Paramaribo. El ex presidente de Surinam Desi Bouterse, prófugo de la justicia por el asesinato de 15 opositores en 1982, murió a los 79 años, informó este miércoles el gobierno.
Muy popular en Surinam, Bouterse llegó al poder con 34 años tras un golpe de Estado en 1980, siendo un sargento mayor del Ejército. Se retiró en 1987 bajo la presión internacional, pero volvió al poder en 1990 tras un segundo golpe, esta vez sin derramamiento de sangre.
Dejó el cargo un año más tarde, y luego fue elegido presidente en 2010 y gobernó hasta 2020.
"Estamos a la espera de información más detallada y definitiva por parte de los canales oficiales, nos gustaría ofrecer nuestro más sentido pésame a la esposa, los hijos y otros familiares supervivientes por esta pérdida", dijo en un comunicado el actual presidente Chan Santokhi.
En diciembre de 2023 Bouterse fue condenado en apelación a 20 años de cárcel por la ejecución en diciembre de 1982 de abogados, periodistas, empresarios y militares presos. Desde entonces estaba en la clandestinidad.
Hacia la pasada medianoche comenzaron a correr rumores sobre su repentina muerte, tras una corta enfermedad en su escondite de la que no hay más detalles.
Su cuerpo fue trasladado por desconocidos a su residencia en la capital, Paramaribo, donde su familia y simpatizantes del partido se reunieron de madrugada para darle el último adiós.
El médico Rabindernath Khoenkhoen confirmó "la hora de la muerte a las 06:50 de la mañana" (09:50 GMT) del 24 de diciembre, según dijo luego a los periodistas.
"Con profundo dolor el partido se enteró del inesperado fallecimiento de nuestro padre espiritual", escribió en Facebook la presidenta del Partido Nacional Democrático (NDP), que él fundó.
"Le estamos agradecidos por su visión, su valor y su incansable dedicación y amor por nuestro país", agregó.
"Aunque hemos perdido a un gran líder, su legado sigue siendo un faro para nuestro trabajo. Continuaremos su visión e ideales con determinación y mantendremos vivo su sueño de un Surinam más fuerte y unido", siguió Simons, que se acercó a su casa a presentar sus respetos.
Juicio "político"
Durante el juicio, Bouterse admitió haber oído disparos el día de la ejecución de los opositores, pero negó haber dado la orden. Ha alegado que su juicio fue "político" y que los Países Bajos, la antigua potencia colonial, habían conspirado contra él.
El proceso comenzó en 2007 y se extendió por 12 años hasta su condena en rebeldía en 2019, pues nunca compareció ante la corte.
Logró que la justicia reconsiderara el caso en enero de 2020, pero un año después fue ratificada la sentencia.
El fallo de diciembre de 2023 fue el último recurso para apelar. Poco antes de la condena, ante temores de disturbios, Bouterse pidió a su militancia "no sembrar el caos".
Tras su muerte fue el presidente Santokhi quien pidió a la gente "permanecer dignos y mantener la calma, mantener la paz y el orden y orar en el espíritu de estos días especiales".
La fiscalía aceptó que cumpliera condena en una celda construida para él en el Hospital Militar de Surinam para que tuviera acceso a cuidados médicos, pero nunca se presentó.
Desde entonces se mantenía prófugo. Hacía solo cuatro días, la policía llevó a cabo otro registro en su casa y en otros tres lugares, basándose en información confidencial para su captura.
Ya Interpol había emitido en 1999 una orden de detención contra Bouterse tras su condena a 11 años de prisión en 1999 en los Países Bajos por tráfico de cocaína, aunque su condición de gobernante lo protegió en aquel momento de la extradición.