Ciiudad de México. México perdió la disputa de maíz transgénico que interpuso Estados Unidos en el marco del T-MEC, pues el panel concluyó que las medidas que puso en práctica la autoridad mexicana en 2023 sobre el grano genéticamente modificado violan el acuerdo comercial al no sustentarse en bases científicas.
A casi año y medio de que fue solicitado el proceso por el gobierno estadunidense, el panel emitió su informe final este viernes.
La Oficina de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) indicó que el grupo de expertos estuvo de acuerdo con las siete reclamaciones legales de la Unión Americana, por lo que concluyó que “las medidas de México no se basan en la ciencia y socavan el acceso al mercado que México acordó proporcionar en el T-MEC”.
De acuerdo con las reglas del pacto comercial, México tiene 45 días a partir del 20 de diciembre para adecuar las políticas sobre el maíz transgénico, lo que se traduce en dar reversa el decreto emitido en febrero de 2023.
México es el mayor mercado para las exportaciones de grano proveniente de la Unión Americana. En 2023, ese país exportó a territorio mexicano alrededor de 18.6 millones de toneladas métricas, equivalentes a 5 mil millones de dólares. De enero a octubre de 2024, el valor de las exportaciones de maíz observó un valor de 4.8 mil millones de dólares.
“La decisión del panel reafirma las preocupaciones de larga data de Estados Unidos sobre las políticas biotecnológicas de México y su impacto perjudicial en las exportaciones agrícolas estadunidenses”, señaló Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos.
Comentó que la resolución subraya la importancia de las políticas comerciales basadas en la ciencia que permiten a los agricultores y productores agrícolas estadunidenses competir de manera justa y aprovechar su innovación para abordar el cambio climático y mejorar la productividad.
Reiteró que la Unión Americana busca colaborar para garantizar la igualdad de condiciones y brindar acceso a productos agrícolas seguros, asequibles y sostenibles en las dos naciones.
Tom Vilsack, secretario de Agricultura del país vecino del norte, dijo que el panel confirmó que el enfoque de México hacia la biotecnología “no se basó en principios científicos ni en estándares internacionales”, por lo que “las medidas contradecían décadas de evidencia que demostraban la seguridad de la biotecnología”.
“Esta decisión garantiza que los productores y exportadores estadunidenses seguirán teniendo acceso pleno y justo al mercado mexicano, y es una victoria para el comercio justo, abierto y basado en la ciencia y en las normas, que sirve como base del T-MEC tal como fue acordado por todas las partes”, agregó.
Doug McKalip, jefe negociador agrícola de Estados Unidos, comentó que la determinación del panel respalda la posición de que las políticas comerciales agrícolas deben basarse en la ciencia y no deben perturbar el comercio de productos agrícolas.
Apuntó que con esta resolución se busca que México garantice el cumplimiento de las obligaciones del T-MEC y elimine las medidas incompatibles con el acuerdo.
En marzo de 2023 el gobierno estadunidense solicitó consultas debido a la publicación de un decreto presidencial en febrero de ese año, el cual prohíbe el maíz genéticamente modificado para usarlo en masa y tortillas, por lo que ordena la sustitución gradual de este grano utilizado para la alimentación animal.
Al no lograrse nada, USTR pidió nuevas consultas en junio del mismo año y el asunto escaló al panel de solución de controversias en agosto de 2023.
México argumenta que el objetivo es proteger el maíz nativo, las prácticas agrícolas, la biodiversidad, las comunidades campesinas, el patrimonio gastronómico, la dieta de la población y el medio ambiente.
Estados Unidos asegura que el decreto no tiene base científica, por lo que las medidas violan las obligaciones de México en el marco del T-MEC y es injusto para los productores y exportadores estadunidenses.
La mayor parte del maíz estadunidense exportado a México es maíz amarillo transgénico que se utiliza para la alimentación del ganado, mientras que México produce principalmente maíz blanco, que se utiliza para elaborar alimentos a base de maíz para el consumo humano, como las tortillas.
El país no permite la producción comercial nacional de maíz transgénico tras una decisión de 2013 de un tribunal federal. Además este cereal es una fuente importante de alimentos para la nación históricamente y es un producto cultural y políticamente sensible.