Las tasas de interés de los créditos bancarios otorgados a las personas prácticamente se han mantenido sin cambios a lo largo del año, aun cuando el Banco de México (BdeM) disminuyó la tasa de referencia en más de un punto porcentual a lo largo de 2024, de acuerdo con información oficial del banco central.
Mientras la tasa de referencia se encuentra actualmente en 10 por ciento, las de productos como las tarjetas de crédito superan 35 por ciento, mientras los préstamos descontados vía nómina están por arriba de 25 por ciento.
La tasa de referencia del banco central es el instrumento que marca el costo al que se financian las familias y las empresas. A inicios de este año se ubicaba en un nivel de 11.25 por ciento, su nivel más alto desde que el BdeM tiene como objetivo controlar la inflación por medio de la política monetaria.
En ese momento (entre enero y febrero) la tasa de interés de las tarjetas de crédito, en promedio, se ubicaba en 38.5 por ciento, la de los préstamos de nómina era de 27.2 por ciento y la de los micro financiamientos y personales se situaba en 45.6 por ciento, de acuerdo con información del banco central.
En marzo, el BdeM hizo un recorte de un cuarto de punto porcentual a la tasa de referencia para dejarla en un nivel de 11 por ciento y en agosto realizó otra reducción para que el objetivo se colocara en un nivel de 10.75 por ciento y a lo largo del resto del año hizo más reducciones para que ahora se sitúe en 10 por ciento.
Actualmente, el promedio de las tasas de interés en las tarjetas de crédito se ubica en 38.6 por ciento, el de los financiamientos de nómina en 27 por ciento y el de los micropréstamos y los personales en 44.2 por ciento.
Cabe recordar que la Asociación de Bancos de México (ABM) ha reiterado en diversas ocasiones a lo largo del año que aún cuando el banco central haga recortes a la tasa de referencia, las tasas de los préstamos no disminuirán de forma inmediata, pues tradicionalmente hay un lapso de seis meses, como mínimo, para que éstas instituciones financieras hagan los ajustes correspondientes.
Como resultado de lo anterior y dada la expectativa de una desaceleración económica, las familias no se han sobreapalancado y la demanda de financiamiento crece a un ritmo menor con respecto al año previo.
Según el BdeM los saldos de la deuda total de los acreditados del sistema financiero para el cierre del cuarto trimestre del año se han mantenido en los mismos niveles en los últimos dos trimestres y el apalancamiento que se mide como la proporción del ingreso mensual que se destina al pago de la deuda también es el mismo.
“Si bien el financiamiento total al consumo mostró un importante crecimiento anual en términos reales, el crecimiento fue menor al registrado en junio. La cartera otorgada por la banca múltiple y sus sofomes vinculadas mostró un ligero aumento en su dinamismo, mientras que el crecimiento del financiamiento otorgado por el sector no bancario redujo su crecimiento. El crédito otorgado a través de las tarjetas de crédito departamentales y el automotriz de intermediarios no bancarios perdió dinamismo”, abundó el banco central en su último reporte de estabilidad financiera.