Acapulco, Gro. Familias que permanecían refugiadas en la escuela primaria Artículo 123 de la colonia La Libertad tras el paso del huracán John, tuvieron que abandonar el plantel el pasado 2 de enero, ante la presión de un grupo de docentes ante el reinicio del ciclo escolar 2024-2025, por lo que ahora viven de forma provisional en una vecindad, pero para ello deben pagar renta.
El huracán John destruyó numerosas viviendas de las calles Niño Artillero, cerrada de Morelos y 16 de septiembre, en la parte alta de la colonia Libertad, debido a las lluvias torrenciales, que ocasionaron el deslave de agua, tierra y lodo, del 23 al 27 de septiembre pasado.
Debido a ello, 120 personas ocuparon la primaria Artículo 123 como un hogar seguro desde finales de septiembre pasado, mientras las autoridades toman una determinación acerca de su reubicación.
Actualmente, 28 personas pertenecientes a 11 familias comenzaron a vivir en una vecindad, pues sus casas ya no pueden ser ocupadas, ya que el arroyo que se formó por John desde la parte alta del cerro, devastó cimientos y viviendas.
Alan Godínez Rosas, habitante del sitio, expresó que "habíamos platicado con el gobierno municipal que nos iba a ayudar con lo de la renta, conseguimos la vecindad, pero es la fecha que no me responden, como está lo del inicio de las clases había presión, desde el principio dos maestros no mostraron empatía con las personas que sufrieron el daño, ya era mucha la presión".
Enfatizó que "nosotros ya entregamos la primaria, inclusive resarcimos algunos daños que se hicieron en cuestiones de las chapas, pues al principio algunos candados se botaron de las puertas, vamos a entregar pintura al director, para que se vea que estamos en la mejor disposición".
Godínez Rosas mencionó "sabemos que hay muchos problemas en Acapulco, pero es importante que no se olvide a este grupo de personas. Es necesario que nos ayude el gobierno municipal para el pago de la renta, pero no encontramos hacia dónde trasladarnos para evitar un conflicto con la ciudadanía, sabemos que hay muchas preocupaciones, que no es responsabilidad del gobierno lo que ocurrió, pero sí de atender a la población".
Señaló que algunos profesores mostraron su preocupación porque fuera a ocurrir algún incidente con los estudiantes, aunque los niños de las familias refugiadas eran alumnos del plantel.
Lamentó que la mayor parte del tiempo que permanecieron en la escuela, los damnificados percibieron un entorno de tensión en el albergue improvisado, ante los requerimientos de dejar pronto las instalaciones por cuestiones escolares, aunado al trauma psicológico generado por el derrumbe de sus casas.