estable, aunque lentoy por debajo del promedio histórico, mientras que la segunda, el Banco Mundial (BM), advierte que las economías en desarrollo
terminarían el primer cuarto del siglo XXI con las perspectivas de crecimiento a largo plazo más desalentadoras desde 2000.
Ánimo, pues, porque por estas fechas tanto el FMI como el BM desempolvan sus respectivas bolas de cristal para, en un primer ejercicio, adivinar el futuro inmediato de la economía global, y, como es tradición, lo único que esos destartalados aparatejos revelan es que el modelo económico que tanto defiende ese par está más que desgastado y no da para mucho más. Lo que sí es medianamente creíble es que China e India se mantienen como los grandes motores
de la economía global, mientras los eufemísticamente denominados países en desarrollo
generan el 60 por ciento del crecimiento mundial, aunque con elevado costo social.
Tanto el FMI como el BM divulgaron sus respectivos informes sobre las perspectivas de la economía mundial, y de ellos se toman los siguientes pasajes.
El primero, prevé que el crecimiento mundial sea de 3.3 por ciento tanto en 2025 como en 2026, por debajo de la media histórica (2000-2019) de 3.7 por ciento. Su pronóstico para el presente año se mantiene prácticamente sin cambios
respecto de la estimación de octubre de 2024, principalmente porque la revisión al alza en Estados Unidos neutraliza la baja prevista en otras de las principales economías. Se prevé que la inflación general mundial disminuya a 4.2 por ciento en 2025 y a 3.5 en 2026, y que converja hacia el nivel fijado como meta más pronto en las economías avanzadas que en las economías de mercados emergentes y en desarrollo
.
En la balanza de riesgos
a mediano plazo, señala el FMI, pesan más los factores adversos, mientras las perspectivas a corto plazo están caracterizadas por riesgos con efectos divergentes. En Estados Unidos se observan mejoras que podrían impulsar un crecimiento a corto plazo ya de por sí fuerte, mientras en otros países es probable que las perspectivas se revisen a la baja en medio de una elevada incertidumbre política. Las perturbaciones generadas por las políticas que inciden en el proceso de desinflación en curso podrían interrumpir el giro hacia la flexibilización de la política monetaria, con implicaciones para la sostenibilidad fiscal y la estabilidad financiera. Para gestionar estos riesgos, las políticas han de centrarse en equilibrar las disyuntivas entre la inflación y la actividad real, en recomponer los márgenes de maniobra y en mejorar las perspectivas del crecimiento a mediano plazo, acelerando las reformas estructurales y fortaleciendo las normas y la cooperación multilaterales
.
Por su parte, el BM considera que la economía mundial se expandirá 2.7 por ciento tanto en 2025 como en 2026, es decir, al mismo ritmo que en 2024, a medida que la inflación y las tasas de interés desciendan gradualmente. También se espera que el crecimiento de las economías en desarrollo se mantenga estable en alrededor de 4 por ciento durante los próximos dos años. Este desempeño sería más débil que antes de la pandemia e insuficiente para promover los avances necesarios que permitan aliviar la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo más amplios
.
Los próximos 25 años, subraya la institución financiera, serán más difíciles para las economías en desarrollo; la mayoría de las fuerzas que antes favorecieron su auge ahora se han disipado. En su lugar, han surgido factores adversos desalentadores: elevadas cargas de la deuda, escaso crecimiento de inversión y productividad, y aumento de los costos del cambio climático. En los próximos años, las economías en desarrollo necesitarán un nuevo modelo estratégico
.
Las rebanadas del pastel
La mafia del Poder Judicial se niega a aceptar la realidad e insiste, fallidamente, en meter palos en las ruedas del proceso de elección de jueces, magistrados y ministros. No es gratuito que la presidenta Sheinbaum acuse directamente a Norma Piña y sus guajiros de utilizar su espacio para contravenir la reforma constitucional. Lo bueno es que falta poco para que los togados
se vayan mucho a otra parte.
X: @cafevega