Con el repicar de las campanas de la Catedral Metropolitana y la apertura de su puerta principal se da inicio al Año Jubilar 2025, denominado "Peregrinos de la Esperanza" que estará vigente durante todo este lapso que será considerado un Año Santo.
La Arquidiócesis Primada de México, al igual que todas las diócesis en el mundo, continúan con la acción del Papa Francisco, quien el pasado 24 de diciembre abrió la puerta principal de la Basílica de San Pedro.
El Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes recibió a la procesión que llegó enunciado vivas y plegarias. "Gloria a Dios", gritaron los feligreses al abrirse la puerta principal, denominada "Puerta del perdón", hecha de madera de ciprés de casi ocho metros de largo y cuatro de ancho, la cual estaba adornada por un arco de diversas flores y plantas.
Por poco más de una hora, la procesión que partió desde la Rectoría Inmaculada Concepción, en la colonia Tlaxcoaque rumbo a la Catedral Metropolitana, realizó tres paradas, en cada una hizo una catequesis. La primera fue en el Templo de San Miguel Arcángel, sobre 20 de Noviembre y José María Izazaga.
Retornaron el andar hasta el Templo de Jesús Nazareno, en 20 de Noviembre y República del Salvador.
Finalmente, llegaron al Templo de San Bernardo ubicado en 20 de Noviembre y Venustiano Carranza.
La gran cantidad de creyentes rodearon los principales accesos a la Catedral, además de una gran cantidad de guardias de seguridad formados en cadena humana y personal de la Guardia Nacional, quienes abrían paso para que el Arzobispo, seguido de la procesión pudieran llegar hasta la puerta.
Entre la algarabía, fue difícil escuchar la lectura a la bula papal del Jubileo como parte del acto solemne. Pero las gotas de agua bendita que cayeron poco después de abrirse la puerta dejaron satisfechos a muchos de los presentes.
Otros buscaron la manera de ingresar, como pudieran, a la Catedral para escuchar la Santa Misa que sería encabezada por el Arzobispo. Algunos católicos prevenidos desde temprana hora esperaban sentados en las butacas y otros más estuvieron parados en los pasillos intentando llegar al altar mayor, mientras que algunos ya resignados se quedaron frente a las diversas pantallas que colocaron dentro del inmueble histórico.
La editorial Desde la Fe señaló que este año de esperanza es un oportunidad para sanar "una sociedad lastimada de la violencia, la depresión, la marginación y las múltiples realidades que vivimos". La apertura de las puertas es una representación del corazón de Jesús que está abierto para todos.
"La Puerta del Perdón" estará abierta hasta el 28 de diciembre de 2025, con la finalidad de "experimentar el encuentro con la misericordia divina y la esperanza que este jubileo representa", de acuerdo a la Arquidiócesis, significa el acceso al perdón divino y la renovación espiritual.
El año jubilar es una tradición de la Iglesia que otorga una Indulgencia Plenaria, que será otorgada sólo a quienes cumplan con condiciones establecidas: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa. Además, la Arquidiócesis recomienda realizar estas acciones dos veces al día, junto con anhelar la indulgencia por uno mismo y por la de un difunto.