A veces los rumores van cargados de malos presagios que terminan por hacerse verdad. El ruido sobre el futuro del piloto mexicano Sergio Pérez en la Fórmula 1 se volvió ensordecedor hasta que fue imposible ocultar la realidad que se confirmó ayer con el anuncio de su salida del equipo Red Bull después de cuatro temporadas. El asiento lo ocupará el neozelandés Liam Lawson.
Una etapa que tuvo su momento de gloria con la escudería del Toro Rojo en 90 Grandes Premios disputados; en los cuales obtuvo 29 podios y cinco triunfos que lo consolidaron como el Rey de los circuitos callejeros con las victorias en Baku, Jeddah, Singapur y Mónaco.
Ese idilio tuvo su declive en 2024. Una temporada que empezó prometedora con cuatro podios en las primeras cinco carreras: en tres ocasiones fue segundo lugar y obtuvo un tercer puesto. Todo se estropeó a partir del Gran Premio de Mónaco a finales de mayo, cuando una colisión lo obligó a retirarse de la competencia. Lue-go todo fue cuesta abajo. A lo largo de la campaña, el mexicano repetía sus conclusiones de cada mala salida; culpó en todo momento a las modificaciones que hicieron a su auto y por las cuales no volvió a ser el mismo piloto competiti-vo de un año antes.
El comunicado de la separación fue tan formal y aséptica como suelen ser esos documentos y las despedidas cordiales.
Papel crucial
Durante este tiempo, Sergio jugó un papel crucial al asegurar múltiples victorias, innumerables podios y dos Campeonatos Mundiales de constructores, contribuyendo de forma significativa a la era más exitosa del equipo en la Fórmula 1
, publicaron el equipo y Checo de manera conjunta, aunque un día antes ya era de dominio público que en cualquier momento se daría a conocer esta ruptura.
Checo, por su parte, dio las gracias y se dijo agradecido por lo que vivió en estos años con la escudería en la que alcanzó sus mejores resultados, sobre todo en la que logró el subcampeona-to en 2023, algo nunca imaginado por un piloto mexicano.
Manejar para Red Bull ha sido una experiencia inolvidable y siempre atesoraré el éxito que logramos juntos
, dijo Pérez en el documento; rompimos récords, alcanzamos grandes logros y tuve el privilegio de conocer a tanta gente maravillosa en el camino
.
En su mente estaba la formidable temporada 2023 que culminó con la coronación de su compañero Max Verstappen, el subcampeonato del propio Checo y el título en la categoría de constructores para Red Bull (un logro en el que contribuyó el tricolor en dos ocasiones), y el dominio absoluto en todo el serial sin sombra alguna de sus rivales.
Más allá de la cortesía de la despedida, quedó registro de una temporada tirante, con comentarios severos y por momentos desatinados de los directivos de Red Bull, impacientes por lo que ocurría ante sus ojos. Algunas veces las declaraciones de esos dirigentes parecían referirse a un adversario y no a uno más del equipo.
Pérez empezó a acumular malas actuaciones, como los choques que lo dejaron fuera de competencia en Canadá, Azerbaiyán y Abu Dabi, o problemas técnicos que lo obligaron a abandonar como en Qatar. Eso tuvo un costo demasiado alto en las aspiraciones de la escudería que quedó fuera de la competencia de constructores ante el avasallador paso de McLaren, ganador en 2024, y de Ferrari.
Todos advertían un ambiente hostil en Red Bull hacia el mexicano. La solvencia inquebrantable del hoy tetracampeón Verstappen también era una sombra permanente para Checo. El jefe de Red Bull, Christian Horner, incluso dijo que el equipo no podía funcionar con una sola pierna, en alusión a la asimetría de resultados entre sus dos pilotos.
Durante las clasificaciones del Gran Premio de Hungría a finales de julio, Horner se mostró impaciente tras el poco rendimiento que mostraba Pérez en ese momento del serial.
Terminó la paciencia
He demostrado que soy muy paciente
, soltó Horner a finales de julio; pero esto era lo último que él y el equipo necesitábamos; está claro que no podemos seguir caminando con sólo una pierna
.
Al final de esta temporada a principios de diciembre, cuando ya se avecinaba el naufragio de Checo con la escudería, Horner empezó a mostrar otro rostro, uno más comprensivo y que reconocía las aportaciones del tapatío desde su llegada en 2021. Era una suerte de despedida velada, pero ya traslucía la inminente salida. Hoy, el jefe de Red Bull asegura que se hizo todo para que Pérez permaneciera en la Fórmula 1.
Checo empezó la temporada muy fuerte, cuatro podios en cinco carreras, se sentía como si hubiera comenzado donde lo había dejado el año pasado
, afirmó Horner ayer a la cadena internacional ESPN; pero realmente desde Montecarlo, de esa carrera en adelante, ha sido un año muy duro para él y lo hemos intentado todo con él y apoyándolo creo ha llegado a su propia conclusión que ahora es el momento adecuado para dar un paso lejos de la Fórmula 1 para tomarse un poco de tiempo
.
Queda la incógnita de cuál será el futuro del mexicano en la Fórmula 1. Se piensa que puede volver en 2026 con la llegada de un nuevo equipo al serial, Cadillac, que aprovecharía la larga experiencia del tapatío y su paso por cinco escuderías.
También queda la intriga de cuál será el impacto para el Gran Premio de México –ya asegurado y con entradas agotadas para 2025– y para la afición creciente que aprendió a querer primero al piloto jalisciense y después a todo un deporte. El organizador de esta carrera en el país, Alejandro Soberón, señaló en octubre que la permanencia de este espec-táculo no depende de la presencia de un piloto local. Será interesante, sin embargo, ver la respuesta de los fanáticos que acudan al autódro-mo Hermanos Rodríguez el próximo año sin la presencia de ese podero-so imán que atrae a las masas.
De momento, Checo Pérez fue hasta ayer el último piloto latinoamericano en Fórmula 1 y deja números dignos de recordar tras su paso por cinco equipos Force India, McLaren, Sauber, Racing Point y Red Bull, en 14 años en el circuito. En total se marcha con 39 podios, dos de ellos en Ciudad de México, y un subcampeonato, el único para un mexicano y sin visos de ser alcanzado por lo pronto. Si regresa, eso será otro capítulo de una trama que aún se escribe.