Moscú. El avión de Azerbaiyán Airlines que se accidentó en el oeste de Kazajistán sufrió daños en el espacio aéreo de Rusia, pero no fue un derribo intencional, declaró el presidente azerí, Ilham Aliyev.
En una entrevista con la televisión nacional este domingo, Aliyev afirmó que la lectura de las cajas negras permitirá responder a muchas interrogantes, particularmente, por qué el avión no pudo aterrizar en la ciudad rusa de Grozni, en qué medida se vio afectado por los medios de guerra electrónica y cuán graves resultaron las consecuencias de una explosión cerca del avión.
Los múltiples agujeros en el fuselaje, según el mandatario azerí, desmienten por completo la hipótesis preliminar de un choque con una bandada de pájaros.
Al mismo tiempo, Aliyev reconoció que "el avión no fue derribado sobre el territorio de Rusia deliberadamente".
En su entrevista, el presidente mencionó que los dispositivos de guerra electrónica hicieron incontrolable la aeronave y que "la cola del avión sufrió graves daños como resultado de disparos desde la tierra".
Aliyev reprochó a organismos oficiales de Rusia por presentar versiones alternativas, relacionadas con la explosión de una bombona de gas, lo que a su juicio demuestra el deseo de "encubrir el asunto".
El mandatario elogió el profesionalismo y heroísmo de los pilotos que consiguieron realizar un aterrizaje de emergencia y salvar a una treintena de pasajeros.
En la mañana del 25 de diciembre, un Embraer 190 de la compañía Azerbaiyán Airlines (AZAL) con 67 personas a bordo, que cumplía la ruta entre la capital de Azerbaiyán, Bakú, y la ciudad rusa de Grozni, se estrelló cerca de Aktau, en el oeste de Kazajistán.