Madrid. El nuevo presidente en funciones de Corea del Sur, Choi Sang Mok, se dirigió este viernes por vez primera a la población para pedir perdón por el caos político en el que vive inmersa la nación, que lleva tres mandatarios en un mes a raíz de la fallida declaración de ley marcial promulgada por el ahora destituido Yoon Suk Yeol, y prometió que dedicará su mandato a estabilizar la situación.
Choi, vice primer ministro y ministro de Finanzas, tomó el mando de manos de Han Duck Soo, también destituido esta misma mañana por el Parlamento nacional tras declarar su intención de seguir dejando vacíos tres puestos del Tribunal Constitucional, imprescindibles para confirmar la destitución de Yoon.
Además, el nuevo mandatario, cabe recordar, tampoco se encuentra libre de la polémica ya que participó en una cuestionada reunión del gabinete convocada por Yoon antes de declarar la ley marcial.
"Este gobierno hará todo que pueda para garantizar la estabilidad nacional", aseguró en un comunicado por escrito, recogido por la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap. "Haremos todo lo posible para garantizar que la seguridad del país y la vida cotidiana de la gente no se vean afectadas, proporcionando solidez en la seguridad, estabilidad en el orden público y una economía inquebrantable", resaltó.