Buenos Aires. En una situación caótica desatada por el enfrentamiento entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel, que es una expresión de las graves internas del ultraderechista partido oficialista “La Libertad Avanza,(LLA)”, el papa Francisco convocó a los argentinos a “defenderse de las ideologías y no dejarse engañar”, defendiendo la doctrina social de la Iglesia y advirtió que “hay posturas ideológicas que terminan engendrando monstruos”, a la vez que Amnistía Internacional (AI) pidió el respeto a los derechos humanos en un duro informe sobre la represión de la protesta social en el país que ha dejado en doce meses más de mil heridos en 15 manifestaciones.
El Papa, en entrevista con la periodista Bernarda Llorente, calificó de “criminal” y “suicidio programado” los ajustes en educación durante el primer año de gobierno de Milei, y señaló que eso sucede en los países “un poco dictatoriales, ya sea con dictaduras confesadas o dictaduras encubiertas”.
Esto sucede en momentos en que se conoció que la Gendarmería Nacional dejó un muerto, cuatro heridos y decenas de golpeados en una brutal represión ayer en aguas Blancas, Orán Salta -frontera con Bolivia- contra los llamados “bagayeros”, pobladores que cruzan la frontera para comprar mercaderías más baratas en territorio boliviano.
La ministra de Seguridad. Patricia Bullrich, está empeñada en sembrar la idea del narcotráfico en la zona salteña. Por esta razón actuó tan brutalmente la gendarmería.
Bullrich, está complicada por la autorizar el viaje a Venezuela del gendarme Nahuel Gallo, detenido al cruzar en la frontera con Colombia por autoridades venezolanas y que está en manos de la justicia de ese país que lo investiga.
En tanto, bajo el titular de “Disenso en riesgo”, el informe de Amnistía Internacional causó un fuerte impacto al demostrar la grave situación social y la violencia ejercida contra la población, entre ellos los jubilados, virtualmente “condenados a muerte” como denunciaron en estos días, al suprimirles los medicamentos gratis, cuando sus pensiones no alcanzan ni siquiera para comer todos los días.
La organización advirtió que las represiones “son prácticas propias de gobiernos autoritarios”, refiriéndose al Protocolo Anti Piquetes elaborado por Bullrich contra las manifestaciones opositoras, y pidió “garantizar el respeto a los derechos humanos en el marco de las protestas sociales”.
El informe de Amnistía sale al cumplirse esta semana 23 años de la represión del estallido de la rebelión popular contra el gobierno del ex presidente Fernando de la Rúa, que dejó 39 muertos y cientos de heridos durante el estado de sitio impuesto por el mandatario, que debió renunciar mientras el pueblo tomaba las calles en protesta por la crisis económica más grave de la historia argentina.
De acuerdo con Amnistía, en doce meses bajo el gobierno de Milei mil155 personas resultaron heridas -33 con impactos de balas de goma en la cabeza o el rostro- entre ellos 50 periodistas y trabajadores de prensa que cubrían las manifestaciones y 73 detenidos. Todo esto sucede ante el “mayor ajuste de la historia”, del cual se vanagloria el presidente que, para evitar las justas protestas en las calles, instaló el miedo mediante la represión.
El informe de Amnistía habla de balas de goma, camiones hidrantes, golpes con tonfas y bastones, detenciones arbitrarias e “incluso, en casos emblemáticos, niños y niñas afectados por la violencia represiva”; se refiere también al uso innecesario y desproporcionado de gases lacrimógenos por parte de la Policía Federal Argentina, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y la Seguridad Aeropuertaria.
De acuerdo a la directora Ejecutiva de AI en Argentina, Mariela Belski, existe una violenta represión de la expresión del disenso en las calles. “Las autoridades nacionales han elegido la confrontación y la violencia, prácticas propias de gobiernos autoritarios, como estrategia para atacar a quienes piensan diferente”, dijo a Página/12.
El informe denuncia además el uso del gas pimienta MK9 que produce importantes lesiones no sólo en las vías respiratorias y los ojos, sino también al contacto con la piel. “Todos los meses Milei y Bullrich reprimieron al menos una vez” señala Amnistía y añade que las autoridades policiales provocaron “graves afectaciones a la integridad física y salud de las personas, con heridas en la cara, cabeza o mentón, dejando en evidencia que “el uso de armas menos letales se alejó de los estándares de protección internacional de derechos humanos que establecen, entre otras cosas, que en caso de usar el arma, debe apuntarse a la parte inferior del cuerpo”.
También se refirieron a las detenciones arbitrarias y la “persecución penal a quienes se manifiestan lo que es constante”. Las 73 personas detenidas fueron acusadas de los delitos de atentado o resistencia a la autoridad. “El uso abusivo del derecho penal desplegado contra las personas que se manifestaron el 12 de junio en contra de la Ley Bases no tuvo precedentes, por la cantidad de individuos detenidos en un mismo día y por las graves acusaciones que pesaron sobre ellos”, indica el informe, antes de concluir que Milei y Bullrich hicieron un uso “desproporcionado” de las fuerzas de seguridad “como norma” y que se estableció “un patrón de represión y criminalización” para “quienes se manifestaron contra el ajuste”.