La Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) de la Universidad Veracruzana (UV) celebró un episodio histórico en la consolidación de la agrupación: la llegada de una veintena de músicos polacos a sus filas en la década de los 70, que con su técnica y repertorio enriquecieron el paisaje musical del Golfo de México.

En entrevista con La Jornada, Andrzej Dechnik, principal contrabajo en la OSX, reconoce que los intercambios enriquecen siempre en ambos sentidos. Nunca hay que cerrarse a las influencias, hay que estar siempre en esa corriente. Los polacos no sólo trajimos lo que sabíamos, sino que también nos enriquecemos con la música mexicana; en nuestras giras por el mundo tocamos repertorio mexicano para que lo conozcan.

El músico narra que fue en 1974 cuando su compatriota Maurycy Mazuryk se convirtió en el primer polaco en llegar a Xalapa, Veracruz. Detrás de él y hasta 1980, violinistas y contrabajistas de aquella nación europea protagonizaron una diáspora, al dejar su país natal para sumarse a la OSX.

Entre ellos figuraron Ryszard Zerynger, Andrzej Zaremba, Adam Wajda, Wladislaw Halon, Janina Harasymowicz, Elzbieta Boniakowska, Alicia Jastrzebska, Andrzej Kalarus, Miroslaw Szklarczyk y Jerzy Lemiszka.

“Por muchos años, a Mazuryk lo llamamos doctor Muro, porque cuando llegó a la ciudad, la UV estaba de vacaciones. Nadie fue por él al aeropuerto y tuvo que pasar su primera noche recostado sobre un pequeño muro en la antigua terminal de autobuses. Afortunadamente, alguien lo ayudó y pudo integrarse rápidamente a la comunidad”, relata Dechnik.

Hasta ese periodo, la mayoría de los integrantes de la OSX provenían de Estados Unidos, así que cuando el grupo de Polonia se integró a la agrupación, le dio un carácter multicultural. Los instrumentistas trajeron consigo no sólo su talento y técnica, también la tradición musical polaca, especialmente obras de compositores como Frédéric Chopin, Karol Szymanowski y Krzysztof Penderecki. “En aquellos años, la vox populi decía que la OSX en realidad era la de Polonia, pero no, no era cierto. Nosotros éramos apenas 16 o 18”, agregó.

En el momento de aquella migración, el país de Europa del este se encontraba bajo el régimen comunista, y aunque todavía prevalecía un control estricto sobre las expresiones artísticas, en la música clásica se disfrutaba de relativa libertad, con músicos que viajaban al extranjero y llevaban consigo las composiciones de su patria.

Mientras tanto, en México se vivía un periodo de consolidación y crecimiento en varias instituciones musicales. Las orquestas Sinfónica Nacional y Filarmónica de la UNAM veían fortalecida su presencia y programas artísticos. En Veracruz, la OSX pasó de manos del gobierno estatal a la universidad, al tiempo que emprendía una renovación de sus integrantes.

Para que la OSX se nutriera del talento polaco, jugó un papel central la amistad entre su director Fernando Ávila Navarro (1969-1975) y el escritor Sergio Pitol, agregado cultural en la embajada de México en Polonia (1969 a 1972).

En aquel tiempo necesitaban músicos, y Pitol le dijo a Ávila que en Polonia había personas que podían viajar a México e integrarse a la agrupación. Sé que Ávila viajó personalmente para hacer algunas contrataciones, cuenta Dechnik.

El ejecutante considera que las invitaciones de Pitol y Arias fueron bien recibidas por jóvenes curiosos que veían en esta nación algo exótico y, motivados por ver a sus amigos partir, aceptaron la propuesta.

Pero la presencia de los intérpretes provenientes de Europa del este no se limitó a su participación en la orquesta. Desde Xalapa dieron vida a varias agrupaciones como trío Varsovia y Grupo Polonia. Además, impartieron clases en la Facultad de Música de la UV.

Dechnik considera que el principal impacto de aquella generación está relacionado con la enseñanza. Procedentes de las academias de música de Cracovia, Varsovia, Katowice y Breslavia, con especializaciones en violín y contrabajo, “nuestra influencia germinó en las aulas.

Agrega que si bien con el pasar del tiempo, los integrantes de aquel grupo se jubilaron, muy pocos regresaron a su país de origen. Hoy podemos ver los frutos de su trabajo: México ya no necesita traer instrumentistas, ahora hay muchos jóvenes capaces, talentosos.

En la actualidad, egresados de la Facultad de Música de la UV están integrados en agrupaciones orquestales de diversos países de Europa, como la Sinfónica de la Radio en Dinamarca y las de Viena y Salzburgo en Austria.

Para honrar este episodio que transformó su identidad, la OSX ofreció hace unos días un concierto con obras y artistas polacos. En el repertorio figuraron la obertura de la ópera Halka, de Stanisław Moniuszko; el Concierto para piano número 1, de Chopin, y el estreno en Xalapa de la Sinfonía número 2 de Szymanowski.

En el recital participaron el pianista Szymon Nehring, considerado como el más talentoso y prometedor de su generación, y Pavel Przytocki como director invitado. Con el concierto Polonia en México también se conmemoró el 95 Aniversario de la fundación de la agrupación y el 80 aniversario de la UV.

Además, se inauguró la exposición de carteles 95° Aniversario OSX y 80° Aniversario UV, In memoriam Wiktor Górka, realizados por 40 artistas mexicanos y 40 polacos, en el mezanine de Tlaqná, Centro Cultural.

Dechnik llegó a México en 1980 para ocupar un puesto en la desaparecida Sinfónica de Veracruz; después pasó a la de Bellas Artes y luego ingresó a la de Xalapa en 1984.

En lo personal, reconoce, me integré muy pronto: aprendí a hablar español, me casé, tengo dos hijos xalapeños. Este país ya es mi patria, me siento muy bien. Nunca nadie me trató mal. México me abrazó.