Parece que nadie tiene interés ni prisa en resolver el ecocidio cometido por Grupo México, del tóxico Germán Larrea, y por lo mismo la apuesta del consorcio es al olvido: han transcurrido 10 años y cuatro meses desde que el 6 de agosto de 2014 ese grupo empresarial derramó 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico en los ríos Sonora y Bacanuchi, lo que contaminó 270 kilómetros de territorio y afectó a ocho municipios sonorenses con alrededor de 25 mil pobladores. En su momento fue calificado como el peor desastre ambiental de la historia de la minería en México, pero del discurso las autoridades no pasaron y menos el corporativo, que se niega a remediar el tiradero que dejó.

Días atrás, La Jornada (Daniel González Delgadillo) informó que Antonio Romo, miembro de los Comités de Cuencas Río Sonora, criticó que el actual equipo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales no ha presentado ninguna acción concreta durante las primeras reuniones que han tenido en las últimas semanas para remediar la contaminación provocada por Grupo México hace 10 años en los cuerpos hídricos de la entidad.

Algo más: al considerar que los juicios son tardados, y más los ambientales, para hacer que la empresa de Germán Larrea pague los daños ambientales ocasionados, Romo insistió en que las autoridades deben atender a la población enferma, posibilitar que se sanee el río y garantizar el abastecimiento de agua potable, para evitar que los problemas sanitarios se extiendan más en la población. El año pasado, señaló, la Secretaría de Salud concluyó, tras realizar un análisis toxicológico en sangre y orina a 705 personas de 30 comunidades de los ocho municipios más afectados de la cuenca, que prevalece una alta exposición ambiental a metales pesados y a otras sustancias nocivas: arsénico, plomo, cadmio y manganeso, por lo que se muestra un comportamiento muy homogéneamente distribuido en las poblaciones, y esto podría derivar en daños a la salud muy graves, por lo que pedimos mayor voluntad política para atender el caso.

En el mismo sentido, Reina Castro Longoria, investigadora del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora e integrante del Frente Río Sonora, advierte que es grave lo que está ocurriendo, por lo que exige un ordenamiento entre el gobierno federal, Grupo México, la población y la comunidad científica para poder ya crear un plan de remediación. Es una organización básica para poder emprender una justicia ambiental; es lo que hemos buscado a lo largo de todo este tiempo, siendo la empresa la que debe pagar por estos daños. En la población existen muchas afectaciones a la salud en menores de edad y al medio ambiente ( ídem), por lo que llamó a la presidenta Claudia Sheinbaum a atender este caso.

La también integrante del Sistema Nacional de Investigadores subraya que el desastre ambiental en el río Sonora va de mal en peor, y ahora el gobernador Durazo proyecta construir presas en el cauce del río, por lo que hay ejidatarios muy preocupados, no sólo por la apuesta al olvido, sino por acciones distractivas tendientes a evadir el problema central.

En el sexenio anterior, el gobierno federal (octubre de 2023) denunció penalmente a Grupo México por incumplimiento en la remediación ambiental por el citado derrame, pero es la fecha que nadie sabe qué ruta ha seguido, si es que en realidad se presentó. Como se ha comentado en este espacio, por aquellos ayeres la entonces secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores, presentó un informe sobre dicho desastre ecológico, y un elemento que subrayó fue que el corporativo involucrado (el de Germán Larrea) gastó cuatro veces más en propaganda que en atender la salud de la población afectada y las consecuencias ecológicas en el área.

Tras el derrame tóxico, en el sexenio de Peña Nieto, con bombo y platillo se presentó en sociedad el Fideicomiso Río Sonora, al que, supuestamente, Grupo México habría destinado 2 mil millones de pesos para remediar el tiradero que dejó. Sin embargo, la ex secretaria Albores informó que en los hechos sólo destinó la mitad de esa cantidad, la mayoría para lavarse las manos y desvergonzadamente asegurar: cumplimos.

Diez años después, se mantienen la contaminación, los problemas de salud de la población afectada, la impunidad de Grupo México y la lentitud de las autoridades. ¿Hasta cuándo?

Las rebanadas del pastel

Van un fuerte abrazo y los mejores deseos para 2025. México, SA se toma unos días de descanso, pero retorna a partir del próximo 8 de enero. ¡Salud!

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