En uno de sus poemas, Bertolt Brecht narra que Lenin le pidió a un soldado de la guardia roja que no regresara a su hogar y se quedara para seguir combatiendo a los explotadores, y el soldado se quedó ya que:
“Si un hombre bueno quiere irse,
¿con qué se le puede detener?
Dile para qué es útil.
Eso lo detiene”
Años después, aquel soldado frente al cuerpo inerme de Lenin se negaba a creer que éste había muerto, entonces dijo: “Ilich, ahí vienen los explotadores”, esperando que Lenin se levantara y viniera al combate, pues Lenin era de los hombres fuertes e imprescindibles que luchan toda su vida. El soldado vio que el cuerpo no se movía y por fin aceptó que Lenin había fallecido.
Al igual que aquel soldado soviético, en México tres jóvenes comunistas desearon que Lenin se levantara nuevamente, eran Eli de Gortari, Narciso Bassols y Pedro Rojas, quienes en 1938 habían hecho una propuesta política al Partido Comunista Mexicano (PCM) para el trabajo de la universidad, pero había sido vencida. ¿Cómo hacer que la dirección del PCM rectificara su política y aceptara la propuesta de trabajo del trío de jóvenes comunistas?
El Congreso Extraordinario del PCM en 1940 demostró que la Internacional Comunista (IC) tenía la autoridad para influir determinantemente en las decisiones de la dirección, a tal punto que se expulsó a Hernán Laborde y Valentín Campa. Pero a Eli de Gortari y sus dos amigos no contaban con el apoyo de la IC, así que decidieron resucitar a Lenin por medio de la fantasía, y le dieron vida en Ninel. Farsa de teatro político en tres actos, obra escrita a seis manos, en la que Lenin revive para apoyarlos en su crítica a la política universitaria y juvenil del PCM.
En el primer acto los científicos del Instituto de Ciencias Biológicas de Leningrado anuncian que descubrieron la forma de volver a dar vida a seres orgánicos por medio de la inyección de un compuesto llamado “kataar”, que es aplicado al cuerpo de Lenin logrando que éste cobre vida. Luego el líder bolchevique resucitado se reúne con Stalin, Kalinin, Dimitrov, Kaganovich y Voroshilov, quienes le dan la prensa para que se entere de lo que ha ocurrido en el mundo durante los últimos años.
Luego de esto, Lenin se reúne con Krupskaia para compartirle su plan: dado que Stalin está haciendo un magnífico trabajo con la construcción socialista en la URSS e ir a España podría generar un conflicto internacional, viajará de incógnito a México.
En el segundo acto Lenin viaja clandestinamente a México y, sin ser detectado, se presenta en la sede del PCM cuando está por comenzar la reunión del Buró Político (BP) que debatirá la cuestión de la universidad. Valentín Campa detecta a Lenin, pero éste le pide que no revele su identidad para presenciar la reunión sin que los camaradas se alteren al saber que él está ahí.
En el tercer acto se desarrolla la reunión del BP presidida por Campa, con la presencia de Eli de Gortari, Pedro Rojas, Narciso Bassols, José Revueltas, Natalio Vázquez Pallares, Ambrosio Velázquez El chamaco, y Lenin camuflajeado.
Al comienzo del debate Carlos Sánchez Cárdenas expone que la política del Partido con respecto a la universidad, afirma con menosprecio que es un “trabajo sencillo” para los jóvenes comunistas, e incluso fanfarronea afirmando que él tiene buena relación con el rector Chico Goerne y que ha tenido varias reuniones con miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas de México (JSUM). Mientras tanto, Lenin se ríe y susurra críticas a los argumentos de Sánchez Cárdenas y Valentín Campa enrojece de enojo y vergüenza al oír ocurrencias que molestan a Lenin.
Luego, toca el turno a Eli de Gortari de exponer su propuesta política que ha sido elaborada por escrito como “Estudio sobre la cuestión de la universidad”, texto que Sánchez Cárdenas decía haber leído pero que en su intervención demuestra lo contrario. La reunión del BP se desenvuelve con la intervención de Enrique Ramírez y Ramírez quien apoya a Sánchez Cárdenas, luego hablan Narciso Bassols y Pedro Rojas a favor de Eli de Gortari.
En medio del bullicio y desorden Lenin decide intervenir sin revelar su identidad, pero al ponerse del lado de Eli de Gortari es criticado, y esto desespera a Campa. Los ánimos se agitan hasta que, por fin, Lenin decide hacer una intervención extensa y sabia para zanjar la discusión, y por si eso no bastara, también devela su identidad.
Esto cambia la correlación en el debate, pues el apoyo de Lenin a la propuesta política de Eli de Gortari hace que todos cambien su voto y así se aprueban las ideas de Bassols, Rojas y de Gortari sobre el trabajo en la universidad y la creación de una organización comunista paralela a la JSUM.
La fantasía de revivir a Lenin para ganar una discusión política, fue la única salida que Eli de Gortari y sus dos camaradas encontraron para enfrentar la realidad en la que perdieron el debate sobre la cuestión universitaria.
Pese a la desavenencia entre De Gortari con la política del PCM y la personalidad de Sánchez Cárdenas, el futuro filósofo se mantuvo en el PCM, e incluso en la década de 1940 participó en otras discusiones internas de la organización, por ejemplo, escribió una refutación de las ideas del comunista estadunidense Earl Browder cuya influencia ideológica en el PCM fue dañina, y también propuso revertir la decisión de Laborde y Campa de cambiar el nombre del periódico del PCM de El Machete a La Voz de México.
La obra Ninel nunca fue puesta en escena, pues sus destinatarios eran los militantes del PCM y el objetivo era presentar una crítica interna, sin embargo, no sabemos si llegó a manos de la dirección del PCM y la repercusión que pudo tener. En todo caso, ésta no fue la única incursión literaria del filósofo marxista Eli de Gortari, y es apenas una pequeña parte de su obra inédita que vale la pena rescatar.