Bogotá. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, suspendió este viernes las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ante el mayor ataque de los rebeldes durante su gobierno, que dejó más de 30 muertos en la frontera con Venezuela.

Como en las peores épocas del conflicto armado interno, los guerrilleros arremetieron desde el jueves contra la población civil en la región del Catatumbo (noreste), donde hay más de 52.000 hectáreas de hoja de coca sembradas, según fuentes oficiales.

Allí también se enfrentaron contra disidentes de las extinta guerrilla FARC que no dejaron las armas con el acuerdo de paz de 2016.

"Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz", escribió Petro en la red social X.

"Tenemos datos ya en el terreno de más de 30 personas asesinadas, así como más de 20 heridos", aseguró a Blu Radio William Villamizar, gobernador del departamento de Norte de Santander, donde está ubicada la zona del ataque, sin aclarar si hay civiles entre las víctimas. Varios de los lesionados han sido trasladados a hospitales cercanos.

La Defensoría del Pueblo registra además "decenas de familias desplazadas" y asegura que se desconoce el paradero de unas 20 personas.

Petro empezó a dialogar con el ELN a finales de 2022, cuando se convirtió en el primer izquierdista en llegar a la presidencia de Colombia. Pero ese proceso de paz sufre constantes crisis por ataques de los rebeldes, enconadas disputas con otros grupos armados y diferencias entre las partes que han impedido llegar a acuerdos concretos.

"Tumbando las casas"

Los enfrentamientos, registrados en varios poblados cercanos al municipio de Tibú, se deben a "una disputa territorial" por el control del negocio de la droga en la zona, según Villamizar.

José del Carmen Abril, un líder cocalero de Catatumbo, relató a la AFP que miembros del ELN llegaron "tumbando las casas" para hacerse "dueños de las fincas". También amenazaron con asesinarlo.

"Me llegaron ayer (jueves) a la casa cuatro veces a buscarme y hoy salió una publicación diciendo que hoy era el última día, que me tenían que entregar muerto", contó en una conversación telefónica luego de que el ejército lo evacuara de la zona en un helicóptero.

Catatumbo es una región históricamente dominada por las guerrillas, que a principios de los años 2000 se disputaron a sangre y fuego el control del territorio con los grupos paramilitares.

En esa época, los escuadrones de ultraderecha intentaron ingresar allí asesinando a cada persona que se atravesara en su camino.

Abril relató a la AFP que con este ataque revivió aquellos enfrentamientos.

"No entendemos por qué" el ELN decidió atacar, añadió. "Creemos que (la guerrilla) cambió de ideología", sostuvo.

Diálogos truncados

"El ELN tiene que expresar, de una vez por todas, su intención, voluntad, decisión de llegar a la paz", declaró el senador Iván Cepeda, representante del gobierno en los diálogos con el ELN.

Colombia es el principal país productor de cocaína en el mundo y Tibú, el municipio con más narcocultivos, según la ONU.

La defensora del Pueblo, Iris Marín, denunció que el ELN está "yéndose directamente contra la población civil" y va "casa por casa" para asesinar a personas que considera afines a las disidencias de las FARC.

El jueves la ONU informó que cinco excombatientes de la extinta guerrilla que dejaron las armas tras el acuerdo de paz fueron asesinados en Catatumbo.

La defensora aseguró que desde noviembre de 2024 alertaron sobre la "inminente" violencia que "se podía presentar si no se tomaban medidas" y pidió "mayor presencia de la fuerza pública".

"Es una disputa, de una parte, por las rentas ilegales, por el control poblacional y por el control de la frontera con Venezuela", añadió.

Para la funcionaria, tras la cuestionada reelección de Nicolás Maduro en la presidencia de Venezuela los "cambios geopolíticos" afectaron "los intereses de los grupos en la región".

El jueves, el comisionado de paz del gobierno, Otty Patiño, denunció que el ELN está "pagando sicarios" para que asesinen a su principal asesor.

El gobierno rechaza la poca voluntad de la guerrilla para firmar la paz.

De su lado, los rebeldes denuncian una estrategia del gobierno para dividirlos, al reconocer en las negociaciones a los "Los Comuneros del Sur", una facción sublevada del ELN que opera en el departamento de Nariño (suroeste).

Levantada en armas desde 1964 y de inspiración guevarista, esta guerrilla tiene un pie de fuerza de unos 5.800 combatientes y una amplia red de colaboradores, según inteligencia militar.

El ELN ya fracasó en sus intentos de paz con cinco gobiernos. Su estructura federada ha sido uno de los mayores impedimentos para marchar con celeridad hacia un acuerdo.