Es una herida espantosa y una realidad intolerable tener 6 millones de personas en pobreza extrema en el campo mexicano, además de que hay temas pendientes –jornaleros agrícolas, informalidad en cultivos de exportación, como en el aguacate, y sequía, entre otros– sobre los cuales siguen los procesos de transformación, pero de ahí a decir que hay un campo en crisis, colapsado, no lo comparto, expresa Julio Berdegué, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Con los jornaleros agrícolas tenemos un problema muy serio, resalta. Son tan invisibles que ni siquiera tenemos un dato exacto de cuántos son. Hemos estimado que hay más o menos 2.3 millones, de los cuales 400 mil son mujeres, señala en entrevista con La Jornada y adelanta que ya trabajan en una estrategia para reconocer sus derechos.

Igualmente habla de la importancia de los inspectores en cultivos para combatir la informalidad laboral y pone de ejemplo lo que ocurre con los aguacateros.

Yo me he reunido con ellos para decirles: ustedes no pueden tener una industria tan próspera y tener más de 100 mil trabajadores que nadie asume haber contratado, en referencia a los cortadores.

Porque los del empaque, que están con contrato, con IMSS, con todo, porque no quieren que les caiga el capítulo 9 del tratado (T-MEC), dicen no son míos los cortadores, quien sabe de quién serán.

Y lo mismo pasa con los dueños del huerto, “la mayoría pequeños y medianos productores, que alegan: no son mis empleados, aquí viene una empresa –ni siquiera son formales, probablemente algunas sí–, (a quienes digo) necesito siete cortadores y vienen y me cortan”.

Pero “ahí estamos haciendo una estrategia conjunta con el secretario (del Trabajo) Marath Bolaños, con el director del Seguro Social, Zoé Robledo, y nosotros. Además, se va a sumar Alicia Bárcena (secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales) porque tenemos un problema de deforestación.

–¿De qué magnitud?

–En Michoacán, la tasa es muy baja; tenemos problemas de deforestación fuerte en Jalisco y en otros estados donde el aguacate llegó más tarde. Y si logramos que sea una actividad sin trabajo informal y sin deforestación, va a ser más próspera.

Ya me he reunido con los productores de aguacate de Michoacán y ellos sienten la presión. En una primera plática sentí que estaban abiertos, saben que tienen problemas, que si no los resuelven, pues queda una bomba ahí, con un reloj, tictac, tictac, que en cualquier rato les puede estallar.

La idea, indica, es sentarnos con esta cadena, con todos, y decirles se acabó, queremos aguacate, sí, pero sin deforestación y sin informalidad.

La agricultura se adapta cuando hay regulaciones. Queremos que se produzca, pero cumpliendo la ley, las leyes ambientales y las leyes sociales. Eso es posible, la presidenta Claudia Sheinbaum no pierde el ojo en esos dos renglones.

Programas de apoyo

Sobre los especiales que este diario ha realizado en torno al campo, el titular de Sader expone que los programas en apoyo a los pequeños y medianos productores fueron muy importantes para la reducción de 18 por ciento de pobreza extrema en los primeros cuatro años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Y en esa línea, puntualiza que para este 2025 el presupuesto de Producción para el Bienestar, Fertilizantes para el Bienestar, Precios de Garantía, Bien Pesca y Sembrando Vida es de 86 mil 800 millones de pesos.

Entonces, cuando me dicen que hay un campo abandonado, digo espérate, ve y pregúntales a esos campesinos, que son 2 millones 750 mil derechohabientes que están recibiendo este dineral.

Desde sus oficinas en la Sader, Berdegué subraya que México ocupa entre el séptimo y el décimo lugar como productor mundial de alimentos.

En los últimos años, la producción de maíz blanco aumentó 461 por ciento; de maíz amarillo, 761 por ciento; pollo, 107, así como hubo un incremento en la producción de leche, huevo, cerdo y carne roja.

Los pequeños productores –3.15 millones en 2022, de acuerdo con el último censo agrícola– producen dos tercios del maíz blanco de este país; los grandes, 15 por ciento, y el resto, los medianos.

Asimismo, resalta que en la industria de exportación los pequeños productores siembran entre 25 y 30 por ciento de berries, 66 por ciento de fresa y cebada, 99 por ciento de café, 91 por ciento de agave, tequila y mezcal, 87 por ciento de aguacate y 71 por ciento de caña de azúcar.

A todo eso, añade que en los últimos años el consumo per cápita de proteína animal aumentó 11 por ciento, porque mejoró el salario mínimo y 10 millones de personas salieron de la condición de pobreza, de manera que pueden consumirla más.

Severa sequía

El titular de la Sader no soslaya los efectos de la severa sequía que ha azotado en los últimos cinco años, sobre todo, el norte del país.

Y reconoce que la producción de trigo está en mínimos históricos. “No se puede sembrar porque no hay agua en las presas El Mayo y El Yaqui… En el corto plazo, ¿qué podemos hacer? Muy poco”, admite, aunque por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbuam se está haciendo un programa de apoyo para esos productores.

La situación en su natal Sinaloa es también muy complicada, dice, por los bajos niveles de las presas. Sinaloa normalmente puede producir en un año de 5 a 6 millones de toneladas de maíz blanco, y produjimos la mitad.

Pero destaca que siete de los 13 distritos de riego que la mandataria federal incorporó al plan de tecnificación de riego –como parte del plan hídrico nacional– tienen como propósito apoyar a la agricultura, además de liberar agua para consumo humano en las ciudades.

De ésos, dos están en Los Mochis y Culiacán, donde estamos metiendo riego tecnificado para miles de hectáreas; que nos vamos a tardar dos o tres años, sí, pero eso puede cambiar radicalmente la situación en términos de garantizar un piso fundamental de abasto a nuestro maíz blanco, no genético, que en México no se sembrará, precisa.

Berdegué también señala que la producción de frijol cayó 18 por ciento y 29 por ciento la de arroz, por lo cual es una prioridad para la Presidenta recuperar la autosuficiencia.

Condiciones desfavorables de trabajo

–Otro gran tema es la situación de los jornaleros agrícolas, que están sometidos a condiciones de trabajo muy desfavorables –se le comenta.

–La Presidenta nos instruyó a pensar en alguna estrategia integral, que estamos llamando Por los derechos constitucionales de las personas jornaleras, porque no se trata de hacer un programa con x o mil millones de pesos, porque nos quedaríamos cortitos, dadas las brechas, que son muy serias, en vivienda, educación, salud, respeto a las leyes laborales.

Se trata de que puedan acceder a sus derechos, que los reconozcamos y los prioricemos.

Parte de lo que tenemos que hacer, añade, es empezar a contarlos y censarlos, pero también que tengan un derecho preferente, para que cuenten con una identificación, porque muchos no tienen documentación.

En cuanto al maíz transgénico, ante el fallo adverso del T-MEC, el funcionario recuerda que en una declaración conjunta del secretario (de Economía, Marcelo) Ebrard y mía, porque estamos trabajando muy juntos, decimos que no estamos de acuerdo con las conclusiones.

Pero ratifica: no va a sembrarse maíz transgénico en este país y ese es el objetivo central de la reforma constitucional (que se presentará).

Para nosotros, remata, el maíz es muchísimo más que un producto y por eso lo vamos a defender.