Se sabe que el filósofo e historiador marxista Elí de Gortari participó en el movimiento estudiantil de 1968 y que lo encarcelaron en Lecumberri hasta 1971; también apoyó el movimiento de 1966 en la UNAM que llevó a la renuncia del rector Chávez e hizo una propuesta de reforma universitaria para democratizar la universidad. También es bien conocida la importancia que tuvo De Gortari en el movimiento estudiantil de 1963 en la Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo donde era rector desde 1960, cargo del que fue destituido por las fuerzas de derecha, el Ejército y el entonces gobernador de Michoacán.
No obstante, aún quedan por ser narrados otros episodios de la trayectoria de De Gortari con el movimiento estudiantil, como el fallido intento de los alumnos de la Universidad Autónoma de Guerrero por hacerlo su rector luego de que dejó la Nicolaíta; pero sobre todo ha quedado en la oscuridad su participación en el movimiento estudiantil cuando él era estudiante, etapa de la que a continuación les comparto un episodio.
En la segunda mitad de la década de 1930, el Partido Comunista Mexicano (PCM), guiado por la política del VII Congreso de la Internacional Comunista, abandonó la confrontación abierta con el gobierno mexicano y pasó de la consigna “ni con Calles ni con Cárdenas” a apoyar al gobierno encabezado por Lázaro Cárdenas. Esto llevó a que, en el ámbito sindical, los comunistas dejaran la dirección de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en manos de Lombardo Toledano y sus allegados, con el fin de mantener la “unidad a toda costa”.
La supeditación de las organizaciones de masas al Estado mexicano, proceso en que colaboraron los comunistas, se expresó entre la juventud y el movimiento estudiantil por medio de la unificación de las organizaciones juveniles de izquierda.
El primer paso en este camino se dio con la creación de las Juventudes Socialistas Unificadas de México (JSUM), en 1936, a la que se adhirió la Federación de Jóvenes Comunistas del PCM. El siguiente paso fue la creación de la Confederación de Jóvenes Mexicanos (CJM), en 1939, que fue una organización al servicio del gobierno mexicano. La reagrupación de las organizaciones juveniles de izquierda coincidió con el periodo en que la entonces Universidad Autónoma de México (hoy UNAM) se encontraba dominada los sectores de derecha que se opusieron a la educación socialista.
Este fue el contexto en que el PCM debió orientar la participación de los jóvenes comunistas en el movimiento estudiantil y juvenil. Para entonces el PCM contaba con la valiosa experiencia del FJC, entre cuyos militantes había tenido a José Revueltas, Enrique Ramírez y Ramírez, quien llegó a ser el responsable de la comisión de prensa de la JSUM, y Carlos Sánchez Cárdenas, quien era el responsable del trabajo del PCM para la universidad. De hecho, en 1938, cuando Luis Chico Goerne dejó el cargo de rector para que lo asumiera Gustavo Baz, Sánchez Cárdenas quien tenía un estrecho trato con el rector saliente, participó en las comisiones creadas por el Consejo Universitario para reorganizar el funcionamiento de la universidad.
En 1938 Elí de Gortari tenía 20 años, era estudiante y militante comunista, y como tal buscó aportar al trabajo del PCM en la universidad, y elaboró con Pedro Rojas y Narciso Bassols (hijo) un “Estudio sobre la Educación Superior en México”, documento que entregó a la dirección del PCM en marzo de 1938. El “Estudio…” proponía que el PCM colaborara con el gobierno de Lázaro Cárdenas impulsando que la universidad se sumara a las disposiciones progresistas del gobierno; pero cuestionaba que los jóvenes comunistas redujeran su labor política al trabajo dentro de la JSUM, y proponían la creación de un directorio universitario comunista con maestros y alumnos, con el objetivo de fortalecer las posiciones de los comunistas dentro de la JSUM. El estudio de los tres jóvenes comunistas fue desoído y el PCM reafirmó la política de Sánchez Cárdenas y Ramírez y Ramírez; esto implicó seguir trabajando por medio de la JSUM y no crear una agrupación paralela de comunistas en la universidad.
El debate sobre la cuestión de la universidad creó fricciones entre el trío gortarista y los responsables del trabajo universitario del PCM, quienes hostilizaron a De Gortari y sus dos amigos, hasta llegar al punto de acusarlos de trotskistas. La gravedad de la acusación llevó a los tres jóvenes a dirigir una carta al buró político (BP) del PCM en junio de 1938, solicitando que se les aclarara: “O somos trotskistas o somos comunistas”. La carta añadía: “Si el partido admite que tenemos cualquier desviación, que nos lo manifieste claramente y, en seguida, sin detenernos un instante, nos consideraremos automáticamente separados del partido”. En caso de no ser considerados trotskistas, pedían que se consignara a Sánchez Cárdenas a la comisión de honor y disciplina por las falsas acusaciones que hacía sobre ellos. Si bien Elí de Gortari, Narciso Bassols y Pedro Rojas continuaron en el partido, no se sabe si se sancionó a Sánchez Cárdenas.
La impotencia de no poder cambiar la decisión del PCM y el deseo de desagravio por la acusación de trotskismo encontraron salida en la fantasía de los jóvenes comunistas. El resultado fue la escritura de una obra de teatro donde la dirección del PCM aprobaba el “Estudio...” de De Gortari como política para el movimiento estudiantil, lo que les permitió burlarse de Sánchez Cárdenas. En la obra, el PCM rectificaba su política universitaria gracias a que los argumentos de De Gortari eran respaldados por el mismo Lenin, no porque se refirieran las palabras de Lenin, sino porque éste había revivido y, a semejanza de Cristo, apareció entre sus fieles creyentes, en este caso reunidos en una sesión del buró político del PCM.
La fantasía de tres jóvenes comunistas y la pluma de Elí de Gortari revivieron a Lenin en una obra de teatro. ¿De qué forma? ¿Qué dijo Lenin? Esto lo contaré en la próxima ocasión.
*Historiador de la ENAH, [email protected]
