De mercaderes y de mercachifles. Los mayores capos políticos neoliberales del momento son Donald Trump y Elon Musk, pero su asunto es el business. Vemos en vivo y en directo la conformación neoliberal de élites económico-políticas, apoderadas del Estado con exclusividad, para ganar más y más dinero sin medida ni sentido, provocando pobreza y hambre en los de abajo.

Trump sabe que hoy, como nunca, asestarle su nombre a cualquier mercancía, desde rascacielos hasta filetes, le aumenta el lucro. Ahora vincula su nuevo poder con los nuevos productos que vende: perfumes (“¡He aquí mis nuevos perfumes y colonias Trump!, una fragancia que tus enemigos no podrán resistir”, dice), relojes, zapatos deportivos, tarjetas digitales coleccionables, entre muchos otros.

Las botas-tenis doradas con figuras rojas y el nombre Trump estampado, a sólo 399 dólares. Los pases para los actos (por definirse, del 17 al 20 de enero) y la cena de la toma de posesión, todo por tan sólo un millón de dólares. Incluye a la esposa por el mismo precio.

Para Trump la vida se trata de mercados, vender y ganar, no hay más. No es extraño que el mayor socio de Trump sea hoy Elon Musk, el individuo más rico del planeta, a quien algunos republicanos han postulado como presidente de la Cámara de Representantes: la Constitución Política de Estados Unidos no prohíbe que un no representante pueda serlo, alegan. Musk, que entre muchas plantas automotrices tiene una gigantesca de autos Tesla en Alemania, dijo del canciller alemán, Olaf Scholz, que era un “estúpido incompetente”.

Así van definiéndose las nuevas relaciones del poder mercantil con el poder político. “Lo que hoy nos amenaza es un nuevo totalitarismo, que [no]… emana del Estado, sino de los poderes anónimos del mercado. Ahora son esos los que someten cada vez los poderes políticos a su lógica totalitaria”, escribió Franz J. Hinkelammert en su libro Totalitarismo del mercado de 2018 (Jorge Vergara Estévez, “La crítica de Hinkelammert a la teoría neoliberal y la religión del mercado”, en Jorge Zúñiga M. y Ernesto Herra, coordinadores, Crítica de la religión del mercado, humanismo de la praxis y teoría económica, CLACSO, Buenos Aires, 2024; de este ensayo proceden mis siguientes citas).

“Estamos frente a la disyuntiva entre democracia y mercado, dice Hinkelammert; entre un mercado, que se impone a todo […], en todas partes y en cada momento, o el desarrollo de una democracia que responda a la voluntad de los pueblos, y exige que el mercado sea conforme a la democracia, y que, por lo tanto, tenga en su centro no el mercado sino el ser humano”.

Hinkelammert dedicó muchas décadas y muchas investigaciones y libros a la crítica del liberalismo y el neoliberalismo. En una línea de revisión crítica de los postulados de Max Weber sobre la secularización –entendida como el proceso por el que la religión pierde influencia en la vida pública de la sociedades modernas de Occidente–, Hinkelammert afirma: “No hay secularización, sino divinización del mercado. Es a la vez fetichización del mundo que sustituye la Entzauberung (desmagicación, desencantamiento) del mundo, que Weber constataba.

Sin embargo, el fetiche, del cual ya hablaba Marx, sustituye a la magia. En el fetiche la omnipresencia del mercado está dada”. Como afirma Jorge Vergara, “La divinización del mercado lo convierte en el ser supremo y esta es la creencia básica de la religión del mercado”. En su artículo “La dialéctica marxista y el humanismo de la praxis”, de 2019, dice Hinkelammert: “… en las teorías de la economía política burguesa analizadas por Marx, no es el ser humano el ser supremo para el ser humano, sino el mercado (y el dinero y el capital).

La cuestión para Marx es la siguiente: ¿qué hacer para que el ser humano sea reconocido y tratado como el ser supremo para el ser humano? A este problema se dedicará por entero el resto de su vida (https://www.scielo.sa.cr/pdf/eys/ v24n55/2215-3403-eys-24-55-). Era de mercaderes o totalitarismo mercantil más profundo es el signo de los tiempos. La elección de Donald Trump y sus socios mercenarios y el relevante papel que tendrá Elon Musk, es un paso fuerte adelante en el fortalecimiento de un mundo en el que compro en dos y vendo en cuatro es la razón de ser de la existencia. Dedicarse a esta práctica y realizarla hace a la persona un ser superior, inteligente y triunfador.

Aunque también es verdad que en estos días en los que las derechas caminan haciéndose con el poder político, principalmente en el norte global, nada se ve tan seguro ni tan firme. Días más oscuros, turbios, tirantes y tiranos nos esperan por el mundo.

Trump arruinará aún más la vida de todos: es el poder político del imperio capitalista en manos de mercaderes. Ese tiempo llega y toma a México, afortunadamente, en sus mejores condiciones en un siglo de historia. En 2014, con la creación de Morena, se inició el cambio de ruta histórica para los de abajo. Estamos en los prolegómenos de la justicia social, pero tenemos una nueva fortaleza. Resistiremos.