La Galería de Arte Mexicano, cuya labor de impulso y difusión de los creadores nacionales ha resultado fundamental para la vida cultural y artística del país, no sólo puede jactarse de ser la primera que se estableció en la Ciudad México; fundada en 1935, también es un caso raro en el mundo por su longeva existencia. Ni más ni menos la friolera de 90 años, que cumplirá el 7 de marzo próximo.

Tal acontecimiento, adelantan a La Jornada Mariana Pérez Amor y Alejandra Yturbe, sus directoras desde hace casi medio siglo, será celebrado no echando la casa por la ventana, como ocurrió en su cincuentenario, sino con un magno programa de cuatro exposiciones que se realizarán a lo largo de este año, siendo la primera una de corte histórico, la cual será inaugurada el 4 de febrero próximo.

Aún sin título definido, tal muestra estará conformada por obras de artistas que ha manejado la galería, no específicamente en orden cronológico, pero sí de importancia y peso en el arte mexicano, con una temporalidad que abarcará de 1940 a 2000 e incluirá distintas etapas y movimientos, desde la Escuela Mexicana de Pintura, el surrealismo y los grandes maestros hasta la Ruptura, el Neomexicanismo y la Abstracción.

David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Antonio Ruiz, Gunther Gerzso, Leonora Carrington, María Izquierdo, Rufino Tamayo, Ángel Zárraga, Joy Laville, Manuel Rodríguez Lozano, Alfredo Castañeda y Jan Hendrix serán algunos de los creadores incluidos.

Me impresiona que la galería llegue a sus 90 años; es ya una larga historia. Me parece casi milagroso en un país como éste que sigamos aún chambeando, dice Mariana Pérez Amor, hija de la promotora y galerista Inés Amor (1912-1980), fundadora de este establecimiento que, a su decir, vio la luz en una época en la que el arte mexicano aún no era bien cotizado.

En México, a los coleccionistas en la década de los 30 no les gustaba el arte mexicano, sino el europeo; hasta susto les daba. Entonces, cuando abrió la galería, había muy pocos coleccionistas mexicanos que lo entendieran y les gustara. Al paso del tiempo, eso cambió. Con la Segunda Guerra Mundial empezaron a venir muchísimos coleccionistas de nuestro país y enloquecieron con el arte mexicano, resalta.

Para Alejandra Yturbe, este aniversario es motivo de profunda satisfacción, porque en este largo trecho recorrido han podido atestiguar cómo varios amigos galeristas han tenido que cerrar por la edad y porque no hay quién tome las riendas de sus proyectos.

Es muy raro que en el mundo una galería cumpla 90 años. Desde hace tiempo me pregunto qué hubiera hecho de mí si no hubiera trabajado con Inés Amor y aprendido la importancia que tiene el arte, no el negocio, sostiene.

Ese ha sido el gran secreto. No se trata de cómo Inés Amor ganó dinero, sino cómo pensó que podía trascender el arte mexicano; no se imaginó ella la importancia que tiene ahora como mujer en esos años haber dejado a México lo que está en esta galería. Eso fue clave en la vida de Inés Amor, y es lo que Mariana y yo aprendimos de ella.

Capacidad de adaptación

Uno de los grandes aciertos de este proyecto cultural y artístico, según sus directoras, ha sido tener la capacidad a lo largo de su existencia de transformarse y adaptarse a los nuevos movimientos, corrientes y circunstancias en el arte.

De otra manera no existiríamos, porque somos evolución; o te pones al día o no existes. Entender el mundo joven es siempre básico, señala Alejandra Yturbe, quien cuenta que ella y Mariana Pérez tomaron hace 25 años un diplomado en la Universidad Iberoamericana para entender qué estaba pasando y qué se avecinaba en términos del arte a escala planetaria.

“En ese tiempo, habíamos visto cómo estaba cambiando la situación del arte en el mundo; fuimos a museos, exposiciones en galerías y ferias. Así vivimos palpablemente cómo ha cambiando el arte. Esa base que tuvimos de entender el arte en el pasado nos ha servido para entender lo que pasa ahora.

No todo lo que está pasando es para calificarlo de inentendible, o que no nos gusta, o que es una cochinada. Debemos entender que las propuestas artísticas de hoy, como ha ocurrido en realidad siempre, son con respecto al mundo que estamos viviendo.

De acuerdo con ambas galeristas, la oferta a escala internacional en esta época es impresionante, no sólo en artes plásticas, sino también en música, cine y en general todas las expresiones del arte y la cultura:

Ahora, ¿qué va a pasar con todo eso hacia el futuro? Vamos a ver, porque no todo va a lograr permanecer, hay muchas cosas efímeras. El mundo es hoy global a un grado impresionante y va con una rapidez más allá de lo que podemos controlar. Entonces, también los artistas, de alguna manera, tienen esa angustia de llegar porque, si no, el que viene atrás se los come. Vivimos una evolución impresionante.

Con más de 2 mil 500 exposiciones nacionales e internacionales organizadas en sus 90 años, la Galería de Arte Mexicano se mantiene fresca y vigente al tiempo que se prepara para el futuro, gracias también a que en sus destinos participa ahora la tercera generación de galeristas, con Juan Pérez Figueroa y Rafael Yturbe, además de Patricia Torres, quien ha sido su responsable desde hace un cuarto de siglo.

Por supuesto: hay mucho por celebrar. Es un gran privilegio venir día con día a trabajar y que este lugar nos abrace. No hay mejor celebración que dejar en parte esta aportación de lo que para nosotras fueron y son los artistas importantes en México, enfatizan Mariana Pérez Amor y Alejandra Yturbe.

Igual que Inés Amor, nuestra línea ha sido apreciar el arte, tratar de difundirlo, promoverlo y tener la satisfacción de que sí lo hemos hecho. Ya el mundo dirá si bien o mal, y el tiempo nos va a calificar, pero hacer un esfuerzo y dejar lo que será un recuerdo, una impronta del arte mexicano, sí nos da mucha satisfacción.

La labor de esta galería es calificada de fundamental para la vida cultural y artística del país, ya que en ese espacio se empezó a exhibir la obra de artistas como Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Miguel Covarrubias, Rufino Tamayo, Frida Kahlo y María Izquierdo, entre muchos otros, además de poseer en la actualidad uno de los archivos de arte mexicano y latinoamericano más importantes del orbe.