Guadalajara, Jal. De la mano de una pujante como depredadora agroindustria del aguacate, el agave o los berries, que producen mayores ganancias económicas, Jalisco disminuyó 12.2 por ciento su producción de maíz en el ciclo 2022-2023, según números oficiales, la mayor caída entre los estados del país, pese a lo cual aún se mantiene con mucho margen en el segundo lugar de producción, sólo debajo de Sinaloa.

El más reciente reporte de la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader) de Jalisco, señala que el año pasado se obtuvieron en la entidad 3 millones 498 mil 653 toneladas de maíz grano, debajo de Sinaloa, que ese ciclo creció 25.4 por ciento y llegó a 6 millones 656 mil 331 toneladas.

Esas casi 3.5 millones de toneladas cosechadas llevaron a Jalisco a superar a Michoacán, que está en tercer lugar con un millón 905 mil 198 toneladas, y al estado de México, con un millón 811 mil 192.

En cuanto a maíz forrajero verde, Jalisco, con 4 millones 583 mil 655 toneladas –una variación también a la baja de 10.5 por ciento entre 2022 y 2023–, ocupa con mucho el primer lugar nacional en producción, seguido de Durango, que aunque generó 2 millones 296 mil 25 toneladas, también disminuyó de un año al otro 17.2 por ciento.

El desplome más trágico en el ciclo 2022-2023 fue el de Zacatecas, que se mantiene como el tercer productor nacional de maíz para uso pecuario con un millón 591 mil 801 toneladas: cayó 38.5 por ciento.

En cambio, Guanajuato llegó al sexto lugar al aumentar 155 por ciento su producción entre 2022 y 2023, al acumular un millón 113 mil 371 toneladas.

En cambio, los productores del campo jalisciense han preferido migrar hacia cultivos que dejan más dinero, aunque erosionan y agotan tierras, producen deslaves o consumen grandes cantidades de agua.

Por ejemplo, la industria de los frutos rojos (berries) ya suma casi 64 mil hectáreas, genera unos 150 mil empleos (a nivel nacional hay 510 mil trabajadores del campo en esta agroindustria) y para el ciclo 2023-2024 se estima una producción estatal de un millón 25 mil 268 toneladas.

La superficie utilizada en territorio estatal para la plantación de berries representa 29 por ciento de la superficie nacional dedicada a estos cultivos y 1.6 por ciento de la superficie agrícola estatal, lo que lo hace líder en superficie y producción de frambuesa y arándano.

Lo mismo ocurre con el agave, que ha copado las tierras agrícolas ante la gran demanda para fabricar tequila y que se puede poner en perspectiva con el dato de que actualmente hay 206 productores de esa bebida y 42 mil 302 productores de la planta registrados.

Este año se estima que los tequileros cerrarán el periodo vendiendo 481 millones de litros, lo que representa casi un millón 800 mil toneladas de agave y casi 400 millones de litros de tequila para la exportación.

El aguacate es otro que ha robado tierras al maíz. La producción en 2022 fue de 12.5 por ciento nacional, en 2023 la superficie sembrada de árboles aguacateros fue de unas 37 mil hectáreas, cerca de 12.4 por ciento del total nacional.

Durante 2024 las exigencias de maiceros locales se centraron en que se incluya a Jalisco en el plan del gobierno federal denominado Fertilizantes para el Bienestar, el cual se ha mantenido con especial énfasis en el sur y sureste del país y, en el caso del estado, beneficia sólo a pequeños productores.

La entidad aún es el segundo productor nacional con 14 por ciento del total, y para 2025, cuando está también por iniciar el ciclo de siembra, las exigencias siguen centrándose en el tema de fertilizantes y en lograr precios de garantía, ante la necesidad de adquirir una variedad de insumos que han aumentado su precio como semillas, insecticidas, herbicidas y diésel para el campo.

Aunado a lo anterior, el panorama desde 2023 y durante 2024 se complicó aún más según el Consejo Agropecuario de Jalisco y la Unión de Productores de Maíz del Bajío, por la guerra entre Rusia y Ucrania, que mantienen caros y escasos los fertilizantes.