Washington. El proyecto de ley de gasto republicano respaldado por el presidente electo Donald Trump fracasó el jueves en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dejando al Congreso sin un plan claro para evitar un cierre del gobierno que podría interrumpir los viajes navideños.
Por 174 votos a favor y 235 en contra, la Cámara de Representantes rechazó el paquete de gastos, que fue elaborado apresuradamente por los líderes republicanos después de que Trump y el multimillonario Elon Musk echaran por tierra un acuerdo bipartidista previo.
El financiamiento del gobierno expira el viernes a medianoche. Si los legisladores no logran ampliar ese plazo, el gobierno de Estados Unidos comenzará un cierre parcial que interrumpiría el financiamiento de todo tipo de actividades, desde el control fronterizo hasta los parques nacionales, y cortaría los cheques de pago para más de 2 millones de trabajadores federales.
La Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos advirtió que los viajeros durante la ajetreada temporada navideña podrían encontrarse con largas colas en los aeropuertos.
El proyecto de ley se parecía en gran medida a la versión anterior, que Musk y Trump habían tachado de regalo despilfarrador a los demócratas. Habría ampliado el financiamiento del gobierno hasta marzo, cuando Trump estará en la Casa Blanca y los republicanos controlarán ambas cámaras del Congreso, y habría proporcionado 100 mil millones de dólares en ayuda para catástrofes y suspendido la deuda. Los republicanos abandonaron otros elementos que se habían incluido en el paquete original, como un aumento de sueldo para los legisladores y nuevas normas para los gestores de beneficios farmacéuticos.
A petición de Trump, la nueva versión también habría suspendido los límites a la deuda nacional durante dos años, una maniobra que facilitaría la aprobación de los drásticos recortes de impuestos que ha prometido y sentaría las bases para que la deuda del gobierno federal, de 36 billones de dólares, siguiera aumentando.
Antes de la votación, demócratas y republicanos advirtieron que el otro partido sería el culpable si el Congreso permitía el cierre del gobierno.