Washington. Towana Looney, de 53 años, se convirtió en noviembre en la tercera persona en recibir un trasplante de riñón de cerdo, una práctica aún muy experimental, anunció un equipo científico estadunidense.
Estoy encantada. Me siento bendecida por haber recibido este regalo, esta segunda oportunidad en la vida
, declaró la paciente, todavía bajo supervisión médica, luego de su operación a finales de noviembre, informó el equipo del Hospital Langone de la Universidad de Nueva York.
A tres semanas de la operación, la paciente presenta condiciones renales normales
, dijo el cirujano Robert Montgomery, miembro del equipo médico.
Se espera que los xenotrasplantes (implantación de células, tejidos y órganos de animales en humanos) resuelvan la escasez crónica de donaciones de órganos en un país donde hay más de 100 mil pacientes en lista de espera, de los cuales más de 90 mil necesitan un riñón.
Se han llevado a cabo varios trasplantes en los pasados años, entre ellos el primero en el mundo de un riñón de cerdo trasplantado a un paciente en muerte cerebral en septiembre de 2021. El órgano funcionó bien durante unos días.
En 2024 se trasplantaron riñones de cerdo a otros dos pacientes gravemente enfermos, Rick Slayman y Lisa Pisano, quienes fallecieron pocas semanas después.
El equipo médico anunció que la compañía Revivicor, que suministró el riñón trasplantado, pedirá autorización a las autoridades estadunidenses para iniciar a partir del año próximo ensayos clínicos con dos tipos de riñones desarrollados.
Este es un momento decisivo para el futuro de los trasplantes
, indicó Kevin Longino de la Fundación Nacional del Riñón (NKF), una asociación dedicada a las enfermedades renales.
Towana Looney donó uno de sus riñones a su madre en 1999 y llevaba ocho años en diálisis después de que una complicación durante el embarazo dañara el que le quedaba, esperó un trasplante desde 2017, pero no había podido encontrar un donante compatible.
Ante el deterioro de su estado de salud, el 25 de noviembre recibió un riñón de cerdo modificado genéticamente para que el órgano no fuera rechazado inmediatamente por su cuerpo.
Fue en una granja del estado de Virginia, en el sur de Estados Unidos, donde se crió el cerdo cuyo riñón le fue trasplantado a Looney.
Revivicor es el nombre de la empresa biotecnológica que dirige David Ayares, quien junto con sus equipos de investigación crían cerdos modificados genéticamente para trasplantar sus órganos a pacientes humanos.
Los cerdos que crecen en ese lugar, están modificados genéticamente para que sus órganos tengan menos probabilidades de ser rechazados por el sistema inmunológico de los pacientes.
Revivicor, de Blacksburg, Virginia, lleva más de 20 años investigando para que los trasplantes de cerdos a humanos dejen de ser ciencia ficción y se conviertan en parte de la atención médica que salva vidas.
Estos cerdos no son los típicos de granja, se han invertido millones de dólares en la producción de su genética, por lo que son animales de muy alto valor
. señaló Ayares.
La primera generación de cerdos desarrollada por Revivicor tenía una única modificación del genoma destinada a desactivar la producción de una sustancia que provoca el rechazo del órgano trasplantado.
La segunda camada tiene 10 genes modificados, seis de los cuales provienen del ADN humano, con el fin de mejorar la compatibilidad biológica.
Es con esta segunda generación de cerdos con la que United Therapeutics (UT), la empresa matriz de Revivicor, está pensando comerciar en un futuro.
La empresa está considerando vender riñones por alrededor de un millón de dólares cada uno, lo que se aproxima al costo de 10 años de diálisis para pacientes en Estados Unidos, según su portavoz Dewey Steadman.
En marzo abrió otro centro médico cerca de Blacksburg, donde, en un nuevo quirófano, se extraerán los riñones de los cerdos y se prepararán para su transferencia al paciente receptor.
Los primeros ensayos se realizaron en personas con muerte cerebral, antes de intentar el procedimiento en un puñado de enfermos graves. Si bien esos pacientes murieron a las pocas semanas de la operación, los órganos animales que recibieron no fueron rechazados inmediatamente por sus sistemas inmunológicos, una señal prometedora para los científicos.
El objetivo de la empresa es iniciar varios años de estudios clínicos en pacientes en 2025 y, si la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) da luz verde, comenzar la producción a gran escala de cerdos modificados genéticamente en 2029.
Poner los riñones de cerdo a disposición de un gran número de pacientes no será tarea fácil en Estados Unidos, que carece de asistencia de salud universal. Pero Ayares espera que, con un seguro médico, el paciente no tenga que cargar con el precio de un millón de dólares
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