Durante años, el gobierno de Nuevo León y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se han acusado mutuamente del mal manejo en la protección del oso negro americano, ursus americanus, especie en peligro de extinción.

El incremento en los avistamientos de estos ejemplares en distintos municipios de la zona metropolitana de Monterrey ha dejado al descubierto la incapacidad de la Federación y autoridades estatales para atender y resolver está problemática.

La falta de protocolos de los ayuntamientos y el desastroso manejo del Parque Ecológico Chipinque, ubicado en la Sierra Madre Oriental, que con la colocación de basura provocó que los osos se acostumbraran a los desechos y empezaran a buscarlos en las zonas habitacionales.

Durante el presente año se han recibido reportes de más de 200 avistamientos, un 40 por ciento más que el año pasado, según datos de Érik Cavazos, director de Protección Civil de la Secretaría General de Gobierno, en entrevista con La Jornada.

Estamos trabajando con la población en la cuestión preventiva: se pide a la gente que no les dé comida, que evite tomarles fotos o videos. Obvio se han hecho reubicaciones en conjuntos con la secretaria de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León llevando a cabo el protocolo, explica el funcionario.

Agrega que se duerme al ejemplar y se le traslada a la montaña, específicamente a la zona de campo Morelos, se le etiqueta y se le pone arete, y ahí se deja, en un hábitat más alejado de la población.

Sin embargo, mover a los osos de su hábitat privilegiando a los vecinos y afectando a los animales, no es la solución, según activistas, ambientalistas y expertos en la materia.

Alertan que esas reubicaciones o traslocaciones, han causado un alarmante aumento de muertes de osos, tanto en zonas alejadas de su hábitat, como en las carreteras cuando los oseznos intentan regresar a la Sierra Madre.

En entrevista, el veterinario Miguel Ángel Gómez, especialista en fauna silvestre, denuncia: Han muerto cientos. Mueven a los osos a Picachos y otros lugares y al llegar son atacados y fallecen porque no pertenecen a ese lugar; luego los osos quieren regresar y terminan atropellados en las carreteras. Las autoridades de los tres niveles no se ponen de acuerdo.

El gobierno de Nuevo León dice que Profepa trasloca a los osos y esta procuraduría, con sus grandes deficiencias, indica que son dependencias estatales, esto aunado a que ninguna autoridad hace algo por educar a la ciudadanía para vivir cohabitando con los osos; de alguna manera urge, por lo menos, poner un límite a lo que está pasando, reprocha.

Crean la Guardia Forestal... de dos elementos

Desesperados por acotar el problema, el gobierno nuevoleonés, a través del nuevo director de Parques y Vida Silvestre, Glen Villarreal Zambrano, amigo y antiguo secretario de comunicación del mandatario Samuel García, y secretario general del partido Movimiento Ciudadano en el estado, anunció la creación de la Guardia Forestal para intentar proteger a los osos.

Villarreal Zambrano fue acusado penalmente de los delitos de corrupción, ejercicio ilícito del servicio público, cohecho y abuso de autoridad, entre otros.

Supuestamente 50 guardias forestales vigilarían el cumplimiento de las normas ambientales, como la correcta disposición de residuos para evitar el acercamiento de los osos. Actualmente sólo hay dos elementos.

La guardia consiste en un grupo de oficiales de conservación de diferentes rangos que van a ser funciones de guardabosques en diferentes parques que administra Parques y Vida Silvestre así como de Guarda Pesca en la presa el Cuchillo y en áreas naturales protegidas que aunque no las administremos podemos ayudar a su conservación, detalla el funcionario.

Villarreal Zambrano anunció un protocolo de atención a las interacciones oso negro americano-sociedad, que se prevé sea publicado el próximo mes y contempla sanciones económicas contra los vecinos por no depositar la basura en contenedores a prueba de animales silvestres.

Hasta ahora, el gobierno y los municipios han ignorado las peticiones de apoyo de las asociaciones de vecinos y se niegan a proporcionar dichos cestos de basura anti-osos.

Cada contenedor de acero ronda los 15 mil pesos y los colonos de las áreas más montañosas han señalado la necesidad de que las autoridades coloquen dichos botes.

Los guardias forestales van a aplicar sanciones, desde multas, decomisos y clausuras. Todos vamos a tener que ponernos muy bien las pilas para estar dentro de la regla y proteger entre todos a nuestra fauna silvestre, subraya el director de Parques y Vida Silvestre.

Advierte que las denuncias de actividad de osos en un vecindario o sitio debido a residuos orgánicos o atrayentes (alimento, comida para mascotas, agua, árboles frutales sin cosechar, comederos de aves, etc.) no asegurados serán investigadas. Parques y Vida Silvestre de Nuevo León prioriza la educación para lograr el cumplimiento y buscará resolver el problema antes de emitir sanciones. Sin embargo, las sanciones impuestas por la Secretaría de Medio Ambiente ya existían en el papel, pero nunca se aplicaron.

La norma ambiental estatal emergente NAE-SMA-009-2023 estipula lineamientos para el almacenamiento de la basura en zonas forestales y de interfaz con zonas urbanas y establece multas con el objetivo de que los osos no ingieran basura.

Mientras las autoridades de todos los niveles intentan ponerse de acuerdo desde hace una década en torno a este problema, la sociedad civil se organiza para intentar salvar al oso negro americano y ofrecer alternativas a los vecinos para una sana cohabitación con esa especie.

No podemos separar la naturaleza de la sociedad o el ambiente de la humanidad; somos totalmente sistémicos y mientras no se incluya a los expertos, a los ciudadanos interesados y comprometidos, junto con el gobierno, nunca vamos a progresar en este tema y lo seguirán pagando los pobres osos, lamenta la activista ecológica Patricia Pérez, vecina de Valle San Ángel, una de las colonias con más avistamientos, en el municipio de San Pedro Garza García.

La defensora de los osos critica la mala actuación de los tres niveles: Yo culpo y hago responsables a la autoridades de lo que está pasando con los osos. No tienen el compromiso de asumir los roles que les competen. Estos animales son parte del ecosistema, representan y realizan una función ambiental tan importante, que muchas veces desconocen los funcionarios.

Afirma que “la mayoría de estos servidores públicos no están preparados, no tienen las herramientas, son personas que han sido elegidos por conveniencia política para no afectar al gobierno; porque algunos son delincuentes, y los tienen que proteger, dándoles nombramiento de servidores públicos que gozan de fuero. Esas personas nunca van a hacer nada de lo que realmente deben de hacer, están ahí para protegerse de todo lo que traen atrás, no tienen los perfiles, entonces, no podemos avanzar en la protección de los osos, condena.

Contrario a lo que piensa Patricia Pérez, el director de Protección Civil de la Secretaría General de Gobierno, Érik Cavazos, asegura que hay muchos osos a pesar de que el ursus americanus es una especie declarada por la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en peligro de extinción, según la NOM-059-Semarnat-2001.

Sobrepoblación de oseznos

Hay una sobrepoblación de osos. Éstos ya no se está acostumbrando a cazar, a recolectar su comida en la tierra; sabemos que el desplazamiento o asentamiento de la ciudad, va creciendo, pero aunado a que aquí tenemos una gran cantidad de osos, es parte de una combinación de la problemática y del manejo de residuos, argumenta el funcionario.

–El director de Protección Civil dice que hay sobrepoblación de osos, ¿cómo ve?, se le pregunta a Patricia Pérez

–Pobre hombre, hay que mandarlo a estudiar. Hay cantidad de documentos que señalan que el oso es una especie en peligro de extinción. El oso americano solamente habita en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey. No hay esta variedad en ninguna parte del mundo, ese señor debería documentarse, ponerse a estudiar, porque no tiene idea de lo que está declarando.

Sin osos, no hay bosque

Los osos contribuyen a la regeneración del bosque de la Sierra Madre dispersando las semillas y preservando las manchas forestales dentro de sus territorios. Son necesarios, ya que por su dieta y sus largos recorridos ayuda a preservar los bosques que habitan, destaca la ambientalista.

Nuestros osos no necesitan que les den de comer, hay gente que piensa que es bueno hacerlo, malamente; incluso hay quien se acerca a darles de comer en la mano, toda esa gente tiene que entender que el oso no se está muriendo de hambre. Nuestros osos están en maravillosas condiciones, gordos, con un buen pelaje, tienen una buena condición de salud, puntualiza.

Los osos que viven en la montaña, tienen acceso a cantidad de alimentos como frutos y bellotas las cuales trituran y a la hora de defecar, las depositan en la tierra, y de esa manera se prolifera el bosque.