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Jazz

19 de diciembre de 2024 07:51
Evidentemente, la música en vivo adquiere ondas extra muy cercanas a la magia. Pero cuando la música logra ser atrapada con talento, cuando alguien sabe bien grabar y producir a los músicos, esas pinceladas de magia nunca están ausentes. Ejemplos sobran. En miles de ocasiones, un fonograma ha alcanzado el nivel de verdadera obra de arte.

Dicho esto (y echándole un ojo a los anaqueles de mis elepés), contemos brevemente la historia y la resurrección de Pitayo Music, un sello especializado en jazz mexicano y música contemporánea, creado, dirigido y rescatado por el maestro Juan Pablo Aispuro.

A los siete años de edad, Juan Pablo empieza a tocar el chelo en el Colegio Cedros. A los 16 decide tocar la batería encima de los discos de Rolling Stones, Doors y Led Zeppelin.

Yo le comento que John Bonham en Led Zeppelin era un virtuoso difícil de seguir.

“Sí sí sí. Bastante. –me responde Aispuro– Y más de manera autodidacta.”

Al formar el grupo de rock Marmota, ellos mismos graban un primer demo.

“El demo sonó terrible –continúa Juan Pablo–, pero estábamos increíblemente emocionados de haberlo logrado. Yo fui el que se quedó con el programa dentro de la computadora y entonces empecé a hacer experimentos y empecé a grabar mis canciones.

“En 2003 conocí a Salvador Tercero en un evento privado y vi que eso podría ser un trabajo. Eso me entusiasmó, fui a tocarle a la puerta y él me aceptó de aprendiz.

Trabajando en el estudio de Salvador fue que descubrí el jazz. Las sesiones del género musical me volaron la cabeza y me fui a estudiarlo a la American School of Modern Music en París. Pero ahí no tenían profesor de chelo y me pasé al contrabajo.

En París conoce a la cantante Flora Pasquet y, cuatro años después, vienen a México a dar varios conciertos.

¿Qué te llamó la atención del jazz en Francia?

Me llamó mucho el jazz tradicional, el bebop, el hard bop. Algo que me gustaba de la escena europea era que no necesariamente estaban muy casados con la tradición del blues. Es un jazz más por la estética de la música que por el discurso cultural.

ECM estaba en boga.

Exacto. Estaba durísimo el ECM.

Ya en México, empieza a hacer sesiones de grabación en su casa de Chimalistac, donde resaltaba un enorme Cedro de casi 100 años, y, por hobby, empieza a grabar las sesiones.

“Poco a poco fui puliendo mi forma de grabar. Tenía una interface decente y me fui armando mejor. Se logró un buen resultado y así grabamos el primer disco de Diego Franco, Chilacantongo, y el primer disco de Xuc Trío.

“Yo sólo era un estudio, todavía no era un sello en sí. En ese momento cada quien maquiló sus discos.

“Pitayo nace después de estar viendo las sesiones que habíamos grabado. Era un catálogo muy grande y decidí hacer un primer compilado, que se llamó Sesiones en La Casa del Árbol Vol. I.

Cuando decides irte a La Reunión, Pitayo Music era todo un acontecimiento, con discos de enorme nivel de Diego Franco, Luri Molina, Daniel Vadillo, Miguel Chuck Rodríguez, Esteban Herrera, Alberto Medina, Sánchez Picasso, Tom Kessler, Jorge Fernández y un enorme etcétera. ¿Por qué te vas?

Llegó la pandemia y todo se canceló: conciertos, giras, sesiones. Estaba muy difícil y salió trabajo en la isla de La Reunión. También era la oportunidad de que mi hijo conociera sus raíces. Y nos fuimos.

Y cuatro años después regresas.

Sí. Flora y yo nos separamos. Y en el plan profesional, yo me quedé con esa espina de que Pitayo Music estaba funcionando y estaba haciendo algo muy bueno para mí y para la escena.

Llegaste en septiembre ¿Cuáles son tus planes?

Uno, volver a montar Pitayo Music, más como sello que como estudio. Producir discos y videos. Y dar a conocerlos.

¿Tienes ya esas redes armadas?

Tengo ya una serie de personas que hacen booking en grandes festivales. Sólo están esperando que yo les muestre material.

El marketing es uno de los grandes pendientes.

Sí, totalmente. Ya tenemos una persona que nos ayuda en eso.

El jazzista en México es su propio manager, su propio secre, su propio diseñador, su propio productor, su propio roady, su propio agente de prensa. Todo. Hay que quitar ese enorme peso de sus espaldas.

Exacto. Ésa es la tirada mayor.

¿Con quién estás reiniciando?

Ahorita estoy trabajando mucho con el cuarteto de Luri Molina, con Verástegui, Juan Ale Sáenz y Diego Franco.

Para el 25 de enero próximo va a haber un secret show al sur de la Ciudad de México. Los detalles se podrán encontrar en www.pitayomusic.com. Salud.

Jazz

Juan Pablo Aispuro. Pitayo Music.

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