La escasez de agua que enfrenta la Ciudad de México se ha visto reflejada en el incremento del servicio que se proporciona por medio de pipas, cuyo monto erogado por renta por la ahora Secretaría de Gestión Integral del Agua aumentó 17 veces durante el sexenio pasado.
De acuerdo con información obtenida vía transparencia, en 2019 se asignaron 25 millones 472 mil 92 pesos a la dotación de agua potable en carros tanques, cifra que se elevó a 421 millones 383 mil 363 pesos en 2024.
En total, de 2019 a 2024 se ejercieron mil 540 millones 94 mil 760 pesos, que se pagaron en promedio a 11 empresas que fueron contratadas para dar este servicio. En 2021 comenzaron a dispararse los recursos destinados a este rubro al asignarse ese año 208 millones 992 mil pesos.
A este presupuesto se suma el gasto realizado por las distintas alcaldías, que de manera independiente surten por esta vía a los habitantes de la ciudad. Entre ellas, la que más recursos invierte es Tlalpan, que en los pasados seis años erogó 932 millones 661 mil 760, es decir, poco más de 60 por ciento de lo realizado por la Secretaría de Gestión Integral del Agua.
Le siguen Cuajimalpa y Venustiano Carranza, que en el mismo periodo destinaron 89 millones 635 mil 898 pesos y 61 millones 945 mil 81 pesos, respectivamente.
Salvo Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc e Iztapalapa, que no reportaron gasto en renta de pipas para la dotación de agua potable, el resto de las alcaldías tienen una partida destinada a este servicio con distintos montos anuales que van desde 964 mil 981 pesos en el caso de Miguel Hidalgo en 2021, a 17 millones 796 mil pesos en Iztacalco en 2023.
En el caso de Iztapalapa, la alcaldía aclaró que cuenta con su propio parque vehicular, que consta de 119 pipas y 11 tractocamiones.
Situación preocupante
Al respecto, Manuel Perló Cohen, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, afirmó que no sólo ha habido un crecimiento en la distribución de agua mediante pipas en la Ciudad de México, sino una de normalización del servicio en esta modalidad, cuando debería reducirse al mínimo y dejarlas para la zona de la ciudad donde la red hidráulica es deficiente.
Las pipas son un componente del paisaje urbano que llegó para quedarse; antes las veías en las zonas populares, pero ahora es un fenómeno que está por toda la ciudad, no sólo en época de estiaje, como anteriormente ocurría, sino en la de lluvias, cuando debería haber más disponibilidad.
Consideró que esta situación es un reflejo del deterioro del sistema público. Cada vez más muchas familias de clase media y alta han dejado de depender de la red y se ven obligadas a recurrir a la compra de pipas, porque sí, ahí está el servicio gratuito, pero a ver cuándo te llega
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