Hermosillo, Son. En su residencia, tras una larga enfermedad, Samuel Ocaña García, ex gobernador de Sonora (1979-1985), falleció esta mañana a los 91 años. Reconocido como un referente político del México postrevolucionario, el médico neumólogo deja un legado que transformó el panorama social y político del estado de Sonora.
La noticia fue confirmada por Paulina Ocaña Encinas, su nieta y actual jefa de la oficina del Ejecutivo estatal bajo el mandato de Alfonso Durazo. A través de un mensaje, expresó: “Hoy despedimos con profundo dolor al gran Samuel Ocaña García, mi querido abuelito. Agradecemos a Dios y a la vida los años que nos permitió gozar de su presencia, bondad y enseñanzas. Estaremos comunicando los datos de la misa más adelante. Gracias.”
Asimismo, el gobernador Alfonso Durazo Montaño expresó sus condolencias a la familia Ocaña y reconoció el legado de ex mandatario: “Al expresar mis más sentidas condolencias al pueblo de Sonora y a su familia y seres queridos, manifiesto también mi agradecimiento y reconocimiento por su imborrable y positivo legado sin dobleces. Don Samuel Ocaña transitó por la vida con la frente en alto, las manos limpias y los pies en la tierra.”
Nacido el 2 de agosto de 1932 en Arivechi, Sonora, Ocaña García estudió Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su trayectoria política inició como diputado local y federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), destacando por su vocación social y su capacidad para tender puentes entre distintos sectores.
En 1979, asumió la gubernatura del estado, liderando un periodo de transformación, su gestión se caracterizó por impulsar avances en salud, educación e infraestructura, consolidando proyectos que continúan beneficiando a los sonorenses. Entre sus logros destacan la construcción de hospitales en zonas rurales, la modernización de la red carretera estatal y el fortalecimiento de la infraestructura educativa.
Durante su administración, Ocaña fue responsable de la creación de instituciones clave como Radio Sonora, el Centro Ecológico de Sonora, el Centro de Estudios Superiores de Sonora (CESUES) y el Instituto Sonorense de Crédito Educativo. En colaboración con el escritor Gerardo Cornejo Murrieta, fundó en 1982 El Colegio de Sonora, una institución académica dedicada a la investigación en ciencias sociales y humanidades.
Otro de sus hitos más recordados fue la consolidación de la autonomía de la Universidad de Sonora, lo que reforzó su estatus como una de las principales casas de estudios del norte del país.
Samuel Ocaña no solo dejó huella por sus logros administrativos, sino también por su cercanía con la ciudadanía y su sencillez, valores que lo convirtieron en un líder respetado y querido. Su ética y visión progresista lo destacaron como un pilar en tiempos de incertidumbre y desconfianza hacia las instituciones. Su influencia no se limitó a su mandato; incluso después de su retiro de la vida pública, continuó siendo un referente moral y un defensor de los principios de justicia y honestidad.