En Tijuana no estamos "ni alarmados, no estamos preocupados, el tema migratorio se vive todos los días”, expuso el alcalde de esa localidad fronteriza, Ismael Burgueño Ruiz.
Sobre la estrategia de atención para las personas deportadas, a partir del lunes 20 de enero, cuando asuma la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que hay una coordinación permanente con la Federación para que responda en caso de que la capacidad de los municipios sea superada, "es un tema que requiere unidad nacional", subrayó en un comunicado.
En Tijuana se ha dispuesto de inmuebles que podrían habilitarse como albergues temporales.
“Ahí en Tijuana propusimos ya espacios privados, son naves industriales y son espacios donde vamos a garantizar una buena organización en caso de que suceda, estamos previniendo, no estamos en estado de alerta estamos listos para colaborar”, confirmó Burgueño Ruiz.
Puntualizó que no usarían instalaciones a la intemperie como campos deportivos o parques.
“No vamos a usar espacios públicos sólo espacios privados porque también de esa manera a la ciudadanía se le altera su ritmo de vida que es ir a unidades deportivas, hacer deporte con sus hijos, y de esa manera todos estamos contentos y somos parte de esta dinámica”, detalló.
Hace tres días, el presidente municipal de Tijuana, Ismael Burgueño, activó una declaratoria de emergencia en la ciudad ante la posibilidad que Donald Trump cumpla su promesa de deportaciones masivas a partir del lunes 20 de enero, día en que toma posesión.
La alerta fue aprobada por unanimidad del cabildo municipal, el objetivo es tener recursos disponibles sólo en caso de que la situación llegue a un punto crítico.
“Eso es un esquema meramente administrativo, en Tijuana el reglamento te permite hacer declaratoria de emergencia cuando tú ves venir una posible situación y te permite hacer uso del recurso municipal de manera inmediata.