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Congreso certifica triunfo de Trump en medio de fantasmas de su intento golpista hace justo 4 años

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La sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes fue realizada detrás de una cortina de rejas de 3.6 metros de altura respaldadas por barreras de concreto. Foto Ap
06 de enero de 2025 19:53

Washington y Nueva York. El Congreso de Estados certificó oficialmente el resultado electoral confirmando que Donald J. Trump será el próximo presidente de Estados Unidos, en un evento rodeado de fantasmas de un intento de golpe de Estado en ese mismo Capitolio hace justo cuatro años y que hoy día reafirmó que ya no existe un consenso sobre la legitimidad de los conteos electorales ni el traslado pacífico del poder.

La sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes fue realizada detrás de una cortina de rejas de 3.6 metros de altura respaldadas por barreras de concreto y protegidas por oficiales de policía y Guardia Nacional portando armas automáticas -medidas implementadas porque hace cuatro años, cuando el Congreso se congregó para certificar el triunfo electoral de Joe Biden, el entonces presidente Trump incitó a sus fanáticos dentro y fuera del Congreso que descarrilarán, con violencia, el conteo y certificación de los votos.

Este año, por primera vez en la historia de Estados Unidos, el secretario de Seguridad Interna determinó que este conteo oficial realizado hoy era un “Evento de Seguridad Nacional”, y movilizó a miles de tropas de la Guardia Nacional y ordenó la clausura de calles alrededor del Capitolio en Washington. Legisladores federales y los medios fueron obligados a pasar por varios puntos de inspección, olfateados por perros anti-bomba mientras miles de policías metropolitanos junto con otros de apoyo que llegaron de varias ciudades fueron desplegados por toda la zona federal. Todo este proceso se complicó aún más con una tormenta de nieve que ocasionó el cierre de operaciones del gobierno federal y gran parte de la ciudad incluyendo las escuelas.

Tal como requiere la Constitución, la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata demócrata derrotada por Trump en la elección en noviembre, presidió la sesión conjunta durante la cual legisladores reportaron en orden alfabético por estado el resultado en cada entidad y el total de votos obtenidos en el sistema del colegio electoral que llevó a Trump a la victoria. En las elecciones presidenciales en Estados Unidos no hay voto directo sino cada estado realiza una elección donde se eligen delegados a un colegio electoral; se requiere un mínimo de 270 votos electorales, una simple mayoría, para ganar la elección (el voto popular es secundario y a veces no determina el ganador).

Después de la lectura de los resultados estatales, Harris declaró que “Donald J. Trump, del estado de Florida, ha recibido 312 votos”. Luego de un aplauso de la bancada republicana, agregó, hablando en tercera persona, “Kamala D. Harris, del estado de California, ha recibido 226 votos”. Con la certificación de su propia derrota, Harris estaba enviando un mensaje sobre el respeto al proceso y el principio del traslado pacífico del poder. Harris rápidamente proclamó concluida la sesión conjunta del Congreso y se retiró de la cámara. En comentarios a reporteros a su salida, Harris proclamó, en clara referencia a los fantasmas de hace cuatro años, que “hoy, la democracia de America se sostuvo”.

Pero otros no estaban tan seguros. El senador demócrata Andy Kim fue uno de varios demócratas que hoy difundieron imágenes del asalto violento al Capitolio del 6 de enero de 2021 cuando los fanáticos de Trump invadieron el Capitolio para descarrilar este mismo conteo y la certificación del voto del Colegio Electoral, obligando al entonces vicepresidente Mike Pence y a legisladores de ambos partidos a huir a “sitios seguros” dentro del complejo legislativo o a la calle mientras la policía batallaba con manifestantes violentos durante horas. Al final, cuando los agentes de seguridad pública lograron expulsar a los fanáticos del Capitolio, el conteo interrumpido se completó y el triunfo de Biden fue certificado, pero las repercusiones de ese incidente sin precedente persisten.

De los aproximadamente 12 mil participantes en esa protesta violenta hace cuatro años, mil 580 han sido acusados formalmente de delitos, más de mil se han declarado culpables y otros 220 condenados en juicios, según un cálculo de CBS News basado en datos del Departamento de Justicia. Pero hasta la fecha, el presidente electo Trump ha rehusado reconocer su derrota y ha indicado que entre sus primeros actos al regresar a la Casa Blanca estará emitir indultos presidenciales a quienes han sido condenados por sus acciones ese día -no se sabe cuántos o si todos.

Biden, en un artículo publicado en el Washington Post este lunes, insistió en que su elección y la última elección de Trump comprueban que el sistema democrático en este país sigue funcionando, pero afirmó que “la democracia -aun en Estados Unidos- nunca está garantizada”. Y advirtió que “un esfuerzo incesante ha procedido para reescribir -hasta borrar- la historia de ese día [el 6 de enero de 2021]. Para decirnos que no vimos lo que todos vimos con nuestros propios ojos. Para descartar preocupaciones sobre eso como si fueran algún tipo de obsesión partidaria. De justificarlo como una protesta que simplemente quedó fuera de control”.

Biden, en esto, tiene razón. De los legisladores que este lunes certificaron la elección de Trump, 157 republicanos son gente que hasta la fecha rehúsan reconocer la derrota de Trump hace cuatro años -incluyendo al ahora presidente de la cámara baja Mike Johnson.

El propio Trump sigue argumentando que ese 6 de enero de hace cuatro años fue “un día de amor” y que aquellos acusados de cometer delitos son “prisioneros políticos”, víctimas del mismo Departamento de Justicia que lo acusó penalmente por intentar bloquear la certificación del proceso electoral.

No todos los republicanos comparten la posición de su líder máximo. En diciembre, un grupo de abogados que trabajó en gobiernos republicanos declaró que indultar ampliamente a los acusados de la violencia el 6 de enero de 2021 podría socavar el sistema político al “enviar un mensaje a estadunidenses que atacar a las instituciones democráticas estadunidenses es apropiado y justificable”.

En un editorial, el conservador Wall Street Journal argumentó que indultar a los culpados de actos del 6 de enero “enviaría un mensaje pésimo de su percepción [de Trump] sobre la aceptabilidad de la violencia política cometida en su nombre”. Pero Trump rehúsa frenar su abogacía por la violencia política o proteger a aquellos que violan las leyes al defenderlo.

Los sondeos nacionales durante el último año indican que casi un tercio de la población estadunidense cree aún que la elección de hace cuatro años fue un fraude. Para los 77 millones que votaron por Trump esta vez en 2024, sus mentiras documentadas sobre el sistema democrático en este país son aparentemente menos importantes que sus promesas sobre un futuro donde “America es grandiosa otra vez”.

Con esto concluyó formalmente el proceso electoral. Trump será coronado presidente frente a ese mismo Capitolio el 20 de enero.

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