Yaco Montero imparte desde hace cinco años clases de caliste-nia en un conjunto de barras ubicado en el Bosque de Chapultepec, pues considera que este sistema de entrenamien-to es la forma perfecta para alejar a los jóvenes de las drogas y de los fierros del barrio, que son las armas
. Este espacio forma parte del programa Pilares en la Ciudad de México, una política educativa comunitaria para regenerar el tejido social en zonas prioritarias mediante la participa-ción de sus habitantes sin importar su condición social, económica o sus creencias culturales.
El ejercicio siempre te va a ayudar en todo, pero el primer paso es aceptar tus adicciones, la idea aquí es mantenerte ocupado en vez de preocupado. Sabes qué te hace bien y qué te hace mal, todos podrán tener un vicio, hasta un cigarro, lo importante es cuando comienzan a alejar ese cigarro o ese alcohol inconscientemente durante cinco segundos por el cansancio del ejercicio
, explicó, a quien también conocen como Yaco Maniaco.
La calistenia se puede realizar sin la necesidad de equipo profesional al recurrir a parques y deportivos públicos, donde existen competencias locales y nacionales, al ser un método de entrenamiento que combina distintos ejercicios físicos que involucran el propio peso corporal, estos ayudan a mejorar la flexibilidad, resistencia y fortaleza, tanto mental como física.
Montero se llena en cada entrenamiento las manos con magnesia, un polvo blanco que evita que resbalen al entrar en contacto con las barras de metal, para enseñarles a sus alumnos la técnica correcta de realizar los ejercicios (dominadas, fondos, paralelas, entre otros). En una demostración, el entrenador sube por un tubo inclinado que supera los cuatro metros de altura, del cual se cuelga de cabeza al llegar a la cima y sonríe desde ese punto, demostrando sus 20 años de experiencia en la disciplina.
La calistenia te da confianza, una seguridad de que eres fuerte, que tu cuerpo se empezó a ver bien y te gusta como luce, pero fuera del ego te das cuenta de que al principio era por egoísmo y hoy día es por salud. El hecho de venir al bosque y estar rodeado de naturaleza te conecta con lo que nunca has hecho, es energía natural, pues sólo sentarte a recibir el sol y ver a las ardillas, además de otros animales, te cambia la noción de vida; una buena salud mental parte de mantenerse activos físicamente, es la mejor píldora que le puedes dar a tus pensamientos
, comentó.
A esta área de ejercicio se acercan personas de diferentes estratos sociales, las cuales llegan con Montero para recibir asesorías. Jóvenes de colonias populares, como América y Tacubaya, asisten pa-ra fortalecer su cuerpo, al igual que algunos residentes de las Lomas y San Miguel Chapultepec.
Segunda casa
Montero recordó que este bosque es como el segundo patio de su casa, pues él creció en la colonia América y a temprana edad visitaba las instalaciones sin saber el por qué estaban ahí.
Empecé en este mundo del ejercicio no por cuidarme, sino por la conciencia de defenderme de las batallas de la calle y para ello necesitas fuerza. El beneficio de la ca-listenia y el deporte en general es mantenerte ocupado y liberar tu mente, empiezas a compren-der tu cuerpo y espíritu al ser consciente de ti mismo. La angustia la dejas a un lado y evitas el estrés que tiene mucha gente debido a la carga emocional que les deja su trabajo, escuela, hijos y el trans-porte público; a muchas personas las encuentras en ese estado, cegadas, angustiadas, con miradas dispersas y van cargando con el peso de Atlas en su espalda.
Yako Maniaco consideró que la calistenia tuvo un crecimiento en la pandemia, debido a que no se podía asistir a los gimnasios convencionales y entrenar al aire libre fue una alternativa viable para quienes requerían realizar actividades deportivas. Además, destacó la importancia de establecer un vínculo con los asistentes para poder alcanzar sus objetivos.
No venimos a juzgar ni a criticar, simplemente el hecho de escucharlos es la clave, pues te convierte en más que un entrenador, te vuelves su amigo. Con el tiempo te platican de sus amores, escuela, trabajo y esa carga emocional a veces son como ollas exprés. El escucharlos les genera confianza y se crea un núcleo de amistad y familia
, concluyó.