó que juntos son letales.
Los Texanos, que siguen sin alcanzar una final de conferencia, facilitaron el pase de los vigentes monarcas con varios regalos. Para empezar, con un castigo a Kris Boyd por lanzar su casco que permitió que los Jefes arrancaran su primera ofensiva en la yarda 13.
Los locales no lograron completarla y se conformaron con un primer gol de campo de Harrison Butker.
Ka’imi Fairbairn, de los Texanos, y Butker anotaron otros goles de campo antes de que Mahomes activara a Kelce para una espectacular carrera de 49 yardas hasta el borde de la zona de anotación. Kareem Hunt se encargó del primer touchdown del juego que daba una ventaja de 13-3 a los locales a cuatro minutos del descanso.
Houston reaccionó con un gol de campo de Fairbairn, pero el propio pateador desperdició después una ocasión inmejorable de alcanzar a los Jefes en el marcador.
Después de que Joe Mixon anotara un touchdown de 13 yardas que acercaba a los Texanos 13-12, Fairbairn erró el punto extra en medio del júbilo de las gradas.
Sobre estas líneas, Sam LaPorta, ala cerrada de los Leones de Detroit, realiza una espectacular atrapada de ‘touchdown’ ayer en la derrota ante Comandantes de Washington. Foto Ap
El Arrowhead Stadium entró después en combustión cuando Mahomes, a punto de ser derribado, se sacó de la chistera un pase de 11 yardas para Kelce. Taylor Swift lo celebró saltando de alegría con Caitlin Clark, la jugadora estrella de la WNBA con quien compartía el palco.
La férrea defensa de los Jefes impidió que los Texanos se levantaran en el último cuarto y Butker sentenció el triunfo con otro gol de campo.
Washington tiene vocación de drama. Pero ayer avanzó al jue-go de campeonato de la Conferencia Nacional sin perder el aplomo al vencer 45-31 a los Leones de Detroit en el duelo divisional.
Los Comandantes, en ese entonces todavía llamados Pieles Rojas, no llegaba a esa instancia desde la temporada de 1991-92, año en el que salieron campeones de la liga. Jayden Daniels lanzó dos touchdowns en una actuación impecable del deslumbrante novato de Washington para llegar al juego de campeonato por primera vez desde que ganaron el Supertazón hace 33 años.
Sextos preclasificados (14-5), fueron desfavorecidos por casi dos dígitos contra los favoritos al Supertazón, los Leones(15-3), y superaron las dudas como lo hicieron toda la temporada con un mariscal de campo novato, un nuevo entrenador y un gerente general.
Detroit, primer clasificado de la Nacional por primera vez, condenó sus posibilidades al perder el balón.