Washington. Al límite del plazo para evitar un cierre gubernamental, el Senado aprobó rápidamente en la madrugada del sábado un plan bipartidista que financiaría temporalmente las operaciones federales y la ayuda en casos de desastre, pero descarta las exigencias del presidente electo Donald Trump de que se incremente el tope de endeudamiento para el nuevo año.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, insistió en que el Congreso “cumplirá con nuestras obligaciones” y no permitirá que las operaciones federales se paralicen antes de la temporada de fiestas de fin de año. Sin embargo, el desenlace del día era incierto después de que Trump reiterara su insistencia de que se incluyera un aumento en el techo de deuda en cualquier acuerdo. De no ser así, que los cierres “comienzan ahora”, según declaró en una publicación matutina.
La Cámara de Representantes aprobó el nuevo proyecto de ley de Johnson por una mayoría abrumadora, 366 a 34. El Senado trabajó hasta la noche para aprobarlo, 85-11, justo después de que venciera el plazo. A medianoche, la Casa Blanca dijo que había cesado los preparativos para el cierre.
“Este es un buen resultado para el país”, dijo Johnson después de la votación en la cámara baja, agregando que había hablado con Trump y que el presidente electo “estaba ciertamente feliz con este resultado, también”.
Se espera que el presidente Joe Biden, quien ha desempeñado un papel menos público en el proceso durante una semana turbulenta, promulgue la ley el sábado.
“No habrá un cierre del gobierno”, dijo el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
El producto final fue el tercer intento de Johnson, el asediado presidente de la Cámara, de lograr uno de los requisitos básicos del gobierno federal: mantenerlo abierto. Y generó serias dudas sobre si Johnson podrá mantener su puesto frente a la ira de sus colegas republicanos, y trabajar junto a Trump y su aliado multimillonario Elon Musk, quienes han marcado el paso de las jugadas legislativas esta vez.
La exigencia de último momento de Trump era casi imposible de cumplir, y Johnson casi no tuvo más opción que eludir sus presiones de que se aumente el techo de endeudamiento del gobierno. Johnson sabía que no habría suficiente apoyo dentro de la mayoría republicana para aprobar cualquier paquete de financiación, ya que muchos republicanos prefieren recortar el gobierno federal y ciertamente no permitirían más deuda.
En cambio, los republicanos, que tendrán el control total de la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado el próximo año, con grandes planes para recortes de impuestos y otras prioridades, están mostrando que deben depender habitualmente de los demócratas para conseguir los votos necesarios para mantener las operaciones rutinarias de gobierno.
“Entonces, ¿es este un proyecto de ley republicano o demócrata?” se burló Musk en las redes sociales antes de la votación.
El paquete drásticamente reducido de 118 páginas financiaría al gobierno a los niveles actuales hasta el 14 de marzo y agregaría 100.000 millones de dólares en ayuda por desastres y 10.000 millones de dólares en asistencia agrícola para los agricultores.
Se ha eliminado la demanda de Trump de elevar el techo de deuda, que los líderes del Partido Republicano dijeron a los legisladores que se debatiría como parte de sus planes de impuestos y fronteras en el nuevo año. Los republicanos alcanzaron un acuerdo informal para elevar el límite de deuda en ese momento al tiempo que recortaban 2,5 billones de dólares en gastos durante 10 años.
Es esencialmente el mismo acuerdo que fracasó la noche anterior en un espectacular revés, con la oposición de la mayoría de los demócratas y algunos de los republicanos más conservadores, salvo por la demanda de Trump sobre el techo de deuda.
Pero es mucho más pequeño que el acuerdo bipartidista original que Johnson alcanzó con los líderes demócratas y republicanos, un proyecto de ley de 1.500 páginas que Trump y Musk rechazaron, lo que le obligó a comenzar de nuevo. Estaba lleno de una larga lista de otros proyectos de ley, incluidos los muy criticados aumentos de salario para los legisladores, pero también otras medidas con amplio apoyo bipartidista que ahora tienen un camino más difícil para convertirse en ley.
Los demócratas de la Cámara de Representantes recibieron con poco entusiasmo el último esfuerzo después de que Johnson renegara del compromiso bipartidista arduamente negociado.
La representante Rosa DeLauro, la demócrata principal en el Comité de Asignaciones, dijo que parecía que Musk, el hombre más rico del mundo, estaba tomando las decisiones por Trump y los republicanos.
“¿Quién está a cargo?”, preguntó durante el debate.
Sin embargo, los demócratas aportaron más votos que los republicanos para la aprobación del proyecto de ley. Casi tres docenas de republicanos conservadores votaron en contra.
“Los demócratas de la Cámara han detenido con éxito a los republicanos MAGA extremos de cerrar el gobierno, colapsar la economía y perjudicar a los estadounidenses de clase trabajadora en todo el país”, dijo el líder demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, después de la votación, refiriéndose al lema de Trump “Make America Great Again”.
Trump, que aún no ha asumido el cargo, está mostrando el poder pero también los límites de su influencia en el Congreso, mientras interviene y orquesta los asuntos desde su finca de Mar-a-Lago junto a Musk, quien está al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental.
El próximo gobierno de Trump promete recortar el presupuesto federal y despedir a miles de empleados y cuenta con los republicanos para un gran paquete fiscal. Y a Trump no le asustan los cierres como a los legisladores, habiendo provocado el cierre de gobierno más largo de la historia en su primer mandato en la Casa Blanca.
“Si va a haber un cierre de gobierno, que comience ahora”, publicó Trump temprano en la mañana en las redes sociales.
Más importante para el presidente electo era su demanda de sacar del tablero el espinoso debate sobre el techo de deuda antes de regresar a la Casa Blanca. El límite de deuda federal expira el 1 de enero, y Trump no quiere que los primeros meses de su nueva administración estén cargados con negociaciones difíciles en el Congreso para elevar la capacidad de endeudamiento de la nación. Ahora Johnson estará en la obligación de cumplir.
“El Congreso debe deshacerse de, o extender hasta, quizás, 2029, el ridículo Techo de Deuda”, publicó Trump, aumentando su demanda de un nuevo aumento del límite de deuda de cinco años. “Sin esto, nunca deberíamos cerrar un acuerdo”.
A los trabajadores del gobierno ya se les había dicho que se prepararan para un cierre federal que enviaría a millones de empleados y miembros del ejército a la temporada de vacaciones sin cheques de pago.
Biden ha mantenido conversaciones con Jeffries y Schumer, pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dio que “los republicanos hicieron estallar este acuerdo. Lo hicieron, y necesitan arreglar esto”.
A medida que avanzaba el día, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, intervino para recordar a los colegas “lo perjudicial que es cerrar el gobierno y lo tonto que es apostar a que su propio lado no asumirá la culpa por ello”.
En un momento, Johnson pidió a los republicanos de la Cámara en una reunión al mediodía que levantaran la mano mientras intentaban elegir el camino a seguir.
No era solo el cierre, sino el puesto del presidente de la cámara lo que estaba en juego. La elección del presidente es la primera votación del nuevo Congreso, que se convoca el 3 de enero, y algunos aliados de Trump han propuesto a Musk para presidente.
Johnson dijo que habló con Musk antes de la votación del viernes y hablaron sobre los “desafíos extraordinarios de este trabajo”.