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Desde otras ciudades

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Parejas bailan en el Parque del Pueblo de Shanghái en una tarde de verano; detrás, un transeúnte con el tradicional sombrero se cubre del sol. Foto Alia Lira Hartmann
05 de enero de 2025 08:34

El enorme contraste que un visitante de Occidente experimenta al recorrer parte del enorme país que es China, resulta difícil expresarlo en toda su dimensión, para empezar por las características físicas de sus habitantes.

No es raro toparse con un requerimiento expresado de amable manera para tomarse una foto si el visitante puede ser europeo, rubio y de ojos claros. Sin embargo, por más contrastes que sorprendan, hay una serie de prácticas en los parques públicos que invitan a unirse a los habitantes para disfrutar de una cálida tarde de verano.

los parques tienen la misma función que en Occidente: un espacio social para el esparcimiento de los habitantes de la ciudad. Aquí se pueden ver infinidad de practicantes de taichí, una disciplina que combina artes marciales y movimientos ralentizados considerada también una práctica físico-espiritual, una especie de meditación en movimiento que se asegura mejora la calidad de vida y promueve el equilibrio entre mente y cuerpo.

También algunos cantantes deleitan al público con su voz y música, además de que promueven algún disco compacto ya grabado; con la funda de su instrumento musical o su sombrero, esperan una amable donación. También abundan grupos que practican el juego de las damas chinas, la música o incluso aficionados al karaoke.

Agradable experiencia resulta ver a parejas que bailan los más variados ritmos, tanto de música tradicional china como de Occidente, incluso alguna pieza que invita a movimientos que requieren amplio espacio, como un vals.

Alguien se encarga de llevar un equipo de música con bocinas y amplificador. Los danzantes se integran y suelen ser parejas entre hombre y mujer o dos mujeres.

También hay numerosos grupos de mujeres de la tercera edad que de manera regular o espontáneamente se reúnen a bailar, incluso se conocen ya como las abuelas bailarinas y se calcula una cifra de 100 millones de damas de la tercera edad que se juntan en los parques; incluso se han organizado concursos de grupos de estas abuelas bailarinas.

Esta práctica la promueve el gobierno como parte de un plan nacional de ejercicio físico. En un país con una población que ronda los mil 400 millones de habitantes, la cifra de quienes tienen 60 años llega casi a 300 millones de personas, una quinta parte de la población.

El gobierno chino en sus políticas de atención a la tercera edad promueve una mayor participación social y el baile callejero se presenta como una alternativa accesible.

Cualquier paseante que ande por el parque, animado por la música, puede unirse al entusiasta grupo de danzantes y disfrutar de una agradable tarde donde la música y el baile derriban barreras sociales y culturales.

 

Balance de la jornada

Adiós al genial extremo derecho.

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Donald Trump y su pretensión de retomar el control del Canal de Panamá.
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